sábado, diciembre 19, 2009

Sobre todo en diciembre

Digan que no, pero enfrascarse en una lectura por estos días, responde sobre todo a la decisión de quedarse en casa en vez de ir a la reunión de intercambio de regalos número noventa y cinco. Un alma solitaria, abrumada por el contacto social, se lanza entonces a explorar en los meandros de la última seducción editorial y elige ´Elogio de los calvos´ de Philippe Eliakim, un francés tan divertido como ansioso que comenzó a quedarse sin pelo al cumplir los veinte años. Acompañar es lo que le toca a un libro en estos tiempos y Philippe acompaña. La primera sospecha de que su cráneo habría de convertirse en una pista de aterrizaje la tuvo al terminar la adolescencia, una edad en la que uno podría estar preparado para perder el tiempo o quien sabe una abuela, pero no las hebras de unos hermosos rizos color manzanilla. Considerando que las mujeres los prefieren peludos, el francés comienza a vivir una monotemática infelicidad que lo conduce a protagonizar situaciones inverosímiles. La lectura es ligera aún en los pasajes en que el autor hace referencia a productos y consejos médicos para combatir la alopecia. Bien entendido Philippe: no hay remedio, por eso tu escritura antes que al dudoso consuelo de un libro de autoayuda; inyecciones, unguentos, hipnosis, transplantes radicales, o hasta sopa de erizo como remedio, aspira a arrancar una sonrisa. ¡Se nos da por llamar infelicidad a cada cosa! Sobre todo en diciembre.
Imagen: Angel Mateo Charris.

jueves, diciembre 10, 2009

Creer y que te crean

Un grupo de amantes de la creatividad artística mostró anoche el resultado de su quehacer a lo largo de estos últimos meses. Los Containers Bros como se identifican, habían decidido intervenir una vivienda en la calle Grau cerca del parque de Barranco, y abrir sus puertas a quienes acusaran recibo de su convocatoria vía Facebook. Cumplieron. No hubo prensa, ni el alboroto que suele traer consigo la presencia de la tv..A más de la red social digital, funcionó el boca a boca entre los allegados a estos jóvenes que, para plasmar el trabajo que los hace sentir felices, se valen de la pintura, el dibujo, las ilustraciones, el modelado de materiales, las instalaciones y el reciclaje de trastos tales como radiografías obsoletas, aparatos de tv blanco y negro o envases de plástico descartables. El resultado es un conjunto visual nada convencional que como pasa con las intervenciones en general lleva al espectador a preguntarse por el sentido y los límites del arte. Acaso también por las relaciones entre el arte y el poder. Llegó gente, hubo vino, bocadillos, proyección de cortos en el techo, un trío rapero y algo más que me perdí cuando tuve que irme. Pienso que si los interventores mantienen su empeño, no tendrían por qué hacerlo únicamente en vena romántica. Ni Dios ni el mercado protegen a quienes sólo indagan. El uno pide fe; el otro, dinero en movimiento. Las nuevas exploraciones tendrían que tomarle el pulso a un sector más amplio que al compuesto por los leales seguidores que se hicieron presentes. Importa hacerse un lugar en ese ir y venir de eventos que agarran viada en Lima. Autovalorar el esfuerzo y esperar el veredicto del respetable sobre el producto ofrecido. Dicho diferente, se trata de creer y que te crean.

martes, diciembre 08, 2009

Atención, cuántas cosas se hacen en tu nombre

Tania Bruguera, la cubana con nombre de guerrillera y apellido de feria del libro llevó este año el perfomance al límite. Su presencia en el Pabellón de Murcia de la Bienal de Venecia transformó la lectura de un texto sobre el compromiso político del artista y los riesgos del auto sabotaje en un intento de suicidio. La participación de Bruguera en la máxima exposición de arte contemporáneo internacional, no habría causado similar revuelo, de no ser por la imperturbable actitud con la que dejó de leer para empuñar el revolver que tenía sobre la mesa. A fin de cuentas la autonomía del artista está en agenda desde el tiempo de los primeros impresionistas, pero nadie que lee ante una audiencia se interrumpe para apuntar un arma a su sien derecha. El cañón del adminículo tocaba la zona exterior del lóbulo que se encarga de la comprensión de la palabra al momento en que la suscrita apretó el gatillo. Clic. El artefacto cargado con sólo una bala quién sabe de plata, rehusó lanzar el proyectil que habría hecho saltar por los aires al menos una masa encefálica. Como los ascensores, carros y edificios actuales ¿sería un arma inteligente? Bruguera volvió a su texto y con sus maneras híbridas entre artista visual y jugadora de ruleta rusa repitió un segundo y un tercer clic. Oh, oh. El gesto le fue también adverso, o favorable, según se quiera entender la voluntad de correr el riesgo de perder la vida ante improvisados testigos. Sólo al término de la conferencia la pistola dirigida al techo convirtió un cuarto clic en un disparo efectivo. ¿Dónde quedó el casquillo? Alguno de los presentes intentó seguirle el rastro sin éxito lo que hizo correr el rumor: la pistola era de juguete. Bruguera dijo que no. Que podría haber muerto si el azar no la favorecía. Luego concedió una entrevista.

jueves, diciembre 03, 2009

La vanidad ajena

Me topo con alguien vehemente. Una mujer que tan sólo verme me lanza un a ti te interesa el arte ¿no? ¿A qué te refieres? No logro hacer mella ni en el oído ni en el arrebato vital de la doña. Como sabes prosigue Carmen Rosa, el psicoanálisis tiene mucho interés en el arte contemporáneo. ¿Así? Te interesa Freud, pero para él todo era Tiziano y Leonardo, decido pasar por despistada. Noo, hablo de Lacan rastrilla ella. Ahhh, sin querer decir que estoy en todas ya me había pasado por la cabeza la incapacidad de sublimación que mencionan los lacanianos al interpretar la violencia actual. ¡Por qué no lo dije! La mujer arremete con lo que llama lo ultimó de la Bienal de Venecia. Es un hecho que si me mantengo al inicio de la escalera que conduce al segundo piso del mall, el término conversación va a identificar sólo las palabras que emiten las cuerdas vocales de Carmen Rosa. ¿Habrá venido a comprar libros al Jockey Plaza? Que yo esté buscando un par de zapatillas no me libra de la curiosidad de saber adonde me lleva este encuentro. Supongo que voy a hacer de fantasma. Del espejo que Carmen Rosa necesita para decirse que está al tanto de esto y aquello. Muy lacaniano todo me digo al momento en que una pareja pasa a mi lado comentando las ofertas de Tommy Hilfiger. ¡Todo el día es el dos por uno! Distraída no le hago caso a mis tripas que por lo menos a veces practican la tolerancia cero frente a la vanidad ajena. Carmen Rosa ha obtenido información de la Bienal por Internet lo que la hace sentirse con licencia para pasar por conocedora. Oye pero yo he estado allí me digo. Igual la escucho.
Imagen: Pizza veneciana.