
La empresa que ha vendido millones de unidades en el mundo, ¿está echando a perder la imaginación infantil; la misma que se expresa cuando el niño se siente aburrido y dice, no se qué hacer?
¿Hay un proyecto implícito del individuo del futuro, en esos niños que pasan buenas horas de su infancia apretando los pulgares en una de estas consolas?
¿Podemos imaginar a ese individuo que hoy tiene alrededor de diez años, a sus quince o dieciséis?
¿ Hasta que punto deben los padres regular el tiempo que sus hijos pasan frente a la consola?
¿La atención hipnótica y la rapidez motora que el juego demanda, socavan las bases de la creatividad infantil?
¿Están de verdad jugando los niños, al apegarse a estas consolas?
¿Ya no es necesario ensuciarse durante la niñez?; ¿convertir en caballo la escoba, o usar la cabeza para sentirse con superpoderes que no lo son?
¿Será mucho pedir, el esperar que se sumen ustedes a este juego de preguntas, pensando antes que en el discurrir de corte estrictamente psicológico, en el precio de las cosas sin precio? Es decir, el diálogo curioso, el compartir...
Creo que detrás de tanta consola también hay padres que aparcan cómodamente a sus hijos en ellas; es que jugar con ellos, salir al parque, al cine, al zoo, al teatro, enseñarles a patinar, esquiar..., todo eso lleva tiempo, paciencia, ganas, dedicación. Eso sí, yo estoy convencida de que niño que juega en la realidad no virtual, niño más feliz. Al menos, saber combinar, y eso requiere límites. Besos, Eloísa
ResponderBorrarSaber combinar como suele,sale ganando, coincido contigo Eloísa. También en aquello de que la educación de los hijos exige un tiempo que a veces no se está dispuesto a conceder.Un abrazo.
ResponderBorrar