viernes, diciembre 29, 2006

La profundidad de la superficie

Las marcas de la piel se niegan hoy a favor del pelling. Daniela Buetti, una fotografa de origen suizo, le sigue la pista a ese culto por una epidermis lisa y fina. Con sus tatuajes se sumerge en los rostros de sus modelos y aparecen entonces los nombres de Versace, Dior, o Chanel, grandes empresarios del mundo de la moda, convertidos en símbolos huecos de la desgarradora igualdad que la civilización occidental vende al género femenino.

¿Nadie está libre? Ayer me pareció dar un paso al más acá, viendo en la tv. un reportaje a una rica heredera en un canal alemán. Nunca necesitó trabajar y se dedicó a la música. Se enamoró de alguien que no sabía de su fortuna para, sin ser todo el tiempo felices y comer perdices, sentir la vida. Hasta el ritmo de la cámara, transmitía la tranquilidad de la protagonista.

El zapping me condujo a la labor de Stephen Lewis, canadiense que desde su puesto en la ONU ha venido luchando por atender a las víctimas del sida en Africa. Su hija señaló que solíamos recibir las noticias referidas a la necesidad de justicia y equidad social con una suerte de parachoques. Agregó refiriéndose a su padre, que él había logrado colocar el parachoques detrás, de allí su entrega ante un dolor tan crudo.

El arte, la moda, la tv. el altruísmo de algunos...Tal vez para vivir con más intensidad ayude buscar la profundidad en la superficie de las cosas.

jueves, diciembre 28, 2006

Creer lo que se lee

Considerado por fin un crimen con derivaciones políticas, el comportamiento intolerante tiene las horas contadas. Un ingeniero de origen australiano, acaba de lanzar al mercado un aditamento personal que detecta las actitudes autoritarias. De superarse el nivel admitido, el aparatejo deja escapar un gas y el usuario cae fulminado.

Acusado de practicar también la intolerancia, el especialista ha respondido que se ha adelantado a la época. Y que en el siglo XXII, el aburrimiento producido por el mundo del consumo será tal, que no habrá quien se rehuse a iniciar la aventura de conocerse a sí mismo. El riesgo conlleva un afán educativo.

¡Ja! si acabo de hacerlos inocentes con mi tecno invento. La evocación de la matanza de los inocentes perpretada por Herodes un día como hoy, nos deja en libertad para las ocurrencias más desorbitadas. Los anglosajones en cambio, se hacen los locos el primero abril.

Han difundido la prohibición de entrar a Internet en copas, por aquello de si navega (por la gran autopista de informacion), no beba. Que Microsoft iba a comprar la Iglesia Católica, o que Google había lanzado su MentalPlex, un software que podía leer la mente del cibernauta para ofrecerle lo que busca sin teclear siquiera.

Creer lo que se lee resulta muchas veces una ficción. Sucede que hoy esa ficción puede ser también divertida.

Imagen: Guido Reni, detalle de "La matanza de los inocentes".

miércoles, diciembre 27, 2006

El otro Paul

No hablo de Paul el Beatle que es además Mc Cartney, sino de Paul McCarthy, artista plástico estadounidense nacido en 1945 y que reside hoy en Los Angeles. Un devoto del perfomance que por muchos años se dedico a untar su cuerpo de catchup y chocolate. Lo suyo era evocar la violencia cotidiana simulando hallarse cubierto de sangre y excrementos. Sigue afirmando sin embargo, que le escandaliza pensar que escandaliza, evidentemente un juego de palabras que remite a su visión irreverente y cínica de las cosas.

Su visión monumental de la escultura lo llevó a colocar esta pieza en el techo del museo Whitney de Nueva York( 2004). No duden ustedes de que ha colocado muchos otros artefactos en instituciones culturales y en colecciones de gente con dinero. ¿No le molesta haber ido a parar entre gente que defiende el sistema que ud. critica?, le preguntan. Paul responde que no tiene respuesta y que habrá que ver que hacen con su dinero.

Algunos dirán que sus sueños perdieron la inocencia, otros que el destino de las vanguardias es ser tragadas por el establishment. Como fuera, en materia visual esta imagen resulta más que sugerente. Rompe con la idea del lugar adecuado para una exposición, nos hace levantar los ojos en dirección a la bóveda celeste y en definitiva conmueve. Más todavía con las palabras del artista:"Creo que en nuestra cultura se ha perdido la auténtica percepción de la existencia; está oculta. Lo único que hacemos es vagar por lo que nos parece que es la realidad. La mayor parte del tiempo no somos concientes de que estamos vivos".

Será que Paul perdió también esa percepción. Será que volviéndose demasiado conciente de estar vivo eligió el confort. Prefiero pensar que buscaba sólo un poco de oxígeno y lo demás le vino por añadidura. .



martes, diciembre 26, 2006

Navidad con Turandot


La intención era variar. Darle un toque distinto a la conversación que precede la llegada de las doce el venticuatro. A ese par de horas tan poco gratas para los más chiquitos, visible en su manera de clavar los ojos en el árbol y hacer de estaciones repetidoras; ¿a qué hora abrimos los regalos?, ¿a qué hora? Si no es que cabecean volviendo a los adultos hamletianos, ¿despertarlos o no despertarlos?

Anuncié que iba a poner un DVD en el cuarto de al lado y que quien quisiera podía pegarle una mirada a la historia de Turandot, la princesa oriental. Me miraron raro en un inicio, dudaron y por fin unos cuantos, grandes y chicos, me siguieron. Tampoco es que esperaba trasladar la celebración a un cine.

La trama de Puccini hace pensar en la audacia de Calaf, al ofrecerse a resolver los tres enigmas de Turandot. En su inteligencia y empeño para descongelar el corazón de la princesa. Mi sobrina de cinco años, se olvidó de la espera en pos de sus regalos. Ella misma quería resolver los acertijos de Turandot. Pac, de diez años, encontró parecido el vestuario de los personajes ubicados en el escenario del Metropolitan de Nueva York, con los de las criaturas de una de sus series.

Sin santificar la cultura y desterrar los video juegos, compruebo una vez más que se puede compartir el sentido del arte. A veces desoímos su invitación a descubrir o sólo a entretener, incluso tratándose de un género tan difícil para el no iniciado como la ópera.

Les alcanzo la primera adivinanza del libreto y a ver si dan con la respuesta. "En la noche sombría vuela un fantasma iridiscente. Se eleva y despliega la alas sobre la negra e infinita humanidad. Todo el mundo lo invoca y todo el mundo lo implora, pero el fantasma desaparece con la aurora para renacer en el corazón. ¡Y cada noche nace, y cada día muere!".

La respuesta de Calaf: "¡Sí! ¡Renace! Y exaltadamente me lleva consigo; Turandot: La esperanza".

domingo, diciembre 24, 2006

Esta noche

Esta noche el rito es ante todo una mesa cálida, pero sin buena compañía no se disfruta el apetito ni las ganas de creer. Les deseo a ustedes que haya de los dos: Feliz Navidad. Sumen las gracias por nuestro navegar cercano de los últimos meses.

Imagen: Bo Bartlett, 2006

viernes, diciembre 22, 2006

Diamantes como amantes

Marilyn Monroe lo decía así: Diamonds are a girl´s best friends. Más material de lo que podía imaginarse en 1953, M.M. se decidía por los diamantes antes que por los amantes. Su película "Los cabelleros la prefieren rubias", formaba parte de una época empeñada en olvidar los horrores de la guerra.

El máximo exponente del sex appeal femenino buscaba de seguro como todos, algo más que unas piedras costosas para amoblar su corazón, pero su camino al estrellato le exigía vender lo contrario. Cabe disfrutar de su estilo innegable para el papel de rubia tonta, e incluso de su toque de humor. De ese: Finjamos, el cuento de la vida es glamour y más glamour.

En cuanto a Holly Golightly, el personaje de Capote, la volvía loca ir a Tiffany´s , la joyería que menciona Marilyn en la canción. El afán de Holly no era sin embargo comprar, sino aliviar su angst. "Te entra miedo y te pones a sudar horrores, pero no sabes de que tienes miedo. Sólo sabes que va a pasar alguna cosa mala, pero no sabes cuál. ¿Has tenido esa sensación?", pregunta en el relato a su interlocutor. Un desayuno en Tiffany´s resultaba para ella el santo remedio.

Diamantes, amantes. Si alguien sigue buscando compañía del mundo mineral, no tengo noticia. Tal vez Madonna, the material girl por excelencia, que ha entendido siempre la conveniencia de distanciarse del dolor. Uno de sus clips reproduce la secuencia rosa de la Monroe.

jueves, diciembre 21, 2006

El lado íntimo de la vida

Dos días seguidos refiriéndome a los desencuentros. ¿Así que prefiero la lectura a preparar el pavo? Un lector ha entendido que celebro el lado dark de las cosas. Diré en mi descargo, que hoy mismo he jugado a transformarme en el elfo navideño ideado por MSN. Uno inserta el rostro en el pequeño cuerpo y se ve bailando a ritmo de villancico.

Sucede que adoro el lado más íntimo de la vida. La charla con los hijos, la conversación vital entre adultos o estas reflexiones en la Red. Poco que ver con la seguidilla de reuniones institucionales que comenzaron a moverme el piso.

Sobre el tema culinario admito sí, ser una hereje. Casi no creo que agregar tal o cual ingrediente al ave de la noche navideña vaya a cambiar su sabor. Pido las disculpas internacionales del caso a Ferrán Adriá y a nivel local a Gastón Acurio, en fin.
Agrego, como acabo de comentar en un blog, que me queda más cerca la promoción del oficio de cocinero de mentes, es decir de educadores. Requiere eso sí, un aumento de sueldos. No duden de que la idea pueda marchar. Hoy casi cualquier adolescente en Lima quiere ser chef, profesión ni siquiera imaginable hace diez años.

Si doy a veces la impresión a veces de cerrar un ojo, como la imagen (Víctor Rodríguez, 2004), es sólo para ver mejor. O como dice el blog, para hacerme de la vista flaca. ¡Ah!, si les interesa el swing de gnomo navideño, naveguen en elfyourself.com

miércoles, diciembre 20, 2006

Ensanchar los límites

He llegado al tema de los modales esta mañana, buscando entretenimiento intelectual en medio de las celebraciones pre-navideñas. Cada año intento sumarme a ellas sin éxito, motivo de mi admiración por quienes disfrutan estas fechas. Una amiga vive diciembre haciendo cuentas regresivas. Diez…nueve...ocho...siete...¡Feliz Navidad! ¡Próspero Año Nuevo!

En esas he revisado un libro de Norbert Elías, “El proceso de la civilización”. Le seguía la pista a otro de Erasmo de Rotterdam, "De la urbanidad en las maneras de los niños". Este texto escrito hace cuatro siglos, sigue la tendencia manifiesta de antiguas civilizaciones, por la manera más deseable de tratarse entre humanos. La ruta es apuntar a los padres y a la manera en que deben educar a sus vástagos.

Erasmo se aleja del mundo de las cortes para proponer modales válidos a todas las clases sociales. El asunto no es sólo ser bien educado, sino más humano. Sin olvidar que como todo humanista, el filósofo coloca al individuo y ya no a Dios como centro de sus preocupaciones.

La civilización nos moldea, que duda cabe. No esconde sin embargo, el origen de nuestras costumbres y el hecho de que sus restricciones trazan una línea en cada época, entre el mundo que se considera normal y el que no.

Aún así, se puede establecer un juego propio. Leer por ejemplo, en vez de de preparar el pavo. Comunicarse a través de la Red, en lugar de forzar tantos encuentros. Más preciso, desencuentros.

martes, diciembre 19, 2006

¿Hay alguien ahí?

Estar en la vida. Alguna rama de la publicidad tendría que poner en circulación la frase para que nos resulte conocida. Puede que algunos la asocien al momento del parto y al llanto inicial que identifica a todo humano como recién nacido. De seguro, son menos los que la relacionan al sentimiento del vivir.

Hablando el lenguaje de Winnicott, psicoanalista que enriqueció la línea dura de Freud, el sentimiento de vivir la vida lleva el sello de una madre que ayudó a su bebe a jugar cada vez con mayor autonomía. Ay, si esos ojos que deben encaminar al niño hacia un desarrollo sano brillaron por su ausencia. La psique paga en años posteriores con una pobre manera de instalarse en la vida. Adiós creatividad, confiabilidad, humor y hasta autenticidad.

Valga subrayar que para reparar esa falta se puede emprender el camino de regreso. La sensación de vacío o sólo el aburrimiento como acompañantes, pueden actuar como motores para emprender el viaje interior que tiene lugar en el espacio terapéutico.

Me he levantado pensando en el Gato de Cheshire, el animal al que Alicia en el país de las maravillas le dedica esta reflexión: "He visto muchísimas veces un gato sin sonrisa, ¡pero una sonrisa sin gato! ¡Es la cosa más rara que he visto en toda mi vida!"

El cuadrúpedo de Lewis Carrol me viene a la memoria ante ciertos encuentros. Seres apagados, que quedan bien en lo social, al precio de contener su lado más personal. Considerando lo malo de esconderse y que nadie llegue a encontrarte, mi curiosidad me hace lanzar un, ¿hay alguien ahí?

Imagen: Max Burchartz, 1931

lunes, diciembre 18, 2006

El periodismo cultural es un catoblepas

Imaginar si, ensañarse no. Voy a dejar de decir que el periodismo cultural es un caballo sin jinete, para proponer que recuerda al Catoblepas, un ser imaginario que Borges describe como "una fiera de tamaño mediano y de andar perezoso. La cabeza es notablemente pesada y al animal le da mucho trabajo llevarla, siempre se inclina hacia la tierra. Si no fuera por esa circunstancia , el Catoblepas acabaría con el género humano, porque todo hombre que le ve los ojos, cae muerto".

Lo dicho, si el periodismo cultural no llega a fulminarnos se debe a que la cultura no preocupa a tantos. Da para discutir y hasta para acusarlo de cómplice de "perversiones mercantiles ", como llamó una crítica mexicana a la difusión de un perfume Frida Kahlo y seguidamente de uno Diego Rivera, pour homme, claro que si.

