miércoles, febrero 28, 2007

Scorcese y la Panamericana sur

¿Qué me dicen de la cobertura que "El Comercio" dio el lunes al Oscar? El decano de la prensa nacional dedicó sus páginas dos, tres, cuatro y cinco de la sección Luces a los ganadores de la estatuilla. Abundó en ilustraciones que mostraban el mejor ángulo de las estrellas por quienes siente particular debilidad. Un ¡uau! para el vestido de Cameron Díaz. El pie de la foto decía que se la veía fresca y natural enfundada en su Valentino, y que había hecho bien al acompañar el traje con unas sandalias Jimmy Choo. A Penélope Cruz en cambio, el haberse recogido el pelo no le había sentado bien. ¡Ay chola! Es cosa de volver y volver ensayando otro look.

Para mayores datos, medí el espacio de la portada general del diario donde se daba rienda suelta al júbilo. El entrañable Scorcese había recibido el reconocimiento que se merecía: 15 x 33.5 cm. (un aproximado que no soy buena con la regla).

Desde hace un tiempo me pregunto por el estilo de "El Comercio" para ejercer la libertad periodística y la libertad de empresa. Su desenfado para vendernos la fábrica de sueños como si fuera la realidad, me pone al borde del colapso. Ayer mismo nos enterábamos, también en la portada, del cumpleaños setenta y cinco de una diva de Hollywood, ¡¡¡!!!

Atreverse a elevar una voz de protesta y de reflexión en esta parte del planeta, se castiga con indiferencia. Uno experimenta entonces la sensación de haberse convertido en una figura pintada en la pared. Escucha voces que la ratifican como no existente: Exageras, si todo el mundo está encantado, es lo que le gusta a la gente, etcétera.

Aún así cuelgo estas líneas solitarias y hago otra medida. Corresponde al espacio que ese mismo lunes dedicó el diario al bloqueo de la Panamericana sur: 8 x 5 cm. (casi nada). Y eso que muerte hubo, violencia de los pobladores también y desatención e indiferencia de las autoridades ni que decir.

Será cosa de imaginar que Scorcese viene a filmarnos. De interesarse el maestro en algunos de los episodios de la desorientación ciudadana que vivimos, a nuestro diario decano podría ocurrírsele convertir la información en un motivo de reflexión. Quizás hasta en una campaña para saber comportarnos en los lugares públicos, a la salida del cine quiero decir.

martes, febrero 27, 2007

El precio de las cosas sin precio

La imagen y el titular van en plan de divorcio. El game boy, la consola portátil de Nintendo cuesta y bastante. Tengo algunas preguntas:
  • La empresa que ha vendido millones de unidades en el mundo, ¿está echando a perder la imaginación infantil; la misma que se expresa cuando el niño se siente aburrido y dice, no se qué hacer?
  • ¿Hay un proyecto implícito del individuo del futuro, en esos niños que pasan buenas horas de su infancia apretando los pulgares en una de estas consolas?
  • ¿Podemos imaginar a ese individuo que hoy tiene alrededor de diez años, a sus quince o dieciséis?
  • ¿ Hasta que punto deben los padres regular el tiempo que sus hijos pasan frente a la consola?
  • ¿La atención hipnótica y la rapidez motora que el juego demanda, socavan las bases de la creatividad infantil?
  • ¿Están de verdad jugando los niños, al apegarse a estas consolas?
  • ¿Ya no es necesario ensuciarse durante la niñez?; ¿convertir en caballo la escoba, o usar la cabeza para sentirse con superpoderes que no lo son?
  • ¿Será mucho pedir, el esperar que se sumen ustedes a este juego de preguntas, pensando antes que en el discurrir de corte estrictamente psicológico, en el precio de las cosas sin precio? Es decir, el diálogo curioso, el compartir...
  • lunes, febrero 26, 2007

    Testigo de un bloqueo

    Abro hoy la página de RPP, la estación de radio local y me doy con la noticia: "Bloquean por más de dos horas kilómetro 58.5 de la Panamericana sur". Ni el titular ni la información reflejan la sensación que experimenté al estar en el lugar de los hechos como me ocurrió, déjenme contarles.


    El reloj marcaba las diez cuando prendí el motor del carro. Revisé el marcador de gasolina y luego aceleré. Me esperaban cuarenta y cinco minutos para llegar al kilómetro setenta de la Panamericana sur. La persona que me acompañaba, había olvidado su porta documentos en su casa de playa y viajaba hoy en la madrugada, así que era eso o perder el vuelo. La ruta está bien señalizada me dije, por qué pensar en riesgos.

    Nos dimos con el bloqueo de la carretera cuando éste tenía ya unos minutos. Dos camiones de carga detenidos en medio de la pista, el chofer de uno de ellos haciendo señas nos obligaron a parar. ¿Qué ocurría? Tras un par de minutos de espera opté por retroceder. A la derecha tenía el acceso al puente de Pucusana, un brazo de la ruta para tomar el regreso a Lima. Obtuvimos entonces una vista que erizaba los pelos. La larga hilera de luces de vehículos encajonados, sólo podía presagiar una desgracia.

    Con el teléfono celular a la mano mi acompañante y yo buscamos salir de dudas. Nuestro contacto en Lima se preocupó, pero no estaba enterado de lo que estaba ocurriendo. ¿Regresábamos o no? Decidimos esperar con el motor encendido. Pasaron diez minutos, quince. Algunos peatones comenzaron a circular entre las sombras. Volvían de los ómnibus detenidos más adelante y no todos tenían rostros amigables. Nos dirigimos a quien nos pareció más confiable.

    El chico vivía en la zona, en el asentamiento Benjamín Doig, y resultó asequible. El bloqueo tiene para rato nos dijo de entrada. Es una protesta por los accidentes que ocurren aquí mismo. Por la tarde, una niña de cuatro años había muerto arrollada por un ómnibus y su madre estaba grave en el hospital. Las autoridades no habían escuchado el clamor con el que los pobladores habían solicitado ya en varias oportunidades la construcción de un puente peatonal.

    ¿Y tú que vas a hacer?, le dije. Esperar no más, respondió; debía ir unos kilómetros más arriba y quedarse por allá hasta el martes. En el horizonte no se veía ni un carro policía, ni una autoridad de la administración de carreteras. Nuestra vuelta a Lima sin porta documentos era un hecho.

    De regreso encendimos la radio para oir las noticias por RPP. Una voz se refería al bloqueo de la carretera para censurar la actitud de los pobladores. Con violencia no se logra nada, decía. Pasaba por alto que con una dosis extra de prepotencia, o indiferencia de las autoridades, tampoco.

    Cada vez que tomamos contacto con la frágil línea que separa el comportamiento civilizado del que no lo es, nos toca agredecer la suma de hábitos que practicamos en la vida cotidiana. Una vez más se evidencia la necesidad de educarnos en materia de tránsito. Las calles y las pistas son finalmente, los espacios donde transcurre la vida que se supone hacemos en común. El lugar también donde comprobamos que la zozobra puede estar a la vuelta de la esquina.

    viernes, febrero 23, 2007

    De tórax al país


    Situación uno. Una docena de seres reunidos en el cálido salón de grados de una ilustre universidad local. Nos mantenemos a la espera de la doctora NN que debe presidir la mesa del jurado de una tesis y no llega. El imaginario local nos hace descartar que le haya ocurrido alguna desgracia. Anticipa en cambio, la excusa que se avecina. Disculpen ustedes, se me bajó una llanta. Por cierto que a nadie se le va a ocurrir examinar el cuerpo de la académica para localizar el percance. La llanta sería del carro. Del carro.

    Post modernos como se dice ahora que somos, no logramos recuperar la voz ¡inaudito! Hay que valorar sin embargo, las asociaciones libres que brotan en los tiempos perdidos. Freud está presente, se siente, se siente. La espera de la doctora continúa, cuando alguien recuerda a la gente que cree que marcar la hora de entrada al trabajo es una falta de libertad. Mmm...Hay también quienes creen que tener una casa en la playa es vivir de espaldas al Perú, echo leña al fuego.

    Situación dos. El tema me vuelve a la cabeza. Pienso que el autor del artículo donde leí la frase anatomo-política "de espaldas al Perú", debe sentirse situado de tórax al país. Siendo periodista de un semanario local, sus magros ingresos deben garantizarle casi, no poder avizorar vacaciones en algun lugar de nuestra costa. En retribución está el increíble gozo de experimentarse como un individuo políticamente correcto.

    Si la mejor salida del periodismo es zocavar el piso de los que con su trabajo y no la coima trabajan y logran un tiempo de descanso, es que somos un país estúpido. El vigilante que se ve en el malecón de algún balneario al sur de Lima, debe tener la satisfacción de contar con un trabajo. Si digo que ojalá llegara a tener su propia compañía, más que seguro que reciba comentarios del orden mxzcxwqjt.

    Situación tres. Estoy pensando en una imagen. La oligarquía a la que se identificaba como a los dueños del Perú, ha cedido paso a los dueños de su cuerpo. Lo diseccionan posesionados de los medios de comunicación. Por mi parte, nunca quisiera estar de espaldas al Perú, pero sabe dios si el jurado dictaminará que lo estoy. No sé a quien le toque presidir la mesa, pero es más que seguro que a la hora de las deliberaciones, llegará tarde también.

    jueves, febrero 22, 2007

    Tonalidades

    Soy experta en neutralizar los sentimientos no resueltos antes de que se instalen en la boca del estómago, dice Manuela, un personaje de la española Maruja Torres. Una habilidad que podría considerarse necesaria, si se cree que la anestesia momentánea previene de cualquier futuro desembalse. Las evidencias van por el lado contrario. El rollo no tarda en reaparecer como una sensación vaga y hasta paralizante.

    Un poema de la argentina A. Pizarnick dice algo de lo mismo: oh mis muertos/me los comí me atraganté/no puedo más de no poder más/palabras embozadas /todo se desliza/hacia la negra licuefaccion/

    Si como parece estamos hechos para vivir lo que nos toca, suena sensato aceptar los tonos oscuros y claros del alma. Diría que las pinceladas de la estadounidense Jennifer Bartlett les agregan cierta magia.

    Juegan con el orden rosa identificado con lo femenino, con la metamorfosis del paisaje. Desafían la mirada y hasta la boca del estómago. Los sentimientos pasan a ocupar un lugar más arriba; cerca del corazón y por qué no, de la cabeza.

    Textos: Maruja Torres,"Un calor tan cercano"
    Alejandra Pizarnