viernes, diciembre 28, 2007

Viaje al futuro

Tan sólo entrar a la librería me dirigí al estante de la editorial de pastas amarillas sin lograr
encontrar nada sobre el autor que estaba buscando. ¿Dónde están los libros de Roberto Bolaño?, le pregunté al vendedor más a la mano. ¿Me dice del Chavo del ocho? me respondió él. ¿Qué?, no era broma, el hombre conocía muy poco de su oficio y si se refería al personaje del mexicano Roberto Gomez Bolaños era además porque no tenía una inteligencia lo que se dice muy despierta. Pensé que el cómico que hace también de Chapulín Colorado hacía sonreir con sus ocurrencias de niño viejo, qué tendría eso que ver con la sutileza revestida de sencillez del “más influyente y admirado novelista en lengua española de su generación", según dice la contratapa de uno de los libros del autor que recién he descubierto. En el instante se me ocurrió que el vendedor y yo éramos figurantes de una obra que pretendía demostrar el abismo entre cultura televisiva y literatura. Subsiste aún en la post- posmodernidad y la diferencia radica tal vez en que la alta cultura no pretende mirar ya con ojos desdeñosos a la cultura popular. Pero en fin me dije, y al despistado, que no quería leer nada del Chavo del ocho. Reparé entonces en la vendedora que atendía a unos clientes un poco más allá y tras esperar que terminara repetí la pregunta. La mujer hizo un gesto solvente y me señaló cuatro libros del chileno. Y si quiere tenemos éste también, extrajo un quinto de una fila a la izquierda. Es “2666”, la obra máxima de Bolaño hizo énfasis, y al notar mi interés prosigiuó:“Los detectives salvajes” está agotada, pero nos han dicho que llega en la quincena de enero. Gracias, gracias, repetí sorprendida acercándome a hojear uno de los ejemplares encintado en rojo con ´tercera edición´ la novela iba en su octava ídem. Vaya con la reimpresión del escritor tras su muerte (2003). Sólo decirles que voy a comenzar con la novela que tiene 1119 páginas. Una suerte de viaje para despedir el 2007. Voy al futuro.

jueves, diciembre 27, 2007

¿Hasta dónde ver?

El asunto de la simplificación de la vida se ha atribuído con alguna frecuencia a una clase, la burguesía. Encontré una cita reciente en "Historia de la belleza", libro de Umberto Eco en el que se atribuye al mundo victoriano el interés de sobrellevar la vida en un sentido ante todo práctico. Para el burgués dice Eco, las cosas sólo son correctas o equivocadas, hermosas o feas, sin complacencias inútiles en el equívoco, en los rasgos mixtos o en las ambiguedades.

La afirmación de Eco registra como un dato histórico las diferencias entre la burguesía del siglo XIX y la aristocracia en Inglaterra. Hoy en cambio, el afán de ver las cosas como si fueran del todo simples para no comprometerse, es en cualquier parte del mundo un rasgo que acompaña a individuos de distinta posición social.

El tema me interesó a punto de partida de un encuentro con una colega que me comentaba su desconcierto ante un caso en el que acababa de plantear a la familia la necesidad de ayudar a una persona adulta. Era necesario intentar en principio comprenderla para brindarle el apoyo psicológico que contribuyera a restablecerla. La reacción familiar había sido sin embargo negar el problema. Se escudaron en un ´ya se le pasará´ y a otra cosa.

¿Y por qué no se quiere oir? De seguro que por muchas razones, una poderosa es evitar el propio dolor. En cualquier caso no hay manera de sensibilizar ante la complejidad de las cosas a quien camina por la vida como el peor sordo, aquel que elige no oir, o el ciego que no quiere ver.

Cierto que uno mismo puede pensar en la propia disponibilidad. ¿Hasta donde oir? ¿Hasta dónde ver?

Imagen: Nancy Grossman.

miércoles, diciembre 26, 2007

El ABC

Pensaba en el estilo plástico identificado como minimal o minimalista y se me ocurrió compararlo con actitudes humanas que simplifican las cosas. No encontré mayor correspondencia. El minimalismo fue una respuesta del todo conciente frente a los estilos anteriores, en particular al expresionismo abstracto. El estilo que en los años sesenta introdujo la simplicidad y la literalidad de las formas le decía que no a la suma de manchas, trazos expansivos y chorros de pintura de la abstracción. El arte minimal no volvería a insinuar que había toda una carga existencial en un lienzo. Antes que un jeroglífico el observador encontraría un abc casi matemático. ¿Eso era arte? Una vez más la perplejidad entraba en el juego plástico.

En relación a la gente que ve el mundo sin matices, sin preguntas y sobre todo sin dudas, otra es la cuestión. Poco es lo que les interesa pensar, en cambio se abocan al hacer. No te compliques se llega a decir por aquí y no se si la frase es un modismo limeño aunque sospecho que si...

Mañana continúo fantasmáticos blogueros.

Imagen:Katharina Fritsch.

martes, diciembre 25, 2007

Un día soleado

Me sentí feliz esta mañana al encender el auto y comenzar a recorrer las calles silenciosas y llenas de sol. Para ser más precisa tendría que decir, las calles sin gente y con una luz incomparable. Casi aplaudo al comprobar la incomparecencia de la neblina en el horizonte del malecón de Miraflores. La tonalidad gaseosa suele apoderarse del litoral en esta época del año y al desaparecer dejaba el mar al descubierto. Qué mejor podía pasarme no teniendo yo más que hacer que vivir el feriado con el ritmo de la escritura del chileno Roberto Bolaño en la oreja. He comenzado a leer al autor ya fallecido y aunque no sería justo decir que me he vuelto una fan suya, estoy segura de que lo seré al conocer más de su obra. Considero desde ya que me lo estaba perdiendo y no sólo por las opiniones que recoge su editor en la contratapa de uno de sus libros: uno de los escritores latinoamericanos imprescindibles de nuestro tiempo. Y más: uno sonríe de obnubilación o admiración.


Ha sido una cuestión de clic. A ver que pasa con ustedes si les dejo algo del humor del mismo Bolaños. Dice: No recuerdo que escritor dijo que Dios no debía existir porque si fuera cierto que estaba en todas partes, las puertas automáticas siempre deberían estar abiertas. Anoto que Bolaño descarta enseguida la hipótesis al contar que su hijo de ocho años había logrado acercarse a las susodichas puertas sin que se abrieran. Un asunto de inclinación al juego, voluntad y técnica, que definitivamente nunca sabremos si emplea también el creador del universo.

