miércoles, octubre 31, 2007

Una experiencia revitalizadora

Una vista del escenario donde se llevó a cabo el Seminario para transformar la propia vida y la institución de pertenencia, llevado a cabo por Innovacción. Si siguieron ustedes las crónicas que le dediqué a esta valiosa experiencia los tres días pasados, comprenderán que haya vuelto a casa tan conmovida como agotada. Uno de los puntos claves del encuentro ha sido correr el riesgo de enterarse cómo lo percibe el grupo. De qué manera lo impacta uno y cómo puede ser impactado por los otros. Cada quien decide que hacer con el sentimiento que le produce tal descubrimiento.

martes, octubre 30, 2007

En el camino


¿Qué hacer entre las once y media de la mañana y las cuatro de la tarde? El receso de ayer en el Seminario al que estoy asistiendo, de hecho bastante más prolongado que cualquier otro que hubiéramos tenido antes, me movió a buscar una manera distinta de aprovechar el tiempo. A todas luces quería hacer una pausa al encuentro humano, al menos en lo que a los participantes de la experiencia grupal se trataba. Mmm... resolví coger las llaves del carro y salir de los predios del hotel. Hasta el tuétano banal, quería encontrar a alguien que me limpiara el carro sirviéndome de pretexto la respuesta que me había dado temprano un empleado del establecimiento. Ellos no brindaban ese servicio. ¿Y de cuando acá me volvía yo tan prolija en materia automotriz? La imagen que me venía a la cabeza era sin embargo, la de mi check out mañana y el traslado a Lima en un vehículo empolvado.

Ya en la playa de estacionamiento del hotel, corroboré que el vehículo parecía efectivamente haber subido y bajado montañas, atravesado ríos y, a juzgar por las hojas posadas en la luna delantera, haber estado sometido a un viento muy fuerte. Ran ran ran, prendí el motor y enrumbé al pueblo dándome conque no había nadie aparente para la tarea. Me dirigí entonces hacia la carretera. ¿Hasta donde iba yo a alejarme en tan peculiar búsqueda?

Felizmente no mucho. Sin haberlo pensado, conducí unos kilómetros más allá hasta el club al que soy asidua y conseguí que me limpiaran el carro. En el entretanto me entretuve tomando una bebida y mirando el paisaje.

No fueron sólo los árboles. Hurgué en mis sentimientos para acercarme a los motivos de la casi extravagancia que me había impuesto: Salir en busca de un limpiador de carros. Reparé así que no quería mostrar a través de las huellas del polvo en el carro, ni a los otros ni a mí, el aspecto de quien regresa de un Safari. La palabra de procedencia bantú que en un sentido se refiere a la caza fotográfica de animales en parques y reservas del continente africano, apareció con naturalidad en mi vocabulario.

Si he tomado fotos de un parque humano me dije, en las que con un clic particular me he incluído yo misma, quiero que ocurra lo que pasaba antes de entrar al mercado la cámara digital. Que mi experiencia vaya al laboratorio, para tras el proceso de revelado enterarme recién de qué manera les hago un lugar en el camino. No hay apuro.

Imagen: Francesco Clemente.

lunes, octubre 29, 2007

El planeta interior

Hay "Yoes" de todos los tipos. Autosuficientes, huidizos, temerosos, vanos, empecinados, bien amados, auto vapuleados, oxigenados, mínimos, vehementes, anquilosados y hasta hipertróficos. Unos son fijos, decididos a no ceder ni un milímetro de lo que han logrado hasta el momento, y otros plegables. A caballo entre la voluntad de mantener su fidelidad a sí mismos y la disposición al cambio. ¿Se puede remodelar un Yo? Hay indicios para decir que si y la experiencia grupal en un formato por completo inusual puede ser el camino.
Como les contaba el viernes, los conductores del Seminario en el que me encuentro hincan el "Yo" alejándolo de su zona confortable. Se trata de "experienciar", como se dice por aquí, situaciones que hemos venido sea descartando, sea soportando, sin atinar a hacerles frente. Tan sólo afinar el oído a lo que sentimos de manera inconciente, salen a relucir las turbulencias o carencias que nos habitan. Uno advierte entonces, que puede hacer más de lo que venía haciendo para librarse de áreas enteras de intolerancia e impaciencia.

Qué bueno caer en cuenta de que algunas fórmulas del encuentro con uno mismo y con los demás reclamaban una transformación. El paso siguiente es entrar a la dinámica de agenciarse nuevos recursos. Un gesto válido aún para los "Yoes" que enamoran a primera vista. Todo humano puede agregar intensidad a sus maneras. Por un lado se trata de modular el ritmo vuelto hacia la adquisición de bienes y distinciones. Por el otro, de valorar no sólo los fines y las metas a las que nos volcamos, sino el proceso que nos conduce a ellos.

Quizás lo más destacable sea reconocer que no vivimos aislados y que un capítulo fundamental de nuestra transformación es el Otro, ese humano que tenemos al frente y que tiene una mirada que en mucho no coincide con la nuestra.

El planeta interior debe sentir confianza para decidir salirse de su órbita y ensayar maneras más vivas. El Seminario intenta proyectar un rayo de luz para hacernos notar que es posible enriquecer y tanto, nuestro sentimiento de estar vivos.

La transformación hilvana la vida.