El matrimonio desavenido ente cultura y amarillaje viene siendo un intento de acercar la alta cultura a la cultura de masas. La torre de marfil, aquella del individuo culto que presumía de su saber no funcionó más, y los puentes comenzaron a tenderse dizque desde la posmodernidad. Hay sin embargo, resultados que no pueden verse tan puristamente. Les alcanzo un par de casos.

Uno, el del Philadelphia Museum, venerable recinto de las artes plásticas (tiene piezas de Van Gogh, Rothko, Duchamp...), sigue mencionando en su web que Rocky I recorriò sus gradas. Otro, el Museo Dalí de Figueras, incluyó en su promocionada celebración del aniversario número cien del catalán, una entrevista con Ronaldinho. También en su web, el astro del fútbol aseguraba que había estado en el museo y que aunque no entendía mucho, le gustaría regresar...

Si los caminos se han seguido haciendo al andar, lo criticable a mi entender es que se haya dejado de probar alternativas. ¿Cuantos años mantiene nuestro diario decano "El Comercio" aquello de cine y más cine, chisme caliente en materia de tv y consejitos supuestamente bien intencionados del tipo no se lo pierdan, no se lo pierdan?

Argumentar que eso es lo que le gusta a la gente y que hay que vender, es perpetuar la identidad del Catoblepas. Habría que hacer ingeniería social, como dice el filósofo Popper. Cambiar nuesto perfil historicista anclado en el así son las cosas (el mercado) y nada se puede en contra, por el afán de construir las instituciones de acuerdo a nuestros propósitos y deseos.

Sin Catoblepas, aunque también sin Icaros, el periodismo cultural está llamado a hacernos la existencia más creativa.

viernes, diciembre 15, 2006

Cuando se pide más

...pero,
como decir tantas cosas
si las palabras hoy,
se fueron todas
y sólo tengo un invierno en mi costado
que habla por mí, quizás con una rosa,
sí con una rosa.

...siempre supe que te encontraría
en alguna vieja calle de Lima
desde entonces
preparo cuidadosamente nuestro encuentro.
(María Emilia Cornejo).
Imagen : G. Okeefe,1930.

jueves, diciembre 14, 2006

Dos caballos sin jinete


Les ofrecí ayer referirme a uno de los cuadros más apreciados de la National Gallery en Londres, Wistlejacket, un retrato ecuestre de George Stubbs fechado en 1764. La adquisición de la pintura fue precedida por la proyección de la imagen en la fachada del museo y resultó un éxito. Animó al público a evocar el siglo en el cual los paseos en carroza y las carreras de caballo eran un boom. Se había establecido el vínculo para generar la identificación con una imagen, requisito al parecer indispensable en opinión del historiador MacGregor, para consagrar una pieza como obra maestra.

Entre las varias interpretaciones de Wistlejacket, interesa su significado como una muda alusión a la lucha política de ese entonces. Un funcionario de la oposición del gobierno de Jorge III, encargó al artista la representación de su más afamado caballo. La intención secreta habría sido resaltar no sólo la belleza del animal, sino la ausencia de un jinete capaz de controlar su fiereza. Stubbs prescindió del formato que solía usarse para dignificar a un monarca. Éste solía situarse en el lomo de un caballo dando a entender su dominio, no sólo sobre la naturaleza sino sobre sus súbditos.

Lejos de los años en los que la corona británica tenía que vérselas con el afán independentista de los colonos en Norteamerica, el Primer Ministro Tony Blair, sigue en la mira de las críticas por su gestión en la guerra de Irak. Como para considerar si el imaginario no necesariamente conciente de los espectadores, se sigue identificando con un recurso que desautoriza un estilo de conducción política.

En Lima
Inflar una exposición debía generar una suerte de motín del espectador. El Comercio le dedica ayer la portada de su sección Luces a una muestra de tres recientes egresados de la Facultad de Artes Plásticas de la Universidad Católica. Tras visitarla corroboro aquello de que el papel aguanta todo.

No es una cuestión personal afirmar que ni la mitad de las espectativas generadas pueden ser satisfechas. Me pregunto si no hay manera de cuestionar el periodismo cultural que desorienta. Urge evitar la incredulidad frente a la prensa que luego lamentamos. Otro caballo sin jinete.

miércoles, diciembre 13, 2006

¿Es ésta una obra maestra?

Las opiniones sobre arte recorren una camino distinto al de las afirmaciones sobre el mundo físico. Una olla con agua hirviendo no permite un diálogo del tipo: yo creo que si pongo la mano dentro no me quemaré o, yo por el contrario pienso que al hacerlo mi mano se despellejará. Alguien tiene razón y punto.

Otra aspecto a tener en cuenta, es que inducidos por la civilización a mostrar una curiosidad limitada tragamos etiquetas sin preguntar el por qué. Ahí está el concepto de obra maestra. En el siglo XIX, autores con nombre propio llenaron de gloria la Mona Lisa de Leonardo. A más de venerar el oficio del artista para sugerir la perspectiva en un fondo como paisaje, o usar el claro oscuro para crear una atmósfera, se dijo que la sonrisa del personaje era una deliciosa muestra de ternura, ardor y y tristeza.

El escritor Lawrence Durrel observó que su sonrisa reflejaba la satisfacción de una mujer que acababa de comerse a su marido. En años más recientes, la feminista Camille Paglia, que la sonrisa de la venerada Gioconda indicaba que los hombres no eran necesarios. No hace mucho a raíz de El Código da Vinci de Dan Brown, la Mona Lisa ha ganado una nueva batalla. Las visitas al Louvre, se incrementaron en poco menos que en un millòn de espectadores.

Les dejo a ustedes un indicio que según el historiador Neil McGregor, se juega en el concepto de obra maestra: Su ambiguedad y en este sentido, su capacidad para que se proyecten en ella distintas opiniones.

El mundo no ha cambiado al extremo que uno pueda pensar que si se tira de tal edificio flotará y de aquel otro no, pero en el arte seguimos confrontando opiniones. Las habrá más y menos autorizadas, pero de algún modo todas se tocan. Mañana les cuento sobre el caballo de Stubbs, "Wistlejacket" y por qué siendo infinitamente menos conocida que la obra de Leonardo, al menos fuera de Londres, se ha ganado el título de obra maestra.

martes, diciembre 12, 2006

Enamorarse de una muñeca



La fantasía de un hombre que arroja arena a los ojos de los niños que no quieren irse a dormir; al parecer una amenaza corriente dirigida a los niños en países de habla alemana, enhebra uno de los relatos fantásticos de Hoffman. Es a su vez, punto de partida de Coppelia, coreografía que Arthur Saint Leon presentó en el Teatro de la Opera de Paris en 1870 con música de Leo Delibes.

El repertorio clásico puede enriquecerse, como decía ayer. Basta ver en que quedó la Coppelia de la francesa Maguy Marin de la que he colgado la secuencia que ven aquí. Una mujer pasea por la calle y se detiene a curiosear el gesto de un hombre mayor que saca al balcón a una mujer bella pero gélida. ¿Podrían hacerse amigas? Difícil, es en realidad una muñeca.

El protagonista original era arrastrado hacia una pasión incontrolable por Olimpia como se llama en el cuento. Nataniel la descubre fatalmente un día través de unos prismáticos. Pobre Nataniel. No puede librarse de su influjo aunque ella en virtud de un artilugio sólo pueda mirarle a los ojos y responderle ¡ah, ah!

