miércoles, octubre 15, 2008

A pique

La bacteria ingresó a mis tripas en la suave textura de un lenguado, uno de esos peces planos que compré en la tienda equivocada. Tras unas horas de lo que yo suponía una fluída y olvidada digestión, la especie marina, o más preciso la toxina que contenía, me llenó del malestar general que me tuvo fuera de ritmo varios días. Otro dato. La semana para mí de mareos, trajo la renuncia y cambio de gabinete en el gobierno aprista. Un hombre que estuvo acusado de apología del terrorismo y por tal pasó ocho años recluido en un penal hasta que la justicia dictaminó su error, es ahora el Premier. Jehude Simon que parece un hombre de paz, ha sido llamado para aquietar las aguas revueltas por la corrupción de miembros del Apra encontrados in fraganti. Curioso. Desde la izquierda se le compadece por haber transigido con el aprismo y hay quienes dejan incluso entrever su traición. Desde el sector de inteligencia más oscurecida del país, se le acusa en cambio de continuar siendo terrorista. En cualquier caso reina la ansiedad. Anoche, en una entrevista de la tv. la periodista Rosa María Palacios no dejaba responder al Premier con su andanada de preguntas. ¿Pero cómo va a hacer?, ¿pero cómo...? (vaya con la atropellada técnica de intentar obtener respuestas).

Ojalá la gestión de Simon no se base sólo en la confianza ingenua de creer que podrá arreglar el todo inarreglable, sino en una energía orientada a metas realistas. Si alguna utopía pido como ciudadana es que a la par de ordenar el mundo adulto, atienda el sector educativo. Urgen medidas innovadoras concertadas con el Ministro del ramo.

A mi tema, y como la salud manda, planeo ir hoy al Museo de Arte Italiano adonde ha llegado una muestra de esculturas que proviene de su similar mexicano, el Museo Soumaya de la Fundación Carlos Slim (México). Se mencionan los nombres de Rodin y Dalí bajo el rótulo: “Del mito al sueño”. ¡Ah!, desde hace varios meses la zona que rodea el Museo, se encuentra bloqueada por la construcción de un sistema de corredores para ómnibus de alta velocidad. ¡Cómo llegaré!

Si logro trasponer las puertas de la institución será en todo caso un paseo por la modernidad museable, una colección de estremecimientos muy distintos a los del arte contempòráneo. Aquí una pieza del plástico argentino León Ferrari (1920), que hecha en 1965 a propósito de la guerra de Vietnam, no ha perdido vigencia. Su título y la imagen del Redentor son de por sí provocadoras. Valen incluso como alegoría de la semana en que tras el destape de una conversación telefónica que reveló el modo en que los corruptos se ufanan de sus prebendas, el Apra se iba a pique.

Imagen: La Civilización Occidental y Cristiana, de L.Ferrari.

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