Imagen: Roberto Bolaño (1953-2003).

lunes, diciembre 24, 2007

La vida discurre


Día ajetreado a no dudar y para estar en familia.
Imagen: W. Hemmerling.

viernes, diciembre 21, 2007

Una bonita alegoría




Tres nombres adquieren de pronto sentido : Céfiro, Cloris y Flora, verán ustedes por qué. De derecha a izquierda vemos a Céfiro en tonalidad verdosa. El personaje representa al viento y a la vez una fuerza del mundo subterráneo que se asoma a la dimensión de los mortales para ayudar al alma humana. Cloris recibe su aliento un tanto sorprendida. La misteriosa energía le ha de permitir crecer y transformarse. Flora ubicada un paso adelante y cubierta de flores, es la misma Cloris que ha logrado el a la vez temido y deseado nacimiento, encarna por lo mismo la primavera. ´La primavera´, el cuadro pintado por Botticcelli en 1477 encierra al decir de Ernesto Frers, claves del conocimiento hermético originario de la cultura egipcia, recuperado en la Edad Media por artistas como Dante Alighieri o el mismo Boticcelli, pintor florentino cuyo nombre real era Alessandro Di Mariano Fililepi. Ocurre que llevaba el apodo que se le daba a toda su familia por la gordura de su hermano mayor. Botticcelli igual tonelito, habría sido un ferviente esotérico y su interés en transmitir en sus cuadros un lenguaje agregado estaría relacionado con el deseo de conservar una tradición de magia, alquimia y cábala nunca bien aceptada. Dejo para otro momento la interpretación de las demás figuras de la pintura de Botticcelli. Los tres personajes que he mencionado bastan para comprender como funciona la alegoría. Recibir la energía de la vida exige nuestra aceptación, pero una vez producido el nacimiento espiritual concebido como una verdadera transfiguración, nos convertimos en portadores de una luz que puede tocar a otros seres. Toda una inspiración para estos días.

Fuente: "El museo secreto"
Ernesto Frers.

jueves, diciembre 20, 2007

Mirar para mirarse

Conversaba con una amiga sobre estos días, era un hecho que nos sentíamos ajenas al espíritu de fiesta religiosa aunado a paquetes de regalos y embotellamientos del tráfico. Bien entendido, el asunto no nos daba para colocar como fondo del móvil la canción que emprende contra Santa Claus, los regalos y el árbol de estas fechas. Suena a horror desde un inicio (jojojojo) la tonada de quienes odian una semana completa del calendario. La sensación compartida nos dio más bien para imaginar una celebración pagana en terreno visual. Una imagen que pudiera invitar al observador/a a mirarse a si mismo/a. Un pretexto para sentir la posibilidad de nuevos nacimientos. ¿No será que en el fondo nos acercamos al espíritu olvidado de la Navidad?

Imagen: Shrin Neshat.

miércoles, diciembre 19, 2007

Santuarios nómadas

Un escultor que leyó el post sobre Martín Puryear de hace unos días, pide más imágenes del escultor afroamericano. Aquí algunas de sus piezas que al decir del crítico Enrique Juncosa podrían considerarse antes que lugares de peregrinaje, santuarios móviles. Van en busca del espectador.



martes, diciembre 18, 2007

Civilizarnos

Las calles se vuelven insoportables en los días previos a Navidad , ¿pasará lo mismo en cualquier parte del globo? Me pregunto si las maneras poco civilizadas que salen a relucir en esta época del año, tendrían que merecer un comentario de las autoridades de los ministerios respectivos, dígase educación y transportes. Tal comunicación no resultaría tan extraña, si a lo largo del año los gobernantes hicieran manifiesto su interés por las actitudes ciudadanas en los espacios públicos. El tema va más allá de las normas que rigen la dirección del tráfico, la velocidad de los vehículos o las multas estipuladas por alguna infracción. Pienso en una suerte de iluminación de las conciencias en relación a la necesidad de respetarnos unos a otros. La tarea bien podría recoger opinones de arquitectos, sociólogos, psicólogos, educadores y hasta de los omnipresentes comunicadores.

Elegimos autoridades para que ofrezcan un servicio a la sociedad en la que todos vivimos. Ocurre sin embargo con los elegidos, que se desentienden de incluir acciones imaginativas en su agenda. Del lado ciudadano, oscilamos entre el escepticismo ante la posibilidad de un cambio y la violencia que sale a relucir en el tráfico. Es responsabilidad de ambos lados no dejar que la vida cotidiana siga su curso inalterado.

En contraposición podemos constatar que a los medios les interesa cada vez más esa vida cotidiana, sólo que en otro aspecto. Lo suyo es sacar a la luz las intimidades de no importa quien. Una figura del fútbol, la política o alguien desconocido que resulta involucrado en algo con morbo...

Vaya, acaba de llegarme una tarjeta de navidad. La envía una agencia de viajes que dice en su primera página: "Aquí se viven los sueños, aquí todo es posible". Doy vuelta a la hoja y leo: "En tu imaginación es donde el corazón empieza a viajar".

¿Qué pasaría si con el mismo dulzor se planeara una campaña por rescatar los valores cívicos? Urge civilizarnos.

Imagen: Carlos Amorales.

lunes, diciembre 17, 2007

Color por favor



Imágenes: Michael Craig Martin (1941).

viernes, diciembre 14, 2007

Belleza con eco

Cada época tiene su ideal de belleza dice Umberto Eco en "Historia de la belleza", una versión escrita del CD que lanzó al mercado hace cinco años. El tema vuelve a lo que ya se sabe sobre el género femenino. La mujer delgada de hoy se quitaría libras de presión (de escuatro y no de estrés dicen algunos), si la moda le sugiriera mostrarse como una de las modelos de Rubens. Interesa más seguir al ensayista cuando se ocupa de la belleza tal como se ha representado en las distintas artes durante un mismo período.


Un marciano observa Eco, se desconcertaría al comparar el ideal de lo bello tal como se representaba en una pintura y en una obra literaria de inicios del siglo XX. Las señoritas de Avignon (1907) de Picasso no eran las modelos de novelas de esa década, dígase por ejemplo alguna del escritor inglés Rudyard Kipling que obtuvo el Premio Nobel ese mismo año.


A propósito, los biógrafos del creador del psicoanálisis, mencionan la paradoja de los gustos de Freud en relación a su descubrimiento. Su estética era tradicional en materia pictórica. Si admiraba a Leonardo o a Tiziano, nunca quiso ni oir hablar del expresionismo. Escuchó a Dalí en la entrevista que sostuvieron a insistencia del artista, pero dejó en veremos la posibilidad de comprender el surrealismo. Respecto a la psique en cambio, fue un revolucionario. Escandalizó a su época con su hallazgo del inconciente y la sexualidad infantil.

Pienso que el extraterreste de Eco tendría que incluir en su investigación las inclinaciones de cada uno sobre lo bello. Cuánto se adapta el propio gusto a la época y cuánto no. Podría agregar asimismo a su afán de comprendernos, la fugacidad de la belleza y el asunto de la pluralidad del gusto humano. ¿No ha ido acaso afianzándose a medida que nos aproximábamos al siglo XXI, la libertad para encontrar belleza donde a uno le plazca?

Menuda tarea la del alienígena.
Imágenes: Marilyn Monroe por Eve Arnold y Richard Avedon.

jueves, diciembre 13, 2007

No nacemos despiertas


Me quedé pensando en cualquier chica adolescente que debe decidir si se dedicará o no al modelaje. En la delgadez y belleza que lleva al instituto que ha de enseñarle los principios del fashion. Una suma de maneras que darán a la alumna el aire de desenvoltura ausente que requiere el oficio de maniquí. El engranaje de la moda parece tener en cuenta que el mundo humano necesita modelos, dígase estrellas, y procede a fabricarlas.

Me preguntaba a continuación, si éste camino liquidaba los cuestionamientos sobre el modo en que la cultura moldea la psique femenina. Si por tanto un libro como el de Clarissa Pinkola, "Mujeres que corren con los lobos"(1992), debiera arder en la hoguera por obsoleto.

No nacemos despiertas decía Pinkola hace quince años, lo que nos toca es despertar. Si una mujer ingenua decide "no saber", hay también la que quiere diferenciarse y convertirse en sí misma. Para Pinkola tanto los animales salvajes como la "Mujer Salvaje" eran especies en peligro de extinción, debido al sabotaje al que habían sido sometidos. A la psicoanalista junguiana le interesan los arquetipos, suerte de imágenes colectivas originadas en las necesidades de la vida primitiva. Estudió a los lobos y escuchó cuentos y relatos que la pusieron en camino para diagnosticar la situación femenina: La educación seguía restando vitalidad a las mujeres al inculcar debilidad y sumisión en su forma de ser.

La autora plantea recuperar las características propias dando una mirada a los lobos que han sabido siempre de la vida. Se trata de ir al encuentro de la mujer salvaje como requisito para emprender la tarea de construir la propia psique. Hay que luchar contra la fuerza asesina que anda suelta en nuestro interior y en la cultura misma amenazando la emergencia del verdadero rostro de la mujer independiente. Dejarse seducir por cualquier persona o situación depredadora conduce a la propia anulación.

La primera sorpresa del libro sigue siendo enterarse de las razones por las que un lobo es bastante más que un lobo. ¿Una afirmación de otra época? ¿Y que le queda a Caperucita?

Imagen: Tony Oursler.

miércoles, diciembre 12, 2007

El humano perfecto

Me di con el corto del cineasta danés Jorgen Leth(1937), "El humano perfecto", un recorrido por el personaje de la imagen, al que una voz en off nos invita a observar con ánimo de investigación. ¿Quién es el humano perfecto?, ¿qué sabe hacer?, ¿qué quiere?, ¿por qué se mueve así? Entra luego a escena una humana también perfecta que se desplaza en un cuarto vacío mientras el espectador debe detenerse en su piel. ¿Es lisa?, ¿es cálida?, ¿es suave?, ¿es seca?, ¿está bien cuidada?... He logrado postear la secuencia del baile del sujeto sin la locución de la película. Cosas de la Red. Al término de la presentación se puede hacer un clic en otras escenas con audio (algunas son vínculos a temas que nada tienen que ver). El conjunto de Leth vale para para tomar contacto con la ironía de un cineasta capaz de enfilar contra la aparente normalidad de la vida cotidiana. El film que data de 1967, tiene humor en la dosis necesaria para maravillarnos.

martes, diciembre 11, 2007

¿Todo menos eso?

Un hombre da una palmada cada diez segundos y cuando se le pregunta la razón de tan extraño comportamiento responde: para espantar a los elefantes. ¿Elefantes? ¡Pero si aquí no hay elefantes! A lo que él replica: Bueno pues ya lo ve.

La anécdota figura en "El lenguaje del cambio" (1980) libro de Paul Watzlawick (1921-2007), psicológo nacido en Austria que desde los años sesenta trabajó en EE.UU. Un aspecto importante de su teoría de la comunicación, lleva a pensar en como a veces construímos un cerco que nos impide ir más allá. Y como la inmovilidad de ciertas conductas, se asienta en la lógica del ritual que creemos nos libra de problemas.

Habría que intentar otras posiblidades. Tal vez dar el primer paso implique poner por lo menos en cuestión actitudes que se esconden en frases como : ¡Todo menos eso!

lunes, diciembre 10, 2007

Un día en la vida

Buscaba hoy imágenes de Peter Blake (1932), artista británico ligado al Pop y me di con uno de sus trabajos, la carátula del más celebrado disco de los Beatles: "Sargent Pepper lonely hearts club band". Busqué información y me enteré de que había aficionados que no sólo coincidían en mencionarlo como un imprescindible para cualquier coleccionista de rock. Al decir de un fan una de sus canciones era una de las mejores del mundo, sino la mejor. El empleo del superlativo para referirse "A day in the life" me sobresaltó así que me puse a escuchar la pista con atención. El resultado fue que quedé atrapada por la música. Y pensar que salió al mercado en 1967, con letra y efectos musicales fluyendo en la voz de Mc Cartney al mejor estilo de las asociaciones libres del automatismo surrealista.

Volviendo a Blake, tampoco se había hecho una carátula tan discutida. Hay quienes señalan que la interpretación sobre los personajes reunidos y la posición de las manos del cuarteto de Liverpool, sigue mereciendo tantas especulaciones como "La última cena" de Leonardo. Les dejo la primera parte de la letra en español aquí abajo y el vínculo si quieren enterarse de los pormenores del diseño de Blake. Valga esta nota como un homenaje más a la conmemoración de la muerte de Lennon, el ocho pasado. El distrito de San Miguel en Lima inauguró un monumento al beatle embajador de la paz en julio de este año.




Un día en la vida
Leí hoy la noticia, oh chico
De un hombre afortunado que batió un récord
Y aunque la noticia era bastante triste
No pude evitar reírme
Vi la fotografía
Se voló la cabeza en un coche
No se dio cuenta de que el semáforo había cambiado
Una muchedumbre se detuvo a mirar
Habían visto su cara antes
Nadie estaba seguro si era de la Cámara de los Lores
Hoy vi una película, oh chico
El ejército inglés acababa de ganar la guerra
Un montón de gente apartó la vista
Pero yo no pude evitar mirarla
Había leído el libro
Me gustaría enrollarte...
Imágenes: Peter Blake.

viernes, diciembre 07, 2007

Cuadros con ritmo

Jesús Soto (1923-2005), uno de los protagonistas latinoamericanos del arte cinético, nacido en Venezuela y radicado por muchos años en Francia, aquí ante uno de sus cuadros. El artista buscaba la participación del espectador, así como el movimiento de la obra. La intención era que ésta vibrara incluso por acción del aire en el ambiente. La imagen del joven visitante aquí abajo, en una similar actitud que la de Soto, cumple sin saberlo con su intención plástica. La tomé en el Museo de Bellas Artes de Buenos Aires hace poco.
Curioso paralelo en la primera década del nuevo siglo, a propósito de un estilo que se impuso en los años sesenta. Una suerte de escultura salida del cuadro que lleva un ritmo. Cada espectador decide hasta hoy que hacer con su percepción o con la textura que aparece ante sus ojos. Vale mover el cuerpo.