Imagen : Francesco Clemente.

viernes, octubre 26, 2007

Volverse más humano


Los próximos días voy a pasarlos en un hotel que queda a más de diez kilómetros de Lima, siguiendo un Seminario que tiene como tema la experiencia grupal. Que el regimen sea de internado no es la mayor novedad. La metodología de la institución a cargo del encuentro es totalmente inusual. Apunta a vivir el contacto humano en situaciones muy ajenas a lo establecido. El objetivo final es proporcionar herramientas no sólo para manejarse mejor en grupo, sino para convertirse en un agente dinamizador del propio entorno.

Hay que tener los nervios bien afiatados para tolerar los formatos desestructuradores de la propuesta. Uno de ellos ha sido entrar a una sala donde cada quien quedaba en libertad de coger una silla y ver donde la ubicaba. En ese lapso los consultores enmudecieron. Ninguna directiva y menos la sonrisa amable que podía haber servido para entrar en confianza a los más de cuarenta y tantos participantes que recién nos conocíamos. Los tres especialistas más bien con pinta de haberse tragado un sable, dieron a entender sin pronunciar palabra que debíamos arreglárnolas solos. Los humanos somos animales de costumbres no hay como dudarlo, pero sabemos también reaccionar ante la amenaza de zozobra. Buscamos salidas, quiere decir, intentamos la comunicación.

Definitivamente en esta dinámica la vida en automático sale sobrando. Hay que enfrentar tensiones que usualmente se evaden o se disimulan, y aprender a no turbarse ante los silencios vividos entre individuos con tan distintas percepciones.

Veremos que resulta de este afán que podría expresarse con un, deje de ser prisionero de una suma de convenciones, vuélvase más humano.

Buen fin de semana.

Imagen: Francesco Clemente

jueves, octubre 25, 2007

Acompañar a vivir

Me cuenta N., madre de una niña de seis años, acerca del prolongado acceso de llanto que tuvo su hija hace unos días. Al verla así su hermano que le lleva cinco, había discado el número de la oficina de N. para contarle con preocupación que la menor no se calmaba. La cosa había comenzado con un informativo de la tv. que relataba la noticia de los incendios en la ciudad de Los Ángeles, EE.UU.. Puesta al auricular la niña pudo finalmente expresar su temor. Había deducido que un familiar que vivía en la ciudad más grande del estado de California, había perecido en el fuego. Con todo tino, la madre hizo que el familiar se comunicara telefónicamente con la pequeña para que ésta saliera de sus dudas.



No soy anti televisión, la prueba es que esta breve historia no me parece únicamente válida para dar cuenta de los riesgos de dejar a un niño sólo frente a una pantalla, sino en general frente a la vida. Tendría que ser un sabio. Los padres tienen que acompañar a vivir.
Imagen : Nam June Paik.

miércoles, octubre 24, 2007

¿Tiene la tv. inconciente?


Hace rato que la difusión de actividades de corte académico, como sin duda lo es la realización de un congreso de psicoanálisis, busca un lugar en la tv.. A mi entender, no se tiene en cuenta que la intentona es sino suicida, un meter el dedo en el ventilador. En la caja boba la vida es puro entretenimiento, inclúyanse las noticias escabrosas, la vida de los ricos y famosos, las cirugías plásticas al paso, las series de detectives y hasta los talk shows sobre sexo y sin pelos en la lengua. Al canto pruebas. El zapping de una noche de ocio me hizo dar con la emisión de "Fulanos y Menganas" programa de cable a cargo de Chema Salcedo donde cuatro psiconalistas habían sido convocados para informar sobre el "X Congreso Peruano de Psicoanálisis" cuyo título es “Eros, amor y sexualidad".

¡Ayayay! Puesta yo en el lugar del televidente enterado, (no es falta de modestia mencionar que tengo una Maestría de Estudios Téóricos en Psicoanálisis), me iba sacando conejos de los dedos en vistas de la dificultad de los presentes para hilvanar la visión psicoanalítica con las maneras de la pantalla adormecedora. ¿El inconciente? Pero, !quéejo!, como se dice con acento caribeño.

De hecho los terapeutas no se sentían en casa. Basta considerar que lo suyo son los momentos de escucha íntima a la persona que llega dolida, confundida, sino desesperada a consulta, dándose cuenta sin embargo de que su enfoque del mundo hace agua. ¡Si en la tv. se va del carnaval al orgasmo!¡A nadie puede ni debe irle mal!

Del lado de don Chema, cultiva un estilo que parece forjado a caballo de su alejamiento de un pasado académico y el jolgorio al que incitan las luces de la tv. Todo lo que dicen sus invitados se confronta con lo que a su juicio es un saber antiguo. Ahora señoras y señores es así, ya no hay tal, ni cual. Nos trae la última y ni siquiera de la moda, sino de la vida. Me deja preguntando si hay que practicar la insoportable levedad del ser a toda hora y con algunas respuestas sobre el divorcio entre los estilos concluyentes y temas eminentemente freudianos. Dígase la multiplicidad de Yoes que nos habitan, o la interpretación de los actos fallidos.

A mi entender el programa no fue siquiera un diálogo de sordos, sino un ir y venir de palabras donde los invitados no pudieron sacar a relucir lo mejor de si mismos. Las preguntas de Chema Salcedo ameritaban bibliografía, por ejemplo: ¿Cuál es el lugar del psicoanálisis en una sociedad como la peruana donde un porcentaje altísimo de niños trabaja y adolescentes de la zona de selva se convierten en madres a los doce años? ¡Por Tutatis! Freud mismo redivivo, se hubiera rehusado cortesmente a responder. Si no, incitaban a tomar las cosas a la ligera. Una pareja a la hora de salir al trabajo lucha por ocupar primero la ducha. ¿Qué dice la psicoanálisis? Al que menos podía motivarle una asociación del estilo, ¡contratar un baño Disal! El tópico de ingeniería doméstica logra una sonrisa me dije, pero no acerca al telespectador si quiera un milímetro a la naturaleza de la psique.