Otra versión debe ser la de Víctor Ullate que por estos días se presenta en Madrid. Si todo es vital cuando la creatividad asoma en el horizonte. Disfruten ustedes del lenguaje coreográfico de Marin y buen día.

lunes, diciembre 11, 2006

¿A pedir de Bocca?

El bailarín argentino Julio Bocca y el Ballet Argentino convocaron cerca de mil espectadores anoche en su presentación en Lima. La empresa Petrobás había ofrecido invitaciones vía e-mail a quien se comprometiera a asistir. Un atisbo de la producción a toda regla que logró un aforo completo en el Teatro Vértice del Museo de la Nación, espacio nuevo para la danza.

El intercambio entre la mencionada empresa y la Fundación Julio Bocca merece reconocimiento. A más del espectáculo, la escuela de Bocca ofreció Seminarios dirigidos a la formación artística de maestros y alumnos de danza en Lima. Ha otorgado becas a dos bailarines para pasar un año en Buenos Aires con los gastos cubiertos. Todo eso a pedir de Bocca, promotor de la danza en el continente.

A sus treinta y nueve años y si se retira el próximo año como lo ha anunciado, el argentino lo hará en magnífica forma. Su primer pas de deux de la noche, logró unir dominio físico y sensibilidad para emocionar al auditorio. Los números a continuación fueron sin embargo sin matices ni sorpresas y sobre todo sin cambio de intensidades.

Oí al término del programa varios comentarios que no salían del, "qué bonito, no". Ni por asomo quedó claro que el arte de la danza está también comprometido con la vida de todos los días, con sus furias y sus penas, sus alegrías y hasta con sus sorpresas y misterios.

El plato final fueron varios pas de deux con música de Frank Sinatra. ¡Por favor! Latinoamerica entera se agita hoy con los ritmos en los que prima la fusión. Abren incluso puertas en EE. UU. y Europa. ¿Puede un elenco de esta parte del mundo no acusar recibo en cuerpos tan preparados? La danza tiene como la pintura, todo el derecho de mantener en su repertorio piezas clásicas, ¿pero no necesitamos acaso un arte que sea la imagen viva de la creatividad, antes que la de un romanticismo inmóvil?

Ah, la sala aireada, bien iluminada y con una zona de estacionamiento adecuada, evitó la congestión vehicular; pero hay que decirlo, el espectáculo comenzó con media hora de retraso, ¿daremos alguna vez el paso de la puntualidad?

viernes, diciembre 08, 2006

La magia de las proporciones


¿Qué tienen las esculturas de Ron Mueck para sobrecogernos? Seguro que algo más que la maestría de su oficio. El artista de origen australiano parece moldear con silicona, acrílico y algún otro material la vida misma. Sí, el parecido funciona ¿pero qué más?

Sus obras me hacen evocar a Gulliver en el país de los enanos, el cuento de Swift. También al personaje del escritor italiano G. Bufalino que jugaba con la idea de que toda la galaxia no era sino un millón de cálculos en el riñon de un corpulento animal, su cólico interminable. Me pregunto si Mueck no decidió evocar su imagen a una escala más reducida.

Recuerdo también a Freud en el artículo sobre las situaciones que nos provocan un sentimiento que llama "lo siniestro". Esa mezcla de angustia y miedo ante lo que no sabemos cómo controlar. De hecho un mundo vinculado a los fantasmas, las ánimas y hasta los muertos.

Dice el creador del psicoanálisis, que la situación nos lleva de regreso a nuestros años infantiles. Ningún niño teme al pensar que su muñeca le va a hablar o que su carrito de juguete lo conducirá del punto A. al B. ¿Pero no se supone que siendo ya adultos hemos dejado atrás el animismo?

Qué escalofrío pensar que lo inanimado pueda cobrar vida. El arte juega con la posibilidad y nos la lanza en la cara. No se si me daría más miedo quedarme sóla y con las luces apagadas en el Museo de Brooklyn donde se exhibe una muestra de Mueck hasta febrero del 2007, o pensar que me sucede lo mismo en una exposición poblada de seres diminutos.

Las proporciones cuentan en el orden de nuestro mundo. Que bueno que la magia del arte nos permita trasponer esos límites. Siempre con un boleto de regreso, claro.

jueves, diciembre 07, 2006

Oficio:¡Mutante!


Se llama Orlan, es francesa de nacimiento y desde los años sesenta se mantiene en la escena artística reclamando atención sobre el tema de la identidad femenina. En los noventa radicalizó sus perfomances con la consigna de transformarse. Comenzó a operarse la cara para construir ella misma su imagen, de allí su oficio de mutante.

Hay quien observa que la anestesia que le aplican en sala de operaciones, cumple también como parte de su tesis. No más dolor para la artista. Para el público en cambio, una gran inquietud. Tras la operación quedan fotos y videos, sin olvidar que la artista ha llegado a colocar un monitor en varias galerías para transmitir en directo su momento quirúrgico.

Se me ocurre que como otros seres poco avenidos con sus progenitoras, Orlan ha querido parirse a si misma. Como si se pudiera, ha radicalizado su búsqueda de identidad. ¿No querrá cambiarse de sexo? No responde Orlan, confirmando que prefiere pasar por un híbrido que ha evitado cuidadosamente la única transformación orgánica aparatosa que se espera de un miembro del sexo femenino. No ha tenido hijos.

Respecto a su autoestima, la dinámica en la que se ha sumergido le ha permtido al parecer, mantenerla muy alta. Declara la francesa que sus perfomances son poesía pura. Sus operaciones se acompañan de música, a los cirujanos los visten diseñadores con un nombre en el mundo de la moda, la iluminación es ta, ta, ta, tá...

¡Ay Orlan! , que daño te hicieron. Coherente en su discurso hasta cierto punto, no hay como seguirla cuando dice que le tiene mucho miedo a la muerte y que nunca la va a aceptar. ¿No es esa una de las claves de una existencia llevadera?

miércoles, diciembre 06, 2006

La dignidad no se opera

Envejecer, un destino para el que algunos se preparan y otros le cierran los ojos. Cuando los abren, sus párpados tienen la textura de una bolsa. Así se comporta la materia de la que estamos hechos. Pierde las cualidades que promueven las etiquetas de los productos de belleza ofreciendo a la piel un segundo debut.

También está la cirugía plástica y su legión de enemigos y seguidores. En el caso de Orlan, la artista de origen francés se ha venido aplicando a si misma los cortes en la cara que otras mujeres se hacen por arrancar suspiros de admiración a sus contemporáneas. Lo suyo es la parodia. No es por mejorar su apariencia que se hace bultos y se deforma.

Chuck Close, artista estadounidense ha jugado más bien a observarse y a pintarse. Sus autorretratos de corte hiperrealista nos inquietan al hacernos partícipes del paso del tiempo. Chuck nos hace de espejo.

Vamos. Las mejillas colgantes no pasan por los jardines de Babilonia, ni las mejillas sin colágeno por el diagrama de un mandala, pero hay más. La entrada y salida del quirófano es la ficción más grande de todas si no ha habido intensidad, entrega y búsqueda en la experiencia de vivir.

