La presentación de los ex- ´The Doors´ en Lima el diecicocho de este mes, se celebra anticipadamente como un acontecimiento musical. La promoción radial usa el tema "Riders on the storm" , aunque el mayor éxito del grupo fuera "Light my fire", no en vano se ubicó en el primer lugar de la lista estadounidense Billboard en 1967. Como quien juega a la memoria le pegué una mirada a lo ocurrido por esas fechas y he aquí que los rockeros me sirvieron de ´puertas´ para una colección de hechos significativos.
jueves, abril 03, 2008
miércoles, abril 02, 2008
¡Importan los héroes!

La mil seiscientas entradas disponibles para asisitir a la función en la que el tenor peruano Juan Diego Florez hizo el papel del duque de Mantua de Rigoletto, la ópera de Verdi, sencillamente se agotaron. La puesta en escena del lunes pasado en un teatro del puerto del Callao, localidad ubicada a veinte minutos en carro del Centro Histórico de Lima, movilizó a aficionados al género y a todo aquel que le gusta estar ´donde hay que estar´. Si luego sale en la foto muchísimo mejor.
La afición por la ópera en Lima ha subido unos puntos así como en en materia de deportes lo ha hecho el surf. No en vano Sofía Mulanovich, tablista local obtuvo un título mundial y se mantiene en el ranking de las mejores corredoras de olas del globo.
Que se levanten voces de protesta contra las prerrogativas de Florez quien parece haber conseguido ´lo que hay que tener´: éxito, dinero y hasta una novia guapa con la que se casará el cinco de este mes en la Catedral, es parte de la dinámica de la construcción de un mito. ¿Así que se cerrarán las calles adyacentes a la Catedral donde se realizará la boda del cantante lírico? ¿Y eso por qué?, he leído en un blog cuyas líneas dejan entrever el color amarillo de la envidia.
Como ocurre en la ficción de Rigoletto, el bufón del palacio del duque de Mantua, toda historia tiene sus protagonistas y antagonistas. La libertad de elegir en donde se coloca uno, responde a una historia personal como a las tendencias que parecen imponerse en el entorno sociocultural.
Confieso que aunque no disfruto en particular de la ópera, me excluyo de esa suerte de canibalismo local que despierta el despuntar de un héroe. No me interesa alardear de persona justa, sino subrayar lo necesitados que estamos de figuras con méritos.
Y claro que me hubiera gustado oir a Juan Diego Florez en ´La donna é mobile´, pero es que no me gusta estar ´donde hay que estar.´¡Gulp!
Imagen: Lorena Aranda y Juan Diego Florez, envío de J.C. Alvarado.
martes, abril 01, 2008
Había una vez...
Mi recorrido por temas de estética en el siglo XVII viene siendo menos una extravagancia que la necesidad de aclarar algunos conceptos sobre el mismo término ´estética´ y la clasificación de las ´bellas artes´. En esas me he dado con un personaje singular: Charles Perrault (1628-1703) funcionario de la corte de Luis XIV (1638-1715) animador de la polémica, en francés querelle, entre quienes se pronunciaban a favor de la cultura griega y quienes llamándose modernos la criticaban. Perrault no sintonizaba con Homero y más bien con la poesía francesa de su época así que se ubicó del lado de los modernos.
Un respiro me pareció indagar en las publicaciones del francés sobre relatos de la tradición oral europea, convertidos bajo su pluma en cuentos de la literatura universal como se dice. ¿Circulaban también entre los indígenas nambikwara con los que convivió Levi Strauss antes de publicar ´Las estructuras elementales del parentesco´? Cabe dudarlo, pero de hecho entre los/las urbanitas de esta parte del mundo sí. Encuadernaciones de distinto tipo se eligen hasta hoy para hacer un buen regalo a un niño. El adulto que hace el presente juzga necesario que el pequeño ser tome contacto con ´Los cuentos de mamá gansa´del francés. Otros autores como los hermanos Grimm y Hans Christian Andersen les darían nueva forma, pero Perrault fue el primero.
Encontré en traducción al español tres que comenzaban con había una vez. ¿Los identifican? La globalización de nuestra pisque no ha comenzado ayer. Perrault era francés, los Grimm alemanes y Andersen danés.
"Había una vez un gentilhombre que se casó en segundas nupcias con una mujer, la más altanera y orgullosa que jamás se haya visto. Tenía dos hijas por el estilo y que se le parecían en todo. El marido, por su lado, tenía una hija, pero de una dulzura y bondad sin par; lo había heredado de su madre que era la mejor persona del mundo..."
"Había una vez un rey y una reina que estaban tan afligidos por no tener hijos, tan afligidos que no hay palabras para expresarlo. Fueron a todas las aguas termales del mundo; votos, peregrinaciones, pequeñas devociones, todo se ensayó sin resultado. Al fin, sin embargo, la reina quedó encinta y dio a luz una hija. Se hizo un hermoso bautizo; fueron madrinas de la princesita todas las hadas que pudieron encontrarse en la región (eran siete) para que cada una de ellas, al concederle un don, como era la costumbre de las hadas en aquel tiempo, colmara a la princesa de todas las perfecciones imaginables..."
"Había una vez una niñita en un pueblo, la más bonita que jamás se hubiera visto; su madre estaba enloquecida con ella y su abuela mucho más todavía. Esta buena mujer le había mandado hacer una caperucita roja y le sentaba tanto que todos la llamaban..."
Imagen: Gustav Doré.
Un respiro me pareció indagar en las publicaciones del francés sobre relatos de la tradición oral europea, convertidos bajo su pluma en cuentos de la literatura universal como se dice. ¿Circulaban también entre los indígenas nambikwara con los que convivió Levi Strauss antes de publicar ´Las estructuras elementales del parentesco´? Cabe dudarlo, pero de hecho entre los/las urbanitas de esta parte del mundo sí. Encuadernaciones de distinto tipo se eligen hasta hoy para hacer un buen regalo a un niño. El adulto que hace el presente juzga necesario que el pequeño ser tome contacto con ´Los cuentos de mamá gansa´del francés. Otros autores como los hermanos Grimm y Hans Christian Andersen les darían nueva forma, pero Perrault fue el primero.
Encontré en traducción al español tres que comenzaban con había una vez. ¿Los identifican? La globalización de nuestra pisque no ha comenzado ayer. Perrault era francés, los Grimm alemanes y Andersen danés.
"Había una vez un gentilhombre que se casó en segundas nupcias con una mujer, la más altanera y orgullosa que jamás se haya visto. Tenía dos hijas por el estilo y que se le parecían en todo. El marido, por su lado, tenía una hija, pero de una dulzura y bondad sin par; lo había heredado de su madre que era la mejor persona del mundo..."
"Había una vez un rey y una reina que estaban tan afligidos por no tener hijos, tan afligidos que no hay palabras para expresarlo. Fueron a todas las aguas termales del mundo; votos, peregrinaciones, pequeñas devociones, todo se ensayó sin resultado. Al fin, sin embargo, la reina quedó encinta y dio a luz una hija. Se hizo un hermoso bautizo; fueron madrinas de la princesita todas las hadas que pudieron encontrarse en la región (eran siete) para que cada una de ellas, al concederle un don, como era la costumbre de las hadas en aquel tiempo, colmara a la princesa de todas las perfecciones imaginables..."
"Había una vez una niñita en un pueblo, la más bonita que jamás se hubiera visto; su madre estaba enloquecida con ella y su abuela mucho más todavía. Esta buena mujer le había mandado hacer una caperucita roja y le sentaba tanto que todos la llamaban..."

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