La tv. de este tipo debiera tocar temas puntuales que orienten al televidente. ¿Cuánto eros puede haber en intentar meterse al bolsillo el dinero de donaciones a los damnificados de Pisco? Con perdón de lo que seguramente se considerará una banalidad, ¿es amor hacia sí mismo lo que expresa nuestro presidente al subir unos kilos todos los meses?

En el plano internacional se podría haber dado un alcance de la actitud del joven español cuya alevosía a una joven ecuatoriana de dieciséis años años quedó registrada en el video del tren cercano a Barcelona en el que ambos viajaban. El chico le da a ella primero un manazo, luego le pellizca el seno y termina aplicándole una feroz patada a la cara. Interesa saber a qué personaje del mundo interno del joven podía ir en realidad dirigida tamaña agresión. ¿Es acaso de hoy la agresión humana? ¿Y la discriminación?

En fin, creo que fue Freud quien dijo que uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que habla. En esas estoy.

Imagen: Nam June Paik

martes, octubre 23, 2007

En la Ciudad del Sol






Miami. Un lenguaje poco conocido vincula la llamada Puerta de Latinoamerica y el Caribe con Lima. Pocos saben que el nombre de la ciudad con fama de capital del sol quiere decir en idioma indígena, agua dulce, denominación que tiene un lugar en nuestro vocabulario local. Lima cuenta con la conocidísima playa de Agua Dulce en el distrito de Chorrillos, y para más datos la historia precolombina tuvo su máximo exponente en los Incas, el Imperio del Sol.

Me preguntaba si estos lazos subterráneos habrían tenido que ver con el asentamiento de tantos peruanos en el sur de La Florida. Que si o que no, al volver por segunda vez a Miami en lo que fue mi viaje de estos días me llovió por haberla identificado como una ciudad para ir de compras. Seguro que tiene otras vibras, traté de hacer las pases, pero sentí que se me exigía volver a mirar sus atractivos. Si me lo dijeron entre líneas, acepté yo también entre líneas recorrer con ojos frescos la zona donde estaba alojada.

Di una vuelta en carro cerca a Brickell, me subí a una bicicleta para llegar hasta un parque zoológico en Key Biscayne, caminé otro tanto y, con el afán de exploración desatado, acepté navegar. Una pulsera anti mareo me ayudó a sentirme cómoda en la embarcación con la que surcamos el oceáno y el río. No sabía yo de la existencia del río Miami. Las casas del perímetro, como los inmensos edificios ubicados un poco más allá, son dignos de revistas que realzan la arquitectura y el diseño. Por cierto que los botes que tienen sus adinerados habitantes, de seguro figuran también en las páginas de algún Go Boating Magazine.

Me esmeré después en oir las opiniones entre residentes acerca de si el lugar era algo más que un place geográficamente correcto. Es sólo un balneario dijo uno, es una ciudad que crece en términos culturales aseguró otro, lo que sea me gusta vivir aquí afirmó alguien más.

Finalmente si es que algo tenía que resolver, resolví que había belleza en esa parte de Miami. La belleza de una vida tomada como recreo. Si algunos la cultivan y otros la tomamos de paso, gracias a la hospitalidad que se practica en la Ciudad del Sol, lo cierto es que nada mal cae.

En el mar durante el paseo, me vino a la cabeza una imagen que había visto hace poco. Las fichas de un dominó puesto a jugar en un mundo de rascacielos.

lunes, octubre 22, 2007

De vuelta a casa

De regreso de Italia volví a Madrid, que me despidió en metro. Durante la madrugada del sábado habían asesinado a un conductor de taxis y el gremio había hecho un paro en solidaridad. Al decir del encargado del hotel podía ser hasta peligroso intentar subir a un carro que infringiera la medida. Iban a haber represalias contra los amarillos, dado que los conductores buscaban presionar en conjunto a la alcaldía para lograr mayor protección. ¿Qué habrá venido pasando?, me pregunté con apuro. Si no quería perder el vuelo me tocaba arrastrar mi maleta hacia la estación de metro más próxima y hacer un par de conexiones antes de llegar al aeropuerto. Suelo ahorrarme las interjecciones, pero eso de tirar del equipaje por escaleras no adaptadas al peso de los enseres de un viaje transoceánico sí que me costó, ¡xwzghjm!
Siendo sábado y muy temprano me crucé con jóvenes que terminaban recién la noche. El ritual de resistir despierto y juergueando como si nada es un derecho y quizás hasta un deber del humano veinteañero. Una chica pasó a mi lado dando un sorbo de una lata que me pareció Red Bull, tal como luce el empaque del estimulante en Lima. ¿Sería? Vi luego un par de chicos de pelos que por lo parados parecían despiertos. Cabeceaban sin embargo en los asientos de la línea verde. En mi prisa no me acordé de pagar el boleto suplementario que exige el recorrido hasta el terminal cuatro, pero oh racionalidad madrileña, uno podía hacerlo al llegar a la estación final. Qué bien. Me ahorré algunos euros en el transporte y me despedí de esta ciudad tan grata, donde hasta pude encontrarme con una compañera de estudios con la que habíamos venido manteniendo una amistad virtual.
Diré que me moló Madrid, si entiendo bien como usan el término los de la Madre Patria. Luego haría escala en Miami y hoy en Lima para organizar la vida cotidiana otra vez. A propósito, ayer hubo censo nacional. Y ahora ¿ cómo logro que me sumen?