Y hay menos. Basta ver a alguien tras una intervención quirúrgica poco afortunada, para afirmar que sólo una vida interior dignifica las arrugas.

martes, diciembre 05, 2006

Multitudes con sed


Hay quienes creen que las multitudes están sedientas. ¿Y de qué si puede saberse? Supuestamente de arte, una necesidad atendida hace por lo menos una década por los museos como si de una coca cola para el espíritu se tratara.

El asunto me da para recordar los toques de pasteurización de la exposición de Dalí en el 2005. Recorrí las salas del Philadelphia Museum, adonde se había trasladado la exposición de Venecia, convirtiéndome en testigo del empeño puesto en reiterar el genio de Dalí. A exigencias del marketing, se tendía un velo sobre su lado humano. Se pasaban por alto sus angustias y desfallecimientos,  sus piezas menos logradas y el hecho de haber entronizado la masturbación como tema pictórico. De esto último, ni mús. El audio player adosado a la oreja del visitante, insistía en el enigma creativo del catalán. Vaya forma de calmar la sed.



La exposición actual de Van Gogh en el Museo de Bellas Artes de Budapest que permanecerá abierta hasta marzo del 2007, parece recorrer otro camino. Bate récord de visitantes, aún cuando acaba de abrirse y pretenda desmitificar la leyenda del loco que pintaba rechinando los dientes.
El maestro holandés al decir de la comisaria de la muestra, se presenta como un creador que pese a su desequilibrio psíquico, plasmó oficio en sus lienzos.

Estará más de acuerdo el crítico Robert Hughes quien observaba que si hubo alguna vez un artista cuya obra debiera verse con cuidado y sin prisas, era la Van Gogh en Arles. De parte nuestra, sigue siendo claro que esperamos antes que al loco que lanzaba chorros orgásmicos de amarillo y azul, del que hablaba Hughes, al pintor que inventaba un paisaje logrando que el paisaje lo inventara a él.

Crear y transformarse. Esa es la sed, acaso esa sea también la coca cola para el alma.

lunes, diciembre 04, 2006

Un respirador apasionado





El viento dejó de golpear gratamente la cara del tripulante. En un instante su alma, despojada de memoria, se ha olvidado de entonar el: estoy a mil, estoy a mil... Ser de tierra, ahora naúfrago, su embarcación ha chocado con una roca y se desarma.

¿Por qué la educación pasará tan rápido el capítulo: "Accidentes" en la vida humana? El provecho de la asignatura en sus versiones I, II y III tendría lugar en una sociedad que no se resista tanto a tomar nota de la fragilidad de la que estamos hechos.

Las imágenes de Kiki Kogelnik (1935-1997), me sugirieron el tema. Si el primer paso es admitir que nuestro bote hace agua, la capacidad de recuperación hace posible ver luz al final del túnel. Mención aparte merece la creatividad de las sonrisas de Kogelnik, de lejos más estimulantes que los estandarizados smiles.

El título de la nota es tomado de Sloterdijk. Los párrafos del filósofo que transcribí el viernes, se me han quedado dando vueltas. Suscribo eso de andar por el mundo como un ser que es un respirador apasionado. ¿Qué tal ustedes?

viernes, diciembre 01, 2006

Interiores clandestinos


Las líneas de “Esferas I” están llenas de imágenes que unas veces se escapan y otras lo impregnan todo; pero su autor el filósofo Peter Sloterdijk interesa igual. Neuronas más o menos, exige ante todo al lector la pasión de encontrar. Hace ver Sloterdijk, que tanto dándonos cuenta como no, vamos por el mundo amoblando nuestra psique. Transcribo a continuación unos párrafos sobre nuestro oficio en el planeta. Hacemos las veces de “arquitectos de interiores clandestinos”.

“La revolución de la psicología moderna no se agota en explicar que todos los hombres viven constructivistamente y que se dedican sin excepción a la profesión de arquitectos de interiores clandestinos que trabajan incesantemente en sus alojamientos receptáculos imaginarios, sonoros, semióticos, rituales, técnicos. (…) No sólo es el diseñador de un espacio interior propio imaginado con objetos relevantes, tiene además que dejarse instalar, siempre e ineludiblemente, en los receptáculos del prójimo y de la proximidad interior como mobiliario familiar, como cuerpo de resonancia, como pared antagónica única. En consecuencia, la relación entre sujetos humanos que se reparten un campo de proximidad hay que describirla como una relación entre receptáculos inquietos, estresados, que se limitan y contienen mutuamente.

(…) Ya con sus primeras pinceladas pues, la psicología moderna diluye la ilusión individualista de concebir a los individuos como unidades o yoes sustanciales, que, como miembros de un club liberal entran en contacto con otros, libre, arbitraria, adicional, revocablemente como corresponde a la ideología de la sociedad contractual individualista. (...) El riesgo fundamental de toda intimidad lo señala el hecho de que en ocasiones el destructor se acerca más a nosotros que el aliado."
Imagen: Gabriele Muenter

jueves, noviembre 30, 2006

Quedarse pegado


De la palabra stuck en inglés, proviene el nombre de una de las últimas corrientes pictóricas inglesas, el stuckismo. Sus artistas declaran que se han quedado pegados a la pintura figurativa, y que las manifestaciones del arte conceptual no les parecen en modo alguno arte.

Naturalmente, suscitan las simpatías de quienes entienden el arte como una pugna entre el realismo y la vanguardia loca. Qué lío. Los stuckistas no son tan tradicionales como podría pensarse. Al enfilar contra el director de la “Tate”, la galería más alharaca del arte contemporáneo en Londres, don Nicholas Serota, se valen del mismo amarillismo que atribuyen a los artistas subversivos.

Una pintura de Charles Thomson, stuckista en toda la línea, mostró en agosto último a Serota examinado una truza femenina. El hombre aparece preguntándose si será o no una pieza auténtica de Emin. Para los entendidos se trata de Tracey Emin, artista plástica que representará a Gran Bretaña en la Bienal de Venecia el 2007.

Thomson y su movimiento batallan contra la complacencia que Serota ha venido mostrando en promocionar el arte conceptual. La cama de Emin con huellas de una noche de sexo y copas, fue exhibida en la “Tate” como una iniciativa a celebrar a fines de los noventa . Arte como no, dijo el círculo de críticos próximo al promotor. Los stuckistas: Una cama no es arte.

Hay detalles privados en los orígenes de una corriente a la que no vacilo en llamar narcicista. ¿Por qué colgarse sólo ellos la etiqueta de verdadera pintura? Billy Childish, cofundador con Thomson del stuckismo, (renunció en el 2001) fue novio de Tracey. Caramba. La hoy exitosa Emin lo canceló el día que consideró que no le seguía los pasos en materia artística. Le dijo entonces: “You are stuck”. Probablemente en un encuentro catártico, Childish y Thomson, resolvieron la revancha y surgió el ¡sí pegados y qué!

