viernes, septiembre 12, 2008

Entre voyeur y blasfemo

El hombre común ha iniciado su recorrido subterráneo con la esperanza de encontrar un mundo mejor. Vaya con su suerte, que la salida que encuentra va a dar a una galería de arte. Apuesten ustedes lo que sucede a continuación. Una, tras extender sus brazos y efectuar una suprema contracción de abdominales se yergue en el piso de la muestra. Dos, vuelve sobre sus pasos para continuar su recorrido por las alcantarillas de la ciudad. Lo visto le atrae poco. En la siguiente imagen, su corrosivo autor da cuenta de la muerte de Juan Pablo II a manos podría decir, de un meteorito. Una obra plasmada antes de la muerte real del Pontífice (1920-2005). Me di con las imágenes del irreverente Maurizio Cattelán y al verlas me vinieron a la cabeza los sustantivos del título: Voyeur y blasfemo. Quien sabe me sentí tocada por las implicancias que de manera no tan remota evocan sus obras. En cualquier caso, los términos ejercen sobre el observador el influjo de la corriente de moda: Son variaciones en torno a nuestro lado oscuro. Basta notar lo antiguo que pudiera sonarnos: Entre misericordioso y solidario. ¡Qué resulta más contemporáneo que lo dicho! Las bajas y no las altas pasiones nos tienen agarrados de los ojos.


Imágenes: Maurizio Cattelán, 2001,1999.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me reencuentro con mi lado oscuro: vouyer y blasfema! Divertido e irreverente... me gusta!
Muéstranos más...
Olga

Lichi Garland dijo...

Seguimos ireverentes hoy con la Rego...