lunes, noviembre 17, 2008

Olla grande, tapa chica

Un paseo por San Isidro esta semana, hace notar las medidas de seguridad alrededor de los hoteles donde se alojarán los líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC). El encuentro a producirse en Lima durante estos dìas, ha hecho redoblar el resguardo policial en las esquinas, ha limitado algunas calles al trànsito peatonal y en general deja ver lo que es un ambiente de extremo control. Es que, como dice un diario a propósito de la llegada de visitantes internacionales, el Perú estará ante los ojos del mundo.
En una de esas, uno se da con una galería de arte clausurada. La sanisidrina "Vértice" que no pudo llevar a término "La migración de los santos" muestra de Cristina Planas (colgué, una imagen de la expo el viernes). Sus imágenes de santos en ropa interior desataron las iras de un sector católico recalcitrante: ¡A nuestras imágenes no nos la toquen! (en realidd no nos las desvisten). Vaya con la cotradicción. La Municipalidad argumenta que la razón del cierre de local se debe a que no tenìa licencia de funcionamiento. La directora de la galería en cambio, manifiesta que sí la tiene, dando como prueba el haber venido trabajando hasta el momento sin interferencia municipal. A su entender y al de la artista, el cierre es una maniobra burocrática que enmascara la razón de fondo: la presión del grupo mencionado.


Cabe suponer que los indignados vecinos católicos no comprenden el lugar del arte y la libertad de imaginar que le es propia. La situación me trajo a la cabeza el diálogo de los argentinos Luis Felipe Noè y Horacio Zeballos publicado como "El arte en cuestión" (2000). Ambos autores coinciden en que las contradicciones en el mundo del arte, y no sólo de sus productos, sino de la teoría que se hace en torno a èstos debieran alejarnos de toda afirmación categórica. La figura que proponen es bastante gràfica: "Querer poner orden en el caos - lo propio de toda reacción fundamentalista - equivale a querer tapar una olla grande con la tapa de una cacerola mucho más pequeña. La tapa se cae y agrega al caos. Por eso las perspectivas cerradas no sirven".

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