Lo que a mi gusto no va, como ya adelanté, es el reclamo de exclusividad del stuckismo. Las artes plásticas, a veces ventanas abiertas a la realidad y otras muros que nos devuelven a la reflexión o a la mera sensación, son un ejercicio para acercase a la vida misma. ¿Por qué los parámetros a tal acercamiento? El gesto es crear, no quedarse pegado.

miércoles, noviembre 29, 2006

El Dr. Neyra y la barbarie

Urge aprender a hacer trámites en regla. Desactivar el recurso de decirle al otro que se es fulano de tal. Lo peor de todo es que nadie está libre del desmán lingüístico. La desatención y el ninguneo provocan la emergencia del “no sabe ud. con quien está hablando”, frase que corresponde probablemente a la época feudal y que sin embargo se usa hasta hoy en nuestro colectivo social. ¿No somos todos iguales ante la ley? ¿No puede proponerse un trato cordial entre los miembros de la sociedad civil y los funcionarios estatales?

Se me ocurre que por cada peruano con educación superior que repite la frase, el país se hunde un milímetro en la barbarie. Escuché hoy la versión del Dr. Hugo Neyra por la radio. Aseguraba que tuvo que lanzar el “no sabe ud. con quien está hablando” cuando le cancelaron su boleto en un vagón que debía trasladarlo de un punto a otro al sur del país. A su juicio, la compañía de transportes había decidido desembarcar a los peruanos y favorecer a los extranjeros. Viaje y frase gritada de por medio, el Dr. consiguió viajar.

Imagino que el hundimiento del país producido por el Dr. Neyra, Director de nuestra Biblioteca Nacional, es decir un hombre de ya-no-más-libros; debe haber producido un resbalón más acentuado de nuestro territorio en la barbarie.

Ironías aparte, me pregunto cómo poner freno a nuestra inclinación de volvernos energúmenos argumentando que fue el otro quien inició el desmadre. Si los entredichos en el va y viene de la interacción humana son esperables, habría que desear que salga airoso quien confía en la propia habilidad para hacerse escuchar. Eso mientras ponemos en claro el tema de deberes y derechos de cada quien. El resultado no sólo puede volvernos individuos amables. Tal vez encontremos el camino para vivir en democracia.

Imagen: Francesco Clemente

martes, noviembre 28, 2006

La máquina de mostrar

Las imágenes están allí para sacudirnos. A veces hasta nos cobijan. Algunas empujan más arriba la bóveda de los cielos y otras si acaso la tuviera, la de los infiernos. En un lugar intermedio están los abortos de imagen. Limbo de artefactos que no encuentra la manera de sumarse a la movida visual que nos envuelve. Se detecta su falta de oído para complacer a esa máquina de mostrar en la que, como dice el filósofo Sloterdijk, se ha convertido el arte contemporáneo. Es un hecho, si o si, que toda obra en circulación implica promoción y dinero de por medio.

Un bocadillo para echar a andar la propia maquinaria cerebral, y formarse una opinión al respecto, es la pieza de Chris Ofili “Santa María la Virgen”. El artista británico encontró un lugar para exhibirla en “Sensation”, esposición de la Royal Academy of Arts de Londres en 1997. Dos años después, indignó al por entonces alcalde de Manhattan R. Giuliani presentándose en Brooklyn.

Las iras que el funcionario estadounidense llevó hasta el Senado, actuaron como un poderoso mecanismo para atraer las miradas y hasta las narices sobre la obra del autor. Ofili había enmarcado a María la Virgen en medio de excrementos de elefante solidificados.

En “Caca de elefante” (1997), Vargas Llosa asegura que para tener éxito como pintor se requiere del escándalo, incluso de la truculencia. A su juicio, “Sensation” fue una prueba de que no había ya nada artístico, ni siquiera un gusto estético en la pintura, “sistema podrido hasta los tuétanos”. La literatura en cambio, mantenía el criterio...

Para el filósofo Danto, la misma muestra en Brooklyn resultó en cambio, un pequeño orgasmo. Su defensa a Ofili y compañía (Damien Hirst, Sarah Lucas, Jenny Saville, Ron Mueck) es proverbial: “Se diga lo que se diga en el Senado, realmente es arte. Lo peor que se puede decir es que es impetuoso”. Y refiriéndose a la pintura de María: “La santa Virgen nunca ha sido especialmente exigente acerca de cómo había que retratarla”.

Mención aparte merecen las raíces africanas de Chris Ofili y en ese sentido el material en cuestión. ¿Con María, quería Ofili aplicar una tunda al catolicismo, como dijo el alcalde?, ¿blasfemar?, ¿que piensan ustedes?

Si acaso el tema les resulta arduo, cojo un filón navideño de interrogaciones. ¿Arman ustedes el arbolito en casa?, y, ¿no resultamos también a veces por la época, una máquina de mostrar?

Imagen: Chris Ofili

lunes, noviembre 27, 2006

Del teatro y de tener un Ofili

Todo fue ver la escenificación de Antígona, el relato de Sófocles sobre una de las hijas de Edipo el sábado, para sentir que el teatro en Lima era un hervidero de jóvenes con talento. Los presentes, la sala estaba llena, seguíamos el relato de Sófocles con una atención a prueba del vuelo de cualquier mosca contemporánea. La heroína que elige perder la vida antes que su libertad al desafiar el mandato de Creonte y dar sepultura a su hermano Poliníces, nos había puesto en contacto con la esterilidad de la tiranía.

El director Roberto Ängeles ha enriquecido la pieza con aportes de otras obras. El decorado, el vestuario ¡qué trajes!, las luces y la música aportan lo suyo en un montaje de vigencia estremecedora. Felicitaciones digo, con el propósito de agregar a mi agenda más salidas al teatro.

A mi vuelta a la plástica y a la vida cotidiana, me he topado con los preparativos de Navidad. De pronto y en esas casualidades bienvenidas, salió a su vez de mi archivo "La Santa Virgen María" (1997) pintura de Chris Ofili. Se las muestro aquí con el propósito de detenerme en otro momento con mayor amplitud en una historia que tiene varias aristas.

Una de ellas la encuentran en el artículo "Caca de elefante" de Vargas LLosa. Otra en la posición del filósofo Danto en "Sensation in Brooklyn". Para más datos les adelanto que no me siento una "stuckista" (pegada); el término se refiere a los seguidores de la agrupación londinense que combate el arte innovador, tildándolo de escándaloso y hasta farsesco.

Podría más bien responder a la pregunta: Can you be a "wannabe" from an Ofili? Yes. Así, muy teatral y llena de próximos temas, les deseo un buen inicio de semana.

viernes, noviembre 24, 2006

Sarah y los huevos fritos


Sarah Lucas (1962), artista británica, busca despercudirnos con sus autorretratos. Explícitamente masculina en su postura, aún con su par de huevos fritos o precisamente por ellos, hace pensar en el modelado de la mujer por la cultura. Y otra vez el tablero de ajedrez, si leyeron la nota de ayer.

jueves, noviembre 23, 2006

Cuando el espacio nos habita



El espacio solía convocar nuestra atención de manera un tanto distante. Hoy las cualidades de los objetos se escurren en nuestra sensibilidad. Es distinto moverse entre piedra, cemento, alumino, mármol o madera. Entre colores fríos o my cálidos; entre techos altos o bajos, en fin.

El diseño ha venido reclamando un lugar preferencial en nuestra percepción, al punto de casi querer habitarnos. Pretensión que según nos advierten quienes se dedican al oficio de poblar nuestro entorno de medidas y tonalidades, depende del gusto de cada quien y del poder de su tarjeta de crédito.