Ver Jesús Soto.
Ver arte cinético.

jueves, diciembre 06, 2007

Banalidad a chorros

Me satura el condicionamiento al que nos somete el enfoque cultural del diario "El Comercio". Sus noticias suelen entretejerse con datos sobre los mitos del cine. Hoy por ejemplo, los lectores nos enteramos de que Nicole Kidman tiene ya una estatua de cera en el museo de Madame Tussauds.¡Nooo! ¿Sii? Un titular para sensibilidades masivas precede la imagen de la actriz. Dice: Una muñeca real. Y hay más de lo mismo, cómo no. Están en el Perú dos astros del cine ´protagonistas de importantes y taquilleras películas de Hollywood`. Visitan el Cusco dice la nota, ciudad que ´es un imán para celebridades´. ¿Noo! ¿Sii? En una página interna aparece la foto de uno de los turistas: el actor Owen Wilson que viste de verde, tiene la barba recortada y su pelo rubio asoma por debajo de un sombrero de ala corta (por si es necesario salir volado diría Rubén Blades). El caso es que Wilson en plano medio sonríe mirando a la cámara. A continuación la leyenda de la imagen: ´Wilson: En agosto intentó suicidarse. Es la primera vez que viene al Perú`. A no ser que se trate del inicio de una campaña para que recorran nuestro territorio los suicidas frustros el comentario es una falta de respeto al dolor humano. El morbo vende incluso en un diario que presume de independencia y veracidad, lema de la publicación que se lee en la parte superior de su portada. Una más. Acabo de leer una entrevista a Mario Ghibellini comentarista semanal de "El Comercio" en la revista Somos. Esta vez como entrevistado se refiere al sentir del público lector a propósito de una revista que se lanza recién al mercado. Muy pero muy analista asegura que las encuestas obtienen sólo respuestas políticamente correctas. Es decir que cuando se pregunta ¿qué cosa cree usted que deberían tener más los diarios? la respuesta corre invariablemente por la ruta: deberían contribuir con la educación. Las dotes de Ghibellini lo hacen adivinar sin embargo lo que se esconde detrás de esas declaraciones. En realidad lo que la gente cree es que las revistas deberían tener más sexo. ¡La mascarada resuelta! La insistencia del estilo indigna, pero pocos dicen algo. Al parecer en Lima cada quien está ocupado en seguir la cadena de sus pensamientos y dar opinión es meterse en líos. El riesgo pasa por ser señalado como neo- utópico/a. ¿Dices que la prensa debe educar? Lee mis labios.

miércoles, diciembre 05, 2007

Juego poético

Me impuse hoy como tarea, vincular una imagen y un poema, ambos de mujeres. Debía recorrer mi archivo y que la foto elegida me dijera algo tan sólo verla, luego buscar el poema. Me fue bien. No tardé en sentir que había encontrado lo que buscaba al momento en que apareció la marina de Nina Katchadourian, artista norteamericana de origen finlandés. Le agregué un toque de color y listo. A la artista se le ha dado ahora último por fotografiar lomos de libros que coloca unos al lado de otros logrando sugerentes combinaciones. En cuanto al poema, me decidí por dos encontrados en una Antología Poética de peruanas del siglo XX.

De Carmen Ollé (1947): "A los cuarenta estoy con un palmo de nariz./ Me apena haber leído tanto y no haber consumado/ el placer. Regenta de mi cuerpo, de esta piel/ bajo la que fluye aceite/. Nada a mi alrededor, sólo una hija tierna/-benignos otoños-/ Finjo lo que no sé, soy una actriz, mi trabajo es perverso./ He amado menos de lo que supe amar,/ en las tardes es el silencio; de noche, el silencio/ y el sueño"./

De Rossana di Paolo (1960): "Si yo escribo tu nombre en la arena/y tú escribes mi nombre en la arena/pero en otra playa/es que hemos descuidado las cosas/ hemos dejado crecer el mar como yerba mala/y habrá que arrancarlo con cuidado/hasta allanar la arena de esa playa/donde puedas escribir mi nombre y rozar el dedo/que está escribiendo el tuyo despacito"./

martes, diciembre 04, 2007

El Pop y la primera piedra

En Lima se juega esta semana un torneo de golf interclubes, deporte que por aquello de las divisiones que practican algunos sobre los quehaceres humanos se ubica del lado políticamente incorrecto. Se le considera un deporte elitista sea por la cantidad de agua que necesitan sus campos o el tiempo que toman la práctica y el juego mismo, sin olvidar el costo de los palos con los que se golpea la bola para hacerla entrar en cada uno de los dieciocho hoyos que tiene la cancha. El fútbol en cambio, se identifica como una práctica deportiva popular aunque corran millones en la contratación de sus jugadores y en el caso local, depare a los aficionados los más reiterados sentimientos masoquistas.

Pienso que habría que decir que sí y no al tema del elitismo. No tengo intención de entrar al debate, pero menciono solamente que en general se necesita cierto sentido del matiz para mencionar cualquier distracción humana cuando se piensa en la situación de extrema pobreza en el globo.

El caso es que hoy no sólo pude estar en el torneo que menciono, sino que la experiencia se hilvana con la crónica de ayer sobre Warhol. El crítico Robert Hugues se preguntaba en los ochenta, cuando vivía todavía el Papa del Pop, cuánto de popular tuvo verdaderamente su producción y en esas lo comparaba con LeRoy Neiman, ilustrador de motivos diversos, entre ellos desnudos que aparecían en la revista Play Boy.

A juicio de Hughes, Neiman era bastante más popular. Veían sus dibujos millones de lectores mientras que a Warhol solamente se le identificaba como alguien del mundo de los museos que pintaba sopas y cajas de detergentes. Más de cerca se sabía que el pintor hacía gala de un "cinismo transparente". Llegó a decir que quería ser una máquina con la misma superficialidad de quienes se subieron al carro del Pop para alabarlo como un estilo progresista.

Hughes menciona entre las cuentas pendientes de Warhol, sus simpatías con el régimen del Sha de Irán. Cuando el artista se quitaba su blindaje de máquina, sus afectos tenían poco de casuales, Sabrán ustedes que vendió al déspota muchísimo de su arte moderno. En palabras de Hughes: "La conversión del remanente de la avant-garde americana en ardientes partidarios de los Pahlevi fue uno de los más suculentos absurdos sociales del período".

Vaya, hablando de golf y Warhol, el asunto se me ha vuelto bíblico. Casi termino pensando que el tema permite encender la discusión sobre lo que es popular o no. ¿Quién tira la primera piedra?

Imágenes: LeRoy Neiman.

lunes, diciembre 03, 2007

Entre la alquimia y el fraude


Estoy peparando un texto sobre el Por Art y me entusiasma haber comenzado por Andy Warhol (1928-1987) y "Mi filosofía de A a B y de B a A", texto que el pintor publicó en los años setenta. En realidad una suma de banalidades que anticipa el disparate en el que se ha convertido la cultura liderada por los medios más de cuarenta años después.