Imágenes: Plaza Mayor, Paseo La Castellana, Parque del Retiro, Puerta del Sol.

viernes, octubre 19, 2007

Un taxi para comenzar de nuevo

Algunas imágenes de Génova, toda una historia mi llegada de noche y en carro. Sumen ustedes que la entrada se hace por una autopista aérea y que al bajar a nivel me tocó una zona de negocios que por la hora habían cerrado. Pensé que estaba en un pueblo fantasma. Un triunfo el momento en que di con un primer hotel para preguntar por el que buscaba. De allí se me ocurrió llamar a un taxi y seguirlo hasta la dirección no habida. Fue como comenzar de nuevo.












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jueves, octubre 18, 2007

Lo antiguo y lo nuevo

Agua.Tan pronto descorrí la cortina de mi habitación advertí que el hotel habìa sido edificado sobre el muelle de una gran marina que albergaba embarcaciones de distinto tipo. Anoche apenas lo había notado. Recorrer la autostrada que une Milán al puerto más importante de la Liguria me había dejado agotada, así que al llegar me eché a dormir a pierna suelta. A veces una se usa toda, como dice una amiga. Temprano tuve que vérmelas con el estacionamiento, que si en Milàn el tráfico es una papa caliente en Génova, ciudad que da al mar y está edificada sobre una serie de cumbres montañosas, es el pastel completo en el horno. Abundan las motos y como en el hotel los barcos. Serenity fue el primero en que me fijé antes de volver la mirada a tierra para detenerme en las montañas pobladas de edificaciones. Es como una postal dije en plan kitsch.

De aquí era Cristóbal Colón. La primera vez que supe de él debía tener yo ocho años y su imagen estaba en un libro de colegio. ¿Era una clase de historia o de geografía? El asunto me resultaba confuso ¿Un italiano que había llegado a América por encargo de los reyes españoles? Tuve también un album de cromos. Esos con figuritas numeradas que cada quien cotejaba al momento del intercambio. En una de ellas don Cristóbal estaba encadenado. Más confusión.

Tras unas vueltas por la ciudad, una mezcla apabullante de estilos arquitectónicos con mucho tráfico, fui a dar a Cogoleto una caleta encantadora. Allí el tiempo de las cabinas públicas de Internet es completamente desconocido. No hay eso por aquí, me dijo el dueño de un negocio. Le pregunté luego a un niño en la calle y me dijo que en casa tenía una PC. Para llegar a Cogoleto sin embargo, hay una autostrada con sus túneles y autopistas aéreas que reposan sobre pilotes de concreto armado.

Mar y montañas, lo antiguo y lo nuevo. La vida en esta parte del Viejo Continente sabe también de desfases. Me hace pensar que vivimos una época que parece recuperar el sentido. Hoy se cree menos en la idea de progreso que en la de aceptarlo todo.

*Más de lo mismo: No puedo colgar las fotos porque el hotel marina no cuenta más que con Internet, nada con Office ni con wifi en la habitación. Se las debo.

martes, octubre 16, 2007

Milán, Milán

Milán juega malas pasadas a quien intenta movilizarse en carro cerca a la plaza del Duomo, la joya de iglesia que junto con el edificio de la Scala son el emblema de la ciudad. El estacionamiento es un tema crítico así que las multas o traslados de vehículos mal aparcados están a la orden del día, al menos en los carteles donde se ve la figura de un remolque. En lo que va de mi estadía, no he visto grúa alguna. Será que se cumple la norma. Me dijo el conductor de una máquina, como se le llama al vehículo de cuatro ruedas en italiano, que sólo con autorización se puede entrar al Centro.

A todo esto, se darán cuenta que mi recorrido ha continuado. Estoy en Italia, un país en el que los viajes están asociados a la expresión Gran Tour como escribió Goethe en su Viaje a Italia alrededor de 1786. En la habitación del hotel donde me alojo, han tenido a bien dejar la crónica del poeta y le he pegado una mirada. Cuenta el autor de Fausto que si antes del siglo XV se viajaba para cumplir con alguna necesidad, a partir de esa fecha nació el interés de conectarse con otra cultura por una curiosidad intelectual e incluso psicológica. Podría decirse que en pleno siglo XXI se hace lo mismo, la diferencia es el ritual previo. Agradecer la suma de circunstancias que permiten al viajero juntar el dinerillo que hace falta para subirse a un avión.

La belleza del Centro de la ciudad sobrecoge casi. He visto en Wikipedia la imagen de la Catedral que se conoce como el Duomo. No se notan sin embargo las figuras ubicadas en las molduras de la construcción que se dice velan por la ciudad. Sobre la edificación de mármol de estilo gótico de tonalidades blancas y rosáceas van todas las miradas y los clics de las cámaras digitales, aún cuando parte de su fachada se encuentre en restauración. Lo estuvo también durante tiempo La última cena de Leonardo, ubicada en la iglesia de Santa María de la Gracia. El turismo está en las calles como en los centros del arte. Visité la Pinacoteca de Brera ubicada en el segundo piso de la Academia de Bellas Artes donde asisten centenares de jóvenes estudiantes motivados probablemente, por la rica historia artística de su país. Entre mis favoritos, pude ver el Cristo muerto de Andrea Mantegna, Los desposorios de la Virgen de Rafael y me sorprendió encontrar dos lienzos de Sofonisba Anguissola, pintora renacentista rescatada por el movimiento feminista para una historia del arte que ha hecho sólo venias al género masculino.

En lo que se refiere a la vida cotidiana, mejor que el carro que se encuentra en la cochera del hotel hasta nuevo aviso, nada más que el metro y el tranvía. Ponerse al tanto de las rutas y hasta perderse forma parte del juego en el que me enfrasco. Una suma de rostros, ritmos y hasta olores en los que la sorpresa de haber viajado a una ciudad en la que me siento muy a gusto me hace sólo exclamar Milán, Milán.

lunes, octubre 15, 2007

Entre el arte, las tapas y la integración

Y el arte fue detenerse ante algún cuadro de Velásquez en el Museo del Prado. Las Meninas por ejemplo, para recordar entonces los relatos al respecto, sin dejar de observar las tonalidades que ni un impreso ni una web llegan a reflejar con exactitud.

En Las Meninas el pintor que volvió su mirada hacia fuera del cuadro al momento de representarse a si mismo en 1656, no ha dejado de observar a quienes lo observamos transcurridos cuatro siglos. Sea porque ocupamos el lugar de los soberanos, Felipe IV y Mariana su esposa, que acaban de entrar a la habitación donde el pintor retrata a su hija Margarita y por tanto su reflejo estaría en el espejo de atrás. Sea porque Velásquez quería dar cuenta de la importancia de su oficio de pintor y ser mirado. ¿No era ésta acaso la manera privilegiada de representar el mundo antes de que apareciera el cine?

Al día siguiente he ido al Centro de Arte Reina Sofía para ver el Guernica que Picasso pintó tras la devastación de la ciudad del mismo nombre con motivo de la guerra en 1937. El público se arremolina alrededor de las obras maestras, en particular un domingo en el que la entrada es libre. Terminé viendo bastante más. Entre los españoles a Saura y Chillida por decir dos nombres.

En este punto entran las tapas en un restaurant sensacional, no bien se sale del museo. Los pedidos de las cañas como se les dice a los vasos alargados en los que se sirve la cerveza y de bocadillos, eran atendidos con una rapidez llamativa. La sincronización entre quien recogía el pedido del cliente y el cocinero, pasaba por un grito a viva voz. Podría jurar que los dependientes tenían registro de tenor y harta vitalidad.

Tras volver al hotel me di con un panel en el metro que refleja el afán del gobierno para administrar la oleada de inmigración y a su vez de discriminación que venía acompañando la llegada de extranjeros en busca de trabajo. Un voto de aplauso. Todos ganamos con ello, se dice ahora.

viernes, octubre 12, 2007

Una ciudad para ir de compras


Miami estuvo soleado y mis anfitriones muy hospitalarios. Pude ir de tiendas y tras unas horas me tocó cruzar el charco. Ahora ando en Madrid, buen fin de semana.

jueves, octubre 11, 2007

La tierra del jazz quedó atrás

Encontré en el New Orleans Museum of Art (NOLA) este lienzo de Judy Chicago, la famosa feminista que adoptó como apellido el nombre de su ciudad. El título de la obra refleja un momento cumbre del movimiento contra cultural que representaron las luchas por reivindicaciones de género, 1973. El título de la obra es: The heaven is only for white man (El cielo es sólo para el hombre blanco). A la vista críptico y subversivo.

Mi visita a las instalaciones del NOLA me hizo pensar en la importancia del marketing para atraer gente al arte. En la ciudad del jazz esta opción apenas funciona, probablemente es una saga de la catástrofe del 2005. Por lo mismo en los pasadizos del edificio de corte neoclásico
estuve prácticamente sóla. No había cafetería, una pena cuando es tan grato hacer una pausa entre mirada y mirada con un café y algo ligero. La tienda del museo si estaba operativa y encontré un libro sobre la estancia de Degas, el impresionista en Nueva Orleans a precio bobo. La madre del pintor había nacido en esta ciudad.

Los nombres de los grandes del modernismo están representados en la edificación de tres pisos. Me gustó encontrar un par de cuadros de Picasso, Braque, Modigliani, Miró entre otros. Hay bastante más del Renacimiento italiano y del barroco holandés, descubrí a una holandesa que no conocía, Cornelia de Ryck. Más que nada las paredes del museo cuentan con obras contemporáneas de estadounidenses, algunas con su dosis de maná que me soprendieron. En fin, le pegué una mirada al arte precolombino que de eso tengo en casa, y a una colección de vidrios y porcelanas europeas.

Anoche he volado a Miami donde me encuentro lista para proseguir esta aventura de dos semanas. Veo hoy que encuentro y lo escribo.

miércoles, octubre 10, 2007

Un tour inusual

¿El Katrina´s tour? Una duda nada metódica me hacía considerar poco probable encontrar huellas del huracán en las afueras de Nueva Orleans. Acababa de grabarse en mi cerebro, el paseo por la zona comercial en la ribera del Mississippi donde se han relanzado las tiendas que fueron asaltadas durante la tragedia. Diré además en mi descargo, que la actual afluencia turística se empeña en hacer borrón y cuenta nueva de la catástrofe.
Finalmente me decidí y no bien subí al bus, sentí que se venía una buena. Los barrios que rodean la ciudad expuesta al turismo, comenzaron a dar paso a un círculo de miseria que me recordó el Truman Show, la película con Jim Carey. Si recuerdan ustedes, el protagonista tarda en darse cuenta de que vive en un escenario ficticio.

Tan sólo partir el chofer del bus a la vez guía de turismo, aseguró que ésta sería una aventura educativa. Sus frases comenzaron a sucederse entonces con una particular intensidad. El hombre evitaba dar una opinión política, pero era evidente que disentía de la administración Bush.

¿No es esta la democracia de EE.UU. donde todos los ciudadanos pagan sus impuestos? me pregunté con esmerada ingenuidad apenas comenzaron a sucederse los vecindarios destruidos. Muchas de sus viviendas abandonadas por sus habitantes, quien sabe si inquilinos o propietarios. Esta población mayormente negra, no es sujeto de créditos porque sus ingresos son muy bajos advirtió el guía, también un hombre de color. Había también negocios tipo restaurantes y oficinas de bancos en ruinas. Al menos dos centros comerciales que habían tirado la esponja en lo que se refería a un posible futuro enfrentamiento con las fuerzas de la naturaleza.

¿Adónde se habrán ido tantos pobladores? Acaso muchos de ellos fallecieron y sea tal vez esa esa la razón de la tristeza del paisaje que me tocó hoy. Gente que partió sorpresivamente y no fue sólo el agua la que terminó con su sueño american. Sin medios y sin apoyo político quién puede reconstruir, dio a entrever el guía.

Me pareció particular la acogida que los pasajeros, todos de distintas partes de EE. UU., dieron al conductor del Katrina' s tour. El recorrido terminó con un aplauso. El hombre dio fin a su charla agradeciendo la visita a Nueva Orleans. La entrada de dólares del turismo es una puerta abierta a puestos de trabajo.

martes, octubre 09, 2007

Tocar por favor

Había oído hablar de lugares así, pero es la primera vez que voy. El Lousiana Children´s Museum ha dejado de lado los no te muevas, no grites o no hagas eso, para que el niño comience a conocer el mundo no sólo con la mirada. Se trata de probar, acercando por ejemplo el oído a la música. ¿Qué tal dirigir una linterna pequeña hacia una de las paredes de un espacio oscurecido siguiendo distintos ritmos? La experiencia nunca puede ser la misma si se trata de un rock, de un tango o de la mismísima quinta de Beethoven. ¿Quieres editar un video?, pues hazlo.

La institución alienta el aprendizaje entretenido, pero ante todo invita a tener en cuenta que el desarrollo humano no se limita al crecimiento de músculos y huesos. La mente en principio pequeña, debe ser atendida en su despertar. ¿Si no cómo comprender el funcionamiento de las cosas, y a los humanos mismos? ¿Cómo adquirir valores que permitan compartir la vida en el planeta?

Me sitúo ante la pantalla de toque digital que ofrece un menú de opciones para enterar al usuario de sus sentimientos. ¿Sabías que molestarse y tener cólera le ocurre a todo el mundo? El asunto es controlar nuestras reacciones para no crear el caos entre los que nos rodean. Responde qué harías en tal situación y en esta otra…

Me gustó poner la mano sobre la esfera que recubre el paso de una corriente eléctrica sin peligro alguno y en general disfruté de juegos y situaciones que no podría terminar de enumerar. Entre otros, el ejercicio de convertirse en una ayuda efectiva en caso de emergencia. Se trata de llamar al 911. Sino, el juego del doctor y el paciente. El mandil del médico está colgado de una percha y los equipos para simular el examen de los ojos son reales. O entender qué es un menú saludable elaborando platos con objetos de madera. Papá y mamá pueden entrar a la cocina y preparar con el niño el menú del día. ¿Que tal ir de compras, y a la salida curiosear en la caja registradora? Todo un mercado con sus estantes a disposición de quien elija esta experiencia. ¿Y quieres hacer inmensas pompas de jabón?

Que un niño aprenda a estar en la vida, lo que se dice, que se porte bien, no tiene por qué ser una suma de nós. Sumen ustedes que el nacer provisto de una mente, no quiere decir tampoco que ésta vaya a crecer en armonía sin la mirada atenta de quienes lo tienen a cargo.

Así como urge un museo de los niños en Lima, el plan B sería conseguir una máquina del tiempo. Colocar entonces en ella a buena parte de nuestros políticos para hacerlos volver a la infancia. Una vez niños dejarlos comprobar que hay mayor gozo en encontrar soluciones creativas para ayudar a otros, que en robar (es un horror lo que está pasando con la ayuda a los damnificados en Pisco ).

Al volver a la adultez, quien sabe serían hasta más felices.

lunes, octubre 08, 2007

Una calle para acelerarse

Nueva Orleans, hora 9.30 pm; fecha ayer domingo; lugar Bourbon Street, la calle que convoca a quienes se aceleran al ritmo del rock, el jazz y el elemento femenino, sin descartar los encuentros gays. Cuerpos semidesnudos de muchachas casi púberes hacen de gancho a la entrada de bares y restaurantes. Otras se ubican en los balcones a la espera del collar que les lance algún entusiasta. Tras recibir el presente, el ritual exige descubrirse los pechos. Uhhhh…exclaman los paseantes al tanto del intercambio. Recorro una sede de Sodoma la ciudad bíblica me digo sin pretenderme la difunta Teresa de Calcuta. ¿Y a dónde fue a dar la Norteamerica puritana?

Es que Nueva Orleans no es solo la calle Bourbon. Voces distintas dan cuenta de la ambivalencia con la que la ciudad vive el éxito de su turismo nocturno. En contrapartida se invita a ver las hermosas casas de Saint Charles Avenue donde para no romper el estilo arquitectónico, inclusive un McDonalds ha sido edificado a la manera de una iglesia. Sino el cementerio de Saint Louis con los mausoleos que construyeron hace buen tiempo familias adineradas. No querían yacer bajo tierra teniendo en cuenta que el terreno pantanoso sobre el que ha crecido Nueva Orleans, pudiera provocar en algún momento la emergencia de los féretros a la superficie. Se puede pasear asimismo, la orilla del rio Mississippi y ver las embarcaciones que lo surcan o detenerse en las docenas de tiendas relanzadas tras la catástrofe del Katrina. Monumentos, iglesias. Ponerse al tanto como no, del vudú de Marie Lavaou, experta a la hora de lanzar sobre alguien el gris-gris, temido maleficio que en Lima equivaldría al daño. O enterarse de su historia. Primero españoles, luego franceses, finalmente norteamericanos fueron quienes tomaron posesión de sus tierras.

Pero vaya con el circuito. Para cierto publico todo es la calle Bourbon donde el consumo de licor es una norma. Fijense que uno de sus cocktailes se ha dado en llamar Hurricane y se toma vaya que si...

No es coincidencia que de pronto recuerde a Pina Bausch, la coreógrafa criticada porque tras una breve visita a Los Angeles y a China quiso retratar ambas ciudades. La salvedad de una crónica es que no hay tal. A contarles de Nueva Orleans me mueve solamente el bendito deseo de escribir.

viernes, octubre 05, 2007

La reina del vudú


Tomen nota de la manera en que un viaje puede sacarlo a uno de su circuito habitual de percepciones, estilos y hasta de gustos. Basta dejarse llevar por el afán de explorar y decidirse a correr el riesgo de perderse. Me refiero, antes que al hecho de no encontrar la dirección de calles o paraderos para llegar a tal o cual lugar, a dejar que se desdibujen un tanto los mapas mentales con los que solemos enfrentar el mundo. El asunto es que viajo mañana por razones familiares a la ciudad más importante del estado de Luisiana en EE. UU.: Nueva Orleans y que tras la navegación de rigor para ponerme al tanto del clima y sugerencias turísticas, recalé en el vudú. Vaya, casi una mala palabra asociada en el cine de Hollywood con otras como macumba y candomblé. Piensen en zombies, espíritus y maleficios, aunque sólo por un rato. La mirada que acabo de pegarle al término me ha dado a entender que el vudú es una religión venida de Africa a América que incorporó elementos del catolicismo. Sobrevive sin embargo la leyenda. Esta señora retratada aquí al lado, Marie Laveau, es considerada hasta hoy la reina del vudú en la ciudad edificada al lado del río Mississipi. Y hay que visitar su tumba, dicen los guías web. Me va a gustar, no sé si tanto ir al cementerio, como aterrizar en un aeropuerto que lleva el nombre de un músico extraordinario, Louis Armstrong. Les cuento.

jueves, octubre 04, 2007

Si esto no es bonito...

Leo a Kurt Vonnegut (1922-2007) en su último libro, "Un hombre sin patria". Me acabo de enterar de esta publicación (2006) que mezcla recuerdos de su vida con la reflexión en clave de humor sobre la sociedad norteamericana. Bush sale mal parado. Además de discrepar con su política, a Vonnegut le caía gordo el presidente por contribuir a confirmar el sentimiento de antipatía que experimenta todo extranjero por su país. Si no fuera por el jazz, dice Vonnegut, advirtiendo que es una herencia afroamericana, no habría el menor interés humano por lo que los estadounidenses han construído como cultura.

Cuando el análisis del autor está recorrido de anécdotas personales, es cuando más lo disfruto. Una de ellas recala en uno de sus tíos, un hombre convencional que creía no sólo en las guerras, sino en que todo humano salía fortificado de ellas.

Siendo un sobreviviente de la segunda guerra mundial y joven todavía, Kurt recibió de regreso a casa unas palmaditas de felicitación. Era su tío Dan que pensaba que con ello por fin se había hecho hombre.

Felizmente Vonnegut tenía también al tío Alex con el que bebía limonada a la sombra de un manzano. Egresado de Harvard, Alex había leído mucho y la charla entre ambos transcurría de manera agradable. Se interrumpía solamente con la frase que al tío le gustaba lanzar:"Si esto no es bonito, no se qué puede serlo".

Toda una llamada de atención a lo que suele ocurrir cuando no nos damos cuenta de que somos felices.

Sentí de pronto que el tío Alex me enseñaba algo. Me gusta escribir "La vista flaca". Ojalá ustedes colgaran sus comentarios con mayor frecuencia, pero en fin. Si esto de encontrar temas para escribir a diario no es bonito, no se qué puede serlo.

Imagen: Saul Steinberg.

miércoles, octubre 03, 2007

¿Qué niños queremos?

He visto hace poco Sybil una película sobre el destino de una niña maltratada por una madre enferma y el empeño de su terapeuta por librarla de los síntomas que la aquejaban. En realidad Sybil era un caso de personalidades múltiples, cada una de las cuales le permitía sortear las prohibiciones de las que había sido objeto.

Pensaba en la importancia de ser criado con cariño, ojalá que con amor, como una verdad que sigue resistiéndose a ocupar el lugar lo suficientemente amplio que debería tener.

Como para que las instituciones vinculadas a la psicología y la educación salieran cada cierto tiempo de cara los medios para recordarlo. Los padres o quienes los reemplazan al asumir la crianza, dejan huellas profundas en la manera que el individuo que crece se ve a sí mismo y al mundo.

Es ilustrativa una experiencia que el psicólogo Robert Rosenthal llevó a cabo en los años sesenta. Su interés fue explorar la influencia de una actitud atenta de los profesores en el aula sobre sus pupilos. Al inicio del año escolar Rosenthal comunicó a un grupo de maestros que había identificado a los niños más brillantes del aula, dato que debían mantener en secreto.

En realidad no había existido tal evaluación y los nombres de los supuestamente más despiertos habían sido elegidos al azar. Sin embargo, la evaluación de fin de año mostró que las expectativas de los docentes habían colaborado en volver a los niños mencionados en los efectivamente más brillantes.

Nos pasa en el mundo adulto. Si alguien nos advierte que la persona a la que vamos a entrevistar es muy inteligente, una será nuestra actitud. Si por el contrario, la antesala de la presentación es que funciona con una neurona a la que le sobrevuela una mosca, ya está...

La novela "Desde el jardín" de Jerzy Kosinsky va por el mismo rumbo. Si recuerdan ustedes a Mister Chance.

martes, octubre 02, 2007

A los misterios algunas flores

Les contaba ayer que iba a escribir unas líneas en memoria de cuatro compañeras del colegio fallecidas hace unos años. Voy a leer el texto en una misa de conmemoración, un tanto sorprendida. No pensé que pudiera encontrar el hilo de ideas y sentimientos en torno al tema. Me preguntaba qué color podría tener la muerte. El negro pensé, ¿no es acaso el color que se usa en los velorios? Casi enseguida me interrogué, ¿y la vida? Debe ser el verde dije. Se asocia a la esperanza. A veces nuestras mentes funcionan así. Eligen los datos más simples y se guían de reglas que no siempre se cumplen. Sucede sin embargo, que esa suerte de caminar en automático nos aleja de un mundo de significados. El negro es también un color elegante, casi el mejor para un vestido de noche; y algunas vidas vagan sin rumbo, no importa si están en medio de un parque entre todos los matices del verde.

Estoy tratando de decir, que si esta noche hacemos una pausa al vértigo cotidiano y tenemos presentes a C. G. F. y L., nuestras compañeras de colegio, es para celebrar la vida. A incluir sin medir el tiempo, sus intensidades y nostalgias. Nuestros recuerdos sin embargo, no apuntan a desalojar la muerte. Como decía el poeta Rainier María Rilke, levantar un muro de protección frente a lo inexplicable empobrece la existencia. La vida no es tal si excluye toda pena, toda tristeza.

Por mi parte, recuerdo a G. a punto de dar a luz. Pasaba yo por la clínica y allí estaba ella esperando las señales de su nueva maternidad. La visité sin haberlo previsto, sin saber todavía yo en que consistía eso de ser madre. De L. me viene a la cabeza su voz ronca, sus maneras quedas un tanto austeras, su pelo negro. De F. el recuerdo es más vago. Una risa, el salto a la soga de un cocherito leré en el patio de primaria. Con C. compartí muchos momentos. El final de la universidad, el inicio de la vida profesional, el mudarse a vivir juntas y tener que vérnoslas con detalles domésticos para los que ni una ni otra estábamos dotadas. C. me enseñó a preparar unos tallarines que nos parecían sabrosísimos y yo la hice escuchar música latina que por cierto asimiló con mucho ritmo. Recuerdo sus pasos de mambo y sus momentos felices, sin olvidar la tristeza que hacía las veces de un viento fuerte e imprevisible que le venía de dentro, y la hacía tambalear por ratos.

Como para pensar que los momentos en los cuales recordamos y extrañamos nos inspiran a ordenar nuestra vida. Ojalá que a encontrarle matices que nos enriquezcan. Si la poesía pide para los misterios algunas flores; y la desaparición temprana de vidas humanas lo es, la religión invita a elevar una oración.

Imágenes: Jennifer Bartlett

lunes, octubre 01, 2007

Sentimientos inexpresables

Cartas a un joven poeta, obra del también poeta nacido en Praga Rainer María Rilke (1875-1926), se publicó tres años después de su muerte. Sus líneas escritas entre 1903 y 1908, dirigidas a un joven interesado en la escritura y en general en la vida, aparecieron hoy en mi agenda de manera imprevista. Pensaba en el breve texto que me habían pedido escribir para recordar a cuatro compañeras del colegio fallecidas hace algunos años. Miré el estante de mi biblioteca referido a poesía con ojos de auxilio y dije Rilke. Recordaba su observación acerca de los sentimientos inexpresables.

Les dejo un extracto del libro de Rilke, que no sé todavía de qué manera podrá inspirarme en mi tarea.

"Debemos aceptar y asumir nuestra existencia del modo más amplio posible. Todo, incluso lo inaudito, ha de ser viable en ella. Este es, en realidad, el único valor que se nos pide y exige: tener ánimo ante las cosas más extrañas, más portentosas y más inexplicables, que nos puedan acaecer".
"Ninguna razón tenemos para recelar y desconfiar del mundo en que vivimos. Si entraña terrores, son nuestros terrores. Si contiene abismos, estos abismos nos pertenecen. Y si en él hay peligros, debemos procurar amarlos. Con tal que cuidemos de ordenar y ajustar nuestra vida conforme a ese principio que nos aconseja atenernos siempre a lo difícil, cuanto ahora nos parece ser lo más extraño acabara por sernos lo más familiar, lo mas fiel".
"Pues no sólo por desidia se repiten las relaciones humanas con tan indecible monotonía y sin renovación alguna de un caso a otro, sino también por temor y recelo ante cualquier vivencia nueva y de imprevisible trascendencia, que uno cree superior a sus fuerzas. Pero sólo quien esté apercibido para todo, sólo quien no excluya nada de su existencia -ni siquiera lo que sea enigmático y misterioso- logrará sentir hondamente sus relaciones con otro ser como algo vivo".

Imagen: Kandinsky, 1925