Puede atriburise al minimalismo la iniciativa de intervenir el habitat cotidiano y no sólo los museos de materiales cuyo común denominador era su toque de teatralidad. Los objetos debían "representar" el papel de obras de arte, dado que para el canon tradicional al menos no lo eran. A mediados de los años sesenta, la adquisición de una pieza de Carl André hecha por la galería Tate de Londres causó un escándalo.

No sé si el escándalo se mantiene para ustedes, con las otras instalaciones de André que están a las cabecera de la página, ojo que son de distinta fecha. Lo que quería contarles es que de un tiempo a esta parte, esa suerte de tablero de ajedrez me persigue. La encuentro en cuadros, uno de ellos es "La metamorfosis de Narciso" de Dalí, otro "La representación suspendida" del peruano Ramiro Llona. Hace unos meses visité un departamento y estaba. Nada tan espectacular como reparar que los treinta y seis cuadrados tienen también un lugar en el recibo del edificio donde me mudé hace poco.

Estoy decidida a disfrutar del decorado minimalista. Lo contrario sería tener que llegar a terapia y dar como motivo de consulta, ¡que estoy viendo todo cuadrado!

miércoles, noviembre 22, 2006

El silencio, un vértigo




El silencio. Una necesidad que tras experimentarla hace posible un percibir sonoro renovado. Se puede sin embargo, hablar de lo mismo respecto a las imágenes. El santo de Loyola recomendaba hace quinientos años, usar los ojos de la imaginación para ver en nosotros mismos. Al decir de don Ignacio, el procedimiento permitía superar lo visto en el mundo exterior.
Nos resistimos. Hacemos a un lado la posibilidad de convertirnos en nuestro propio laboratorio. Esta mañana he decidido ir a contracorriente. Me valgo del ramo de flores de Chagall y de unas líneas de la argentina Pizarnick para hacer silencio.
"Buscar no es un verbo sino un vértigo.
No indica acción.
NO quiere decir ir al encuentro de alguien
sino yacer porque alguien no viene".

martes, noviembre 21, 2006

Tres imágenes en busca de autor



La señorita Marple, a quien leía de chica en las novelas de Agatha Christie, no ha dejado su habilidad en mí. Hace unos meses coloqué en mi archivo estas imágenes sin indicar datos precisos de su autora. Es probable que las prisas de ese día me hicieran anotar solamente Bravo. El asunto es que hoy considerando que se trataba del apellido de la fotógrafa decidí seguirles el rastro pero vuelvo de mi navegación con las manos vacías.

Constato la necesidad de explorar la red a través de imágenes. Podría ser un alternativa introducir una imagen y que el navegador brindara el nombre del autor. Si alguno de ustedes se anima a resolver el caso, podríamos seguir hablando de mujeres vinculadas a novelas de corte policial y psicológico. Patricia Highsmith, la creadora de ese personaje que protagonizó Matt Demon en Ripley, es el primer nombre que me viene a la cabeza.

Si no, la prolífica Mart Higgins Clark, que vive en Nueva Jersey alumbrando títulos como quien hornea pasteles. Me pregunto si su novela "Perdida en su memoria" podría aplicarse a mi caso. En "La carta robada" de Poe, el indicio que salta a la vista y por tanto que no se investiga porque se considera obvio es el que resuelve la desaparición. Aquí, ¿que estoy dejando de lado?

Valga aún sin el nombre del autora, pegar una mirada al insurgente perfil de estas imágenes. ¿O sea que las mujeres también sufren? ¿Y no eran todas modelitos fashion?

lunes, noviembre 20, 2006

Ay, el arte

Hace ya un tiempo que la palabra arte anda en problemas. El historiador Gombrich decía que no existe el arte sino los artistas. Y el filósofo Danto decretó la muerte del arte en 1984, aunque no consideró que lo dicho fuera un obstáculo para seguir refiriéndose al arte "después del fin del arte". La crítica artística por su parte, bebe un trago amargo. El espectador poco quiere saber de palabras difíciles sobre cine, danza, la plástica, o cualquier otro de los desbordes que se agrupan bajo el rubro del perfomance o la instalación contemporáneas.

No se descarta que si uno quiere ejercitar la cabeza, le toque dar un paso adelante del consabido "me gustó" o "no me gustó" a la salida de un espectáculo. Estoy en esas, tras mi ida al cine ayer para ver la coproducción peruano-española "Mariposa Negra", y asistir el sábado al "Encuentro de jóvenes coreógrafos" patrocinado por el Consejo Nacional de Danza.

Les cuento a ustedes, que en la película no pasé de cierto interés por un relato que tocaba y con nombre propio un pasaje agobiante de la historia política del Perú de los años noventa. La corrupción de Montesinos, oculto asesor presidencial de Fujimori y la intención de una mujer por vengar la muerte de su compañero a manos del temible abusador.

Funciona el gusto de reconocer temas, actores y escenarios locales, goce legítimo del que hemos estado privados mucho tiempo debido a la escasa producción cinematográfica local. Que pena. La historia no tiene matices, sí un poco de truculencia al ocuparse del sexo entre dos mujeres, ¡que forma tan burda de visualizarlo! Sobre la fotografía y la composicion, no complacen al ojo. El guión basado en la novela "Grandes Miradas" de Alonso Cueto resulta lo mejor del conjunto, pero la mariposa no logra desplegar su alas.

Del encuentro coreográfico, muchas piezas parecían sólo un ejercicio en clase. Faltaba la magia de ese arte que como decía el viernes, evoca la imagen de la escritura sobre el agua. Volví a casa pensando que le correspondía al Consejo de Danza afinar la selección de propuestas con un criterio artístico. De lo contrario, si el tema central es el esfuerzo personal de tanto joven que quiere bailar a pesar de los inconvenientes económicos, lo que termina diluyéndose es el esfuerzo organizativo.

Mejor sería becar a los interesados para asistir a centros coreográficos de otras latitudes. Coordinar con la Escuela Nacional de Ballet, en fin. Aprender exige disciplina y la correspondiente modestia para saber que es lo que se lleva a un escenario.

Imagen: R. Gober, 2004

viernes, noviembre 17, 2006

Escribir sobre el agua


Parecía hecha a pedido. Me refiero a la atención de los estudiantes de mi clase de Psicología del arte, durante los cincuenta minutos de la proyección de la pieza de danza contemporánea del coreógrafo sueco Mats Ek, "Carmen” (1992). Algunos tomaban contacto por primera vez con la disciplina artística que como dice el mismo Ek, no es la vida pero mantiene vivas todas esas pequeñas cosas que la componen.

Habíamos pasado del material meramente visual de las artes plásticas al movimiento de una disciplina que evoca la escritura sobre el agua. Al término del espectáculo uno tiene para llevarse a casa, sólo la intensidad de sus emociones. Los comentarios sobre lo visto resultan por lo general un hablar entrecortado, a fin de cuentas el lenguaje del cuerpo ha hecho lo suyo, lejos de la palabra.

Me hubiera gustado mencionar en el momento la conocida frase de la anarquista Emma Goldman (1869-1940): “Si no puedo bailar no me interesa tomar parte en su revolución”. Hubiera permitido tal vez calibrar la estética de la danza, pero resulta que se me pasó embargada por el gozo que experimenté ante la mencionada atención, incluso la mía propia que había visto varias veces la obra.