Warhol hace de ingenuo en todas las páginas del libro. Sus reflexiones tratan de asuntos tan variados como la mejor manera de limpiar una alfombra, la fama, o la suerte de tecnofilia que lo envolvía. En el año sesenta y cuatro muy herido en materia de amor según dice, decidió que en vez de firmar un acta de matrimonio con una pareja lo haría con su grabadora.

El artista frivolizó el mundo del arte. Le daba igual que lo llamaran pintor o comerciante. Hacer un cuadro y pensar en venderlo era prácticamente lo mismo. Su desparpajo para enfilar contra el ideal del “arte por el arte” le deparó punzantes ataques. Un crítico se refirió a él como “la nada misma”. ¡Ay!, el artista reveló que el comentario no le había sentado nada bien. Cada vez que se ponía frente a un espejo no veía a nadie. Mmm...pero la nada es sexy, agregó.


Se puede decir que Warhol entró al mundo del arte acompañado de su peluquero, un fulano de quien él mismo decía que se sentía su asistente. Pero cómo vas a ser su asistente le dijo un amigo, ¡si tú eres el Papa del Pop! Que digan lo que quieran respondió el artista, pero eso es lo que soy: Una dama de compañía y no voy a negarlo. Es precisamente uno de mis problemas.


Ver a Warhol como un heredero de la actitud de Dalí en su manera de aparecer ante la prensa, es tomar contacto con la avidez de una sociedad que desde las primeras décadas del siglo XX comenzó a convertir a sus artistas en espectáculo (incluídas vidas privadas). Si Dalí decía no saber cuando decía la verdad y cuando no generando pasmo en su entorno, Warhol tuvo la habilidad de un alquimista para trasladar objetos de la vida cotidiana a las galerías de arte elevando su precio.

Obtuvo con ello el derecho a formar parte de la magia de la plástica y por tanto de la estética contemporánea. Un mundo que mantiene su identidad entre la alquimia, el todo vale y hasta el fraude.

Para aclarar lo de mi entusiasmo, incluso para mí misma. Creo que tiene que ver con la posibilidad de seguir un rastro a partes enteras de nuestro extravío actual, no sólo ante el arte sino ante la realidad. Nos negamos a mirar con ojos de sorpresa el mundo de todos los días que en mucho nos pide lanzar un ¡basta! Tal vez Warhol contribuyera en un inicio a abrir los ojos de su entorno.

viernes, noviembre 30, 2007

Detrás de las nubes




En Lima se teje una historia sobre indios que recorren territorios inmensos para dispararle a las nubes. Nuestro cielo panza de burro debe sentirse amenazado. Un ejército colorido ha partido en pos de agua y color. Sus integrantes son criaturas que relucen en su base de metal completada con pintura acrílica. Marcelo Wong parte del cuento "Las caras pintadas " de Alberto Thieroldt para dar forma a tiernos y voluminosos personajes. Al decir de Patricia Villanueva curadora de la muestra, la enseñanza sería que si no vas en busca de la nube no puedes quejarte de que no llueva. A su juicio cada indio nos es tan familiar como una manzana acaramelada o como la pieza de un lego. Agrego que resulta también una parte adolorida de nuestra aletargada quietud. Tanto gris en el cielo nos hace soñar con la aventura, pero nos resulta difícil entrar en acción. El ejército de Wong es una oportunidad para encendernos en esa búsqueda con una actitud más vital y hasta con la fe de los niños. Está en juego la posibilidad de encontrar luz detrás de las nubes. Quizás el arco iris.

jueves, noviembre 29, 2007

Hazañas visuales




La escultura dejó de estar vinculada hace ya más de medio siglo al verbo esculpir para convertirse, según el crítico Clement Greenberg, en una actividad más cercana al hecho de construir, armar, montar o disponer. Estas hazañas en madera y metal de Martin Puryear parecen confirmarlo. Una primera sensación es la de colocar al espectador en la situación de evocar más allá de la tradición conocida en Occidente. Una amiga que ha regresado de Nueva York y estuvo en el MOMA donde se exhibe el trabajo de Puryear, me decía que además de asombro ante formas trabajadas con una técnica prolija, estas moles inspiraban una refrescante pureza. Otro crítico, Enrique Juncosa, ha dicho que el trabajo del afroamericano nada dice a quien lo observa con impaciencia. Si transmite algo es un quién sabe qué ubicable dentro de nosostros mismos. Se me ocurre que quizás sus obras funcionan como el señuelo de un hechicero que ha descubierto algún secreto en la materia.

miércoles, noviembre 28, 2007

La amenaza telefónica

Hoy los teléfonos me sacaron de quicio. Un tipo llamó para ofrecerme una tarjeta de crédito sin que yo la hubiera pedido. Gracias pero no la necesito le dije. Ha sido usted premiada insistió. ¿Premiada para embarcarme en el pago de intereses? Con menos amabilidad que la primera vez repetí que no estaba interesada y colgué. El bip del celular venía sonando intermitentemente hacía un rato. Le pegué una mirada y me di con veinte textos de publicidad. La bandeja de entrada estaba llena. Un aviso sobre la compra de chatarra, otro sobre la mejora del rendimiento sexual, un tercero sobre las ventajas de aprender inglés y etcétera etcétera. Los borré todos notando que me ponía siempre el aparato en la oreja izquierda. ¿Tendré algún problema con la derecha? ¿Y por qué no habrá la posibilidad de considerar esos ingresos spam? En esas sonó el teléfono fijo y al contestar comprobé que era número equivocado. Iba a sentarme frente a la pantalla cuando entró una nueva llamada. Una amiga se había olvidado su celular en mi casa. ¡Qué sabia!

Tan sólo ir en busca de un lugar libre de la amenaza telefónica, pude recordar que iba a colgar las imágenes de Martín Puryear escultor afroamericano, que por estos días expone en el MOMA. Mañana continúo, ahora quisiera saber que hacer para librarme de estas tensas intervenciones sonoras.

Imagen: Martín Puryear.

martes, noviembre 27, 2007

La más profunda anestesia



´Edukadores, una película alemana estrenada el 2005, me hizo pensar en los ideales que se esfuman con el paso de los años. Los personajes son tres jóvenes que viven en el globalizado mundo de hoy aunque imbuídos de un romanticismo que recuerda el de los años sesenta. Sus trangresiones no implican violencia, pero están tipificados como delitos contra la propiedad privada. Por las noches ingresan furtivamente a las casas de gente con mucho dinero sabiendo de antemano que han salido de vacaciones. El propósito no es robarles sino revolver sus enseres. Los adornos se trasladan al refrigerador o los muebles a la piscina para recordar a los habitantes del pequeño palacio que tienen demasiado y asustarlos. Acaso es la manera en que les toca rendir cuentas a los Edukadores, nombre con el que se identifica la célula revolucionaria. Las cosas caminan sin tropiezos hasta que deciden secuestrar al propietario de la casa que habían allanado. El dueño ha regresado antes de lo previsto y los descubre. Huyen entonces hacia una cabaña en las montañas donde en los días sucesivos tendrán la oportunidad de enterarse de aspectos de la juventud de su rehén, un empresario en sus cincuenta cuyo ingreso anual bordea los tres millones y medio de euros. El individuo había militado en los sucesos de mayo del 68 y al igual que los líderes del movimiento estudiantil de ese entonces, había participado de sus consignas. Por mencionar algunas: "Seamos realistas, pidamos lo imposible", "La humanidad no será feliz hasta el día que el último burócrata sea ahorcado con las tripas del último capitalista". ¿Qué le había ocurrido? El empresario se confiesa a sus secuestradores. Entre las deudas que se contraen, los pagos que generan nuevas deudas y que exigen a su vez mayores ingresos uno se convierte en cautivo de aquel a quien hubiera deseado confrontar en su juventud revolucionaria. Me sorprendió la vigencia de la utopía en estos jóvenes alemanes. No tanto su urgencia de brindar al prójimo indiferente una educación desesperada. Menos todavía, ese cambio de intereses en la madurez. De la preocupación por lo que sucede en el mundo a la más profunda anestesia. ¿Se encontrará alguna vez manera de prevenir tal descalabro? L atraducción del escrito en la parede de la foto es: "cada corazón es una célula revolucionaria".

lunes, noviembre 26, 2007

Perseguidor y perseguido

Si les parece inclasificable la estética del británico Barry Flanagan (1940), dan ustedes en el clavo. A través de los años la crítica ha coincidido en señalar que el artista ha explorado en muchos estilos, sin dejar de mencionar que hace ya un tiempo las liebres se convertieron en su sello. Al parecer la imagen del animal perseguido en las cacerías inglesas sugirieron a Flanagan convertirlo en motivo de sus trabajos. El escultor no critica al cazador ni se apiada de su presa. Según declaró hace unos años, consideraba a la liebre como un emblema de la "libertad de perseguir". Ciertamente enigmático, Flanagan incluye en ese ánimo dos animales que parecen bailar y menciona en el título de la pieza el nombre de Niijnsky (Small mirrored Nikinsky).

viernes, noviembre 23, 2007

Ocuparse de volar

El artista Panamarenko, nacido en Amberes 1940, con un poco de ingeniero, escultor y poeta, ha centrado su producción en la idea de volar sin la intención de que ello suceda realmente. Un hito en el arte belga, para el crítico Enrique Juncosa, Panamarenko hace pensar en una afirmación de Cortázar: "el poeta no está interesado en acrecentar su conocimiento, en progresar. Asume lo que encuentra y lo celebra en la medida en que ese conocimiento lo enriquece ontológicamente. El poeta es aquel que conoce para ser..."

jueves, noviembre 22, 2007

Un angelito y un demonio


Un fulano que evidentemente es miembro de una barra brava londinense, se ha convertido en imagen de la controvertida campaña publicitaria que promociona el viaje del Euroestar, un tren de alta velocidad que conecta Bruselas y la capital británica en una hora. El recorrido a través de un túnel en el Canal de La Mancha ha sido el punto de partida para que la agencia leg (pierna) muestre al hooligan semidesnudo, con jeans y con una cruz a la espalda orinando en una taza de te. Su actitud remeda el quehacer de la célebre estatua Manneken Pis de Bruselas, y nadie puso nunca reparos en la actitud de esa suerte de angelito belga que los turistas visitan en un recodo del Centro Histórico de la capital, en cambio el hombrón que micciona de manera tan poco grata levanta críticas y no sólo en los sectores más conservadores.

Sabemos que la tendencia que se impone en el mundo globalizado es la de simpatizar con las irreverencias. Todo se aligera, se convierte en easy going. Por mencionar un estilo que no daña, el del anónimo grafitero Banksy que cuenta en Londres con el tácito apoyo de un público de distintas edades. La ironía del artista para tratar entre otros, el tema de la realeza oxigena el ambiente pero lo dicho, no daña.

En cambio el tema del hooligan a mi juicio se pasa de la raya. Nunca se ha considerado a los miembros de las barras inglesas como sujetos gratos, sino como portadores de sucesos funestos, incluídas las muertes por enfrentamientos entre seguidores de distintos equipos. ¿Se pretenderá acaso que la comicidad de la escena distienda la ferocidad de los barristas? ¿Se sentirán cómodos los belgas con la comparación de su pequeño héroe que según la leyenda orinó sobre la mecha encendida de un explosivo y salvó la ciudad? ¿Sobrevivirá la campaña de Eurostar y el hooligan se convertirá en un héroe del turismo londinense?

No me inclino a los vaticinios, pero me pone en alerta la imposición de la locura. En todo caso voy a aligerar la crónica diciendo que las diferencias entre el Manneken Pis y el Hooligan me recordaron el comentario limeño aquel, de una cosa es un desnudo griego y otra un cholo calato.

Imágenes: Manneken Pis y Campaña de leg.

miércoles, noviembre 21, 2007

Fútbol, kitsch y masoquismo

Milan Kundera ha escrito sobre el kitsch, un término que nació vinculado al arte en los años treinta pero al que el escritor checo le dio una interpretación distinta en los ochenta. En "La insoportable levedad del ser" (1984) lo considera un ideal estético que niega la existencia de la mierda, sea en sentido literal como figurado. La mierda es aquello que se considera inaceptable en la existencia humana, aunque según señala Kundera no habría que negarla dado que existe. La interpretación me vino a la memoria esta tarde, al escuchar al locutor del encuentro entre las selecciones de fútbol del Perú y Ecuador. El cinco a uno a favor del país del norte fue según este profesional del deporte, "una tragedia que todo el país lamentaba". Y anoten ustedes que no se trató siquiera de un evento definitorio de las eliminatorias para el mundial de este deporte el 2010.

A lo que voy. La parte kitsch del fútbol en el Perú, es negar la posibilidad de perder. Curioso que así como se anhela ganar y aún sin victorias reales, el kitsch del éxito venda. Una goleada como la de hoy tiende a verse como catástrofe. No tenemos pundonor se dice, pero basta pensar en el siguiente partido para hacer renacer una esperanza extraviada. Ahora sí nos sonreirá la suerte, se vuelve a lo mismo considerando que en el fondo si tenemos el "yonosequé" de los vencedores. Un raciocinio sin lógica y con sentimientos que hablan de desaliento, frustraciones y falta de criterio para manejarlos.

El grito anti kitsch conlleva rescatar la posibilidad de perder. Ni es malo ni queda fuera de las reglas de un juego que hayan ganadores y perdedores. ¿La vida no nos enseña lo mismo? Las autoridades están llamadas a alentar la actividad deportiva, en particular el fútbol, ideando metas, plazos e incentivos. Se necesita un mapa para ubicar el deporte de multitudes, como se llama al fútbol, en nuestra cotidianeidad. Saldrá entonces sobrando eso de movernos en un círculo kitsch y masoquista. Un goce perverso que sólo quiere saber de triunfos, como la peor publicidad.

Imagen: Yves Klein

martes, noviembre 20, 2007

La curiosidad del día siguiente

Si menciono la traición de una mujer como motivo de que un sultán se dedicara a coleccionar esposas a las que mataba diariamente, supondrán ustedes que me refiero a las mil y una noches. El sultán Schahriar había convertido su desconfianza en deseo de venganza y por él habría seguido adelante si no se cruza en su camino Sherezada, la hija de un visir que para conservar la vida idea contarle un cuento la primera noche de su encuentro, interrumpiéndolo al alba. La promesa es continuarlo a la noche siguiente. ¡Qué gran cuentista había resultado Sherezade! Tras mil y una noches logra ablandar el corazón del mandatario que conmuta la pena de muerte que pesaba sobre su cabeza para finalmente juntos, a más de los hijos que procrearon en medio de tanta historia, vivir felices y comer manjares árabes.

Marta Zatonyi, autora de una antología sobre la estética, se refiere a la vigencia de Sherezade. Dice que la obra nos enseña sobre nosotros mismos, criaturas humanas que cuando nos ponemos en plan de creación debemos conservar la curiosidad para el día siguiente. Nos anima entonces en sus palabras, "el anhelo de aquello que no tenemos, de aquello que no sabemos".

Me seduce la agudeza de Zatonyi, hechicera también a su modo como Sherezade cuando recuerda la felicidad que nos produce descubrir algo desconocido. Incluso "el placer de no entender y de tener la plena convicción de que vale la pena pelear por penetrar en las profundidades".
Constatamos que a veces toca experimentar dolor. Resulta que aquello en lo que creíamos con fervor ha perdido sentido y que lo que llega para reemplazarlo, antes que una idea acabada y salvadora, no es sino una incertidumbre. Para Zatonyi confiar en el lado poético de la existencia es una ayuda para tomar eso que viene como una bella incertidumbre.

Habría que confiar además digo yo, en que un cuento trae otro cuento.

Imagen: Richard Lindner

lunes, noviembre 19, 2007

Comenzar de cero

Buenos Aires. Un lunes inusual éste que a primera hora de la mañana dejo mi alojamiento para detenerme en un restaurante de la calle French. Sobre la mesa en la que me acomodo en espera de un espresso hay un ejemplar del diario "La Nación". La portada luce una foto del recital que ofrecieron anoche en un parque de la ciudad Les Luthiers. Fue bueno pegarme un salto a la celebración de entrada libre que congregó alrededor de sesenta mil espectadores. Gente de todas las edades dando fe del cariño que se le tiene a la agrupación de estos músicos del humor. Prosigo la lectura con un recorte sobre la lucha de Hillary Clinton para convertirse en la candidata del partido demócrata en las elecciones del 2008. La segunda página del periódico amplia la noticia, incluída una frase de su esposo Bill. El ex mandatario infiel le hace esta vez la cama a la senadora de Nueva York al declarar su admiración por Argentina que ha sabido elegir a una mujer como presidenta. Clinton no cree que EE. UU. sea más atrasado que el país sudamericano, como leen, así que Hillary presidenta por qué no.

Al dejar el café tomo un taxi rumbo al centro de la ciudad y la conversación del conductor me hace ratificar que los choferes de Buenos Aires me tienen chocá, para decirlo con acento caribeño. Cada vez que he subido a un vehículo público me han hecho preguntas sobre la ruta que debían elegir para llegar a destino. ¿Y yo qué sé? me ha provocado responder, pero sólo he levantado los hombros. Será que no luzco demasiado extranjera, qué será.

Un rato más y detenerme en los sonidos de algunos nombres comerciales, "¿Cómo quieres que te quiera?", "Te mataré Ramírez" o "Besar es bueno". Ver en distintas calles a peatones en ropa de ejercicio y las ganas de preguntarles dónde queda el gimansio....

Un viaje da oportunidad de examinar las formas a las que el entorno habitual nos somete. Uno se da cuenta de que no espera acontecimientos porque el oído se afina a todo lo que nos sucede, hasta los mínimos detalles. Podemos entonces confirmar que vivimos, acaso con la sensación de que comenzamos de cero.

A recordar un poema de Fernando Pessoa:

"El misterio de las cosas, ¿dónde está?
¿Dónde está que no aparece
por lo menos para mostrarnos que es un misterio?

(...) Sí he aquí lo que mis sentidos han aprendido solos:
las cosas no tienen significación: tienen existencia.
Las cosas son el único sentido oculto de las cosas"

sábado, noviembre 17, 2007

Detrás del turquesa

Otra vez en el Atlántico. Qué bueno que las tres horas y media en el aire se pasaron volando y cómo no iba a ser, si en la tarde de ayer tomé un avión y aterricé en Buenos Aires. Había elegido para la ocasión una novela de Lobo Antunes un tanto enmarañada pero poética por uno de sus personajes. Un hombre que creía firmemente que Carlos Gardel no había llegado a morir como se decía. Ay, no había reparado yo en que se trataba de un accidente de avión, así que tan sólo notarlo cerré el lomo amarillo del libro y prendí la tele (en una de esas podía revivir mi antigua fobia al transporte aéreo). Elegí una comedia norteamericana de la programación del vuelo para enseguida alejada ya por completo de Lobo Antunes, pegarle una mirada a la revista que suele entretener al pasajero con lo que sus editores consideran la última.

Infaltable la nota sobre el pedazo de paraíso que se dice soñamos incorporar a la agenda anual. Una combinación perfecta de lugares históricos, sol, mar y fiestas. Se trata si no, de practicar el arte de no hacer nada. La imagen sugerida es una hamaca con la garantía de que mientras uno se mece, pequeños tumbos marinos vendrán a desovillarse en la orilla. Agréguense los matices azul turquesa en el horizonte que cumplirán como sedantes en un ambiente de lujo y voluptuosidad, ni más ni menos que como reza el titulo de una pintura de Matisse.

Otro artículo y digan ustedes si encuentran suculento el tema de las nuevas clasificaciones. Iniciado el siglo XXI no basta decir un café. Hay que agregar ; frappuccino moca, caramelo o decaf. Pasa lo mismo con la lechuga, que puede ser hidropónica, orgánica o envasada. Hablemos del agua, que ahora la hay con o sin gas, saborizada, mineral, nunca del caño. ¡Actualícese consumidor/a!

En fin, el sol, el mar la arena y tú, a más de la neofilia para identificar los nuevos placeres de comidas y bebidas, cuando oí el anuncio de aterrizaje en el aeropuerto de Ezeiza. Qué me dirá Buenos Aires esta vez, pensé subida ya a un taxi. ¿Me asaltará el temor de que me cobren más por el recorrido? Ah, más sencillo sería eso del sol el mar, la hamaca y tú...el color turquesa.

No creo que sea tanto el gusto por descansar en la naturaleza, sino la necesidad de hacer una pausa a nuestra persistente desconfianza.

Imagen: Flor metálica, Buenos Aires.

jueves, noviembre 15, 2007

Licencia para evadirse

De pronto me encontré disparando fotos al guitarrista de jazz norteamericano Pat Metheny, entrevistado en un programa de film&arts. Me gustó comprobar que la cámara detenía la imagen de la tv. sin mayor distorsión. Fue en realidad una manera de poner en práctica lo que decía la escritora también norteamericana Patricia Highsmith. "Yo me dedico a crear debido al aburrimiento que me producen la realidad y la monotonía de la rutina y de los objetos que me rodean. Por tanto no me disgusta este aburrimiento que me invade de vez en cuando..."

Para la autora, la creación era como un juego. Apenas notaba cierto aburrimiento, el trabajo iba a ella. Aparecía el germen de la idea de un relato que la llevaba a sumergirse en un mundo más interesante. Su quehacer como escritora era a fin de cuentas un esfuerzo divertido.

En mi caso cubrir estas líneas funciona y con más claridad hoy, como una licencia para evadirse. Opino que habría que redimir la palabra y con las mismas ubicarla fuera del rincón de los términos mal vistos. ¿Por qué no dar también a evadir, el sentido de juego?

miércoles, noviembre 14, 2007

Un libro en el supermercado

"La sociedad oculta"(2007) de Baltazar Caravedo es el segundo libro de un autor peruano que se me ocurre comprar a la salida del supermercado. No hace mucho mi elección fue "De Mentes & Re Cuerdos" (2005) del psicólogo Roberto Lerner. Tratándose de ediciones populares la compra me resultó un extra pagable justificado además, por el atractivo de ambas temáticas. La contratapa en el caso de Caravedo, que es el libro que voy a comentar, denuncia la quiebra del sentido común en la sociedad peruana. El autor invita a subvertir dicho orden con miras a convertirnos en los verdaderos protagonistas de nuestra historia. Más abajo dice el editor que Caravedo devela los procesos subjetivos del contexto nacional y ofrece las claves para transformarlos.

Me decepcionó el lenguaje poco ágil del texto, así como su vagabundeo en los meandros de la filosofia, dígase Descartes, Kant y Hegel antes de abordar el tema del cambio social. A considerar que el índice opere como un adormecedor para una mente que termina de vérselas con la compra de verduras, pollo y detergente. Sobre todo después de subir las compras al carro, para a los minutos tener que descargarlas en el propio refrigerador. ¿Quién deja un libro así en un entorno tan cotidiano?

Con una mente menos doméstica, logré al día siguiente revisar el mencionado libro pero no obtuve mejores resultados. Señala el autor que en nuestro medio predominan la desconfianza, el cinismo y la intransigencia. Un amasijo de sentimientos que pasan por sentido común, pero que en realidad revelan baja autoestima, sensación de fracaso y frustración.

¡Vaya! La primera sección del libro (confieso que hice a un lado la posibilidad de leer las tres partes restantes) termina con una invitación a liderar la transformación social. La vía es actuar integradamente, respetar la diversidad, reconocer y premiar las buenas acciones y generar un nuevo sentido común. Frases que suman buenos deseos, pero dada la forma de expresarlas no motivan.

La mejor parte se condensa en la descripción de situaciones llenas de violencia que vivimos, las cuales parecen guiarse por la expresión: "el que puede, puede". Dice el autor: "(...) no le dieron trabajo porque es indígena; los huelguistas toman la calle y paralizan la ciudad porque su reclamo está por encima de las necesidades de otros; me paso la luz roja porque yo soy muy importante y debo llegar a una reunión (aunque esto no sea cierto); el juez me da la razón porque negocio con él, no porque la tenga; el policía no le impone una multa aunque se pasó la luz roja porque le dio una coima; el congresista presenta un proyecto de ley sin consultar con los interesados; la chica se acuesta con el profesor para aprobar de año".

Que pena que no sólo la ciudad oculta se refleje en el libro. También el descuido del autor para ignorar el tipo de lectura que puede contribuir a pensar al lector, en particular a aquel que recorre un supermercado.

Imagen: Keith Haring.

martes, noviembre 13, 2007

¿Yo señor?

Casi un alboroto causa en estos días, la publicación de dos noticias sobre "La última cena", el fresco que Leonardo da Vinci pintó en el refectorio de Santa María de la Gracia en Milán alrededor de 1498. La primera se refiere a una página web que reproduce la obra en una altísima definición y que por tal razón, ha recibido en sólo unos días millones de visitas. La segunda difunde el supuesto hallazgo de una frase musical escondida en los vívidos gestos de los apóstoles que acompañan a Jesús alrededor de la mesa. Acaban de escuchar de sus labios que uno de ellos lo traicionará. Pedro se ha inclinado hacia Juan el favorito del Maestro, para pedirle que le pregunte de quién se trata. La apariencia femenina del apóstol dio pie a las especulaciones del autor del Código Da Vinci, como lo ha hecho también la mano derecha de Pedro que detrás de Judas blande un cuchillo. ¿Se preocupa por la noticia y a la vez se prepara para cortar un pedazo de carne, o es una amenaza a quien en realidad es efectivamente Magdalena?

El tema de la música es producto de la reciente publicación del libro de Giovannni Pala "La música escondida". Sin embargo la hipótesis no estaría tan alejada de los planteamientos formulados por Leonardo en sus escritos. Al decir de Pietro Marani, académico que ha estudiado los folios de da Vinci depositados en la biblioteca del castillo de Windsor, el hombre del Renacimiento solía comparar la difusión del sonido con la de los rayos visuales.

A ojos vistas las especulaciones van y vienen en torno a las obras maestras. Es evidente que las disfrutamos porque alimentan nuestro imaginario; sin descartar que transforman en entretenida leyenda cualquier asomo de sesuda interrogación sobre el sentido de la existencia humana.

Por mi parte doy fe de que el fresco en la pared de la iglesia milanesa donde estuve hace poco, así como las imágenes de algunos textos que revisé a mi paso por Milán, son menos claras que la que ofrece www. altadefinizioni.com. Por lo mismo las he utilizado aquí, sometiéndolas incluso al doctor photoshop.

Agrego que la emoción de lograr el boleto para ver el fresco, me resultó tan intensa como la sensación de ingresar al refectorio. Allí delante de "La última cena," donde no habían más de venticinco visitantes incluída la guía, me pregunté por las afortunadas circunstancias que me habían permitido formar parte de una estadística. Desde 1999 sólo trescientas mil personas al año logran ver durante quince minutos la obra de Leonardo. Más de veinte años duró su restauración.

Si en virtud de alguna profecía hubiera sido advertida hace unos años de que estaría ante la óbra de Leonardo, habría usado en otro sentido la pregunta de la traición: ¿Yo señor?