Sobre Ana Laguna, la bailarina española protagonista de “Carmen” y esposa de Mats Ek, la prensa en Cuba la llamó hace poco y a propósito de su presentación en el XX Festival de La Habana, “una de las grandes mujeres del mundo de los gestos”.

jueves, noviembre 16, 2006

El lado publicitario de la vida


La publicidad dejó de ser el monstruo de tres cabezas que pretendía la crítica cultural en los años setenta. Recordar la satanización del Pato Donald me hace sentir bastante más oxigenado el mundo de hoy. Entonces el planeta completo parecía hundirse sin que hubiera adonde ir, como no fuera a esa revolución última y final que cambiaría de plano el sistema económico y de paso nuestra psique compañeros.

Se me ocurre mencionar la película "Fantasía" de Disney, plena de imágenes y sonidos gratos, como una muestra de que el consumo cultural puede ir por distintos caminos. No paso por alto la crítica abierta a distintos aspectos de la globalización, a la violencia, al tema del género y a todo aquello que más que considerarse políticamente correcto o no, mueve a valorar la condición propiamente humana.

Grandes palabras. A lo que iba es a dar mi vaya y pase a la creatividad de quienes asumen el oficio de publicistas. Vender productos y sus imágenes tiene su arte, claro que en el marco de una ética y una filosofía de la vida.

Estas líneas nacen de enterarme por el boletín de publicidad que recibo, que existe un lado Coca Cola de la vida. Y que los creativos de una agencia mexicana nos han de regalar ahora el lado Coca Cola de la Navidad. Ya, digo pero al ver las imágenes me sorprende que sea un oso el portador de los deseos.

La navidad en el hemisferio sur es caliente y sin pedir una campaña centrada en la llama, la alpaca, o la vicuña, solicito la inventiva publicitaria para sentirme representada. El lado Coca Cola de la Navidad sería sino, bien coca cola, una sacada de vuelta que los usuarios del idioma le hemos dado en estas tierras a la expresión. Estar coca cola quiere decir por aquí, estar loco.

miércoles, noviembre 15, 2006

El sobre bajo la puerta



La campaña de un hospital dedicado a las enfermedades del corazón, ha poblado Buenos Aires de variadas imágenes sobre el más preciado de nuestros músculos. Y es probablemente ésta que ven ustades aquí, siendo la pieza más humanizada la que gana en cuestión de clics.

El entusiasmo por fotografiarse al lado de la figura de la cual sobresalen piernas y brazos coronados por un ramo de flores, me hizo pensar que el arte contemporáneo cumplía su propósito. Ese "tómame también a mí" que se expresa en las actitudes de los transeúntes, es una manera de interactuar con la obra.

Se me ocurre que así como los sobres que se cuelan inadvertidamente bajo la puerta, la escultura logra entrar a la sensibilidad del espectador. Si no es la belleza, ni el parecido al objeto real lo que lo atrapa, es el juego.
Las preferencias siempre siguen abiertas.

martes, noviembre 14, 2006

Iconofilia






Imágenes del mexicano Carlos Amorales en un collage personal. Eso de subirse a un avión con el previo de haber visto "Los malos duermen bien" en el MALBA, no estuvo precisamente "bárbaro" como dicen los chés. Tengo que confesar que me da miedo alejarme de la tierra como no sea en la fantasía.
Ver entrevista a Carlos Amorales

lunes, noviembre 13, 2006

En Buenos Aires

El viernes tomé un vuelo Lima-Buenos Aires y aún estoy en la ciudad que se queja del color oscuro de su río, el Rio de la Plata. La urbe se consuela de la polución con la belleza de sus edificios y el colorido de sus áreas verdes.

La gente sale a tomar el sol en los parques donde el pasado se hace presente en la piedra de sus monumentos. La figura de un ex-presidente, la pieza escultórica dedicada a los caídos en la guerra de las Malvinas, la imagen de la venerada Evita.

En cuanto al mundo contemporáneo ávido de objetos inteligentes, basta observar la enorme flor de acero que adorna el Parque de las Naciones. Un mecanismo neumático hace que sus pétalos se abran de día y se cierren de noche.

He estado en el Malva, el Museo Latinoamericano de Buenos Aires y qué sorpresa. La muestra temporal del mexicano Carlos Amorales me ha parecido sensacional."Los malos duermen bien" es una exposición de dibujos en tres proyectores simultáneos que evoca el once de setiembre estadounidense.

La fantasía del autor toma contacto con lo que pudo ser la fantasía de quienes planearon el ataque a las Torres Gemelas. La música de Julian Lede presta su carga siniestra a ese tiempo previo de quienes entre aves, aviones y un ansia de violencia de intenso color rojo, imaginaron el paso a paso del atentado.

Queda pendiente mostrarles algunas imágenes, mañana que vuelvo a Lima. Saludos y "buenos aires" a ustedes también.

jueves, noviembre 09, 2006

Leonardo, Magritte y los otros


Ojalá el tiempo les de para llegar al minuto cinco. Las imágenes de Bacon, el pop y una serie de contemporáneos sacuden ojos y corazón.

miércoles, noviembre 08, 2006

¿Y tú, cuánto me quieres?


Cuando mis hijos eran muy chicos, respondía al juego del “cuánto me quieres” con un millón o con infinito Si la que volvía a la pregunta era yo, el chiquito abría sus brazos al punto que la maniobra lo hacía casi perder el equilibrio. El espacio que abarcaba no medía más de cincuenta centímetros, pero en fin. Abriendo hoy mi correo, se me vino a la cabeza que una madre actual debe responder en gigabytes. ¿Y tú cuánto me quieres mami? Un giga hijito, un giga.

Afinando el tema les diré a ustedes, que mi reflexión la motivaba no tanto la maternidad como el mercado del arte. Recibo una página que me pone en contacto con las subastas de obras cuyos autores tiene ya un nombre. El circuito oficial las ofrece supuestamente apetecibles a escala de millones de bytes. Páginas de páginas que tras inscribirse y anotar una contraseña, uno debe recorrer para sintonizar sus deseos al perfil de su tarjeta de crédito.

Me detuve en el británico Damián Hirst considerado el artista de la semana. Nacido en la década de los sesenta, logró que su exposición en la galería Saatchi de Londres trascendiera a la prensa. A inicios de los noventa, se le ocurrió colocar en una enorme caja de formol un tiburón muerto que medía cerca de cuatro metros de largo. El título de su escultura – instalación era: “La imposibilidad física de la muerte en alguien vivo”. A modo de actualización diré que este año el tiburón estaba descomponiéndose y que el comprador, un millonario estadounidense que había pagado por la pieza doce millones de dólares, negociaba el reemplazo del animal.

A lo que iba, a una otra escultura - instalación de la que hay mil ejemplares, cuyo precio es dos mil ochocientos ventiseis dólares. Tal vez no haya jugado lo suficiente de niña el ¿y tú cuanto me quieres? Reconozco ser una de las afectadas por este mundo de unidades de medidas que se nos escapan. ¡Por poco me suena razonable!

Imagen: Un Damien Hirst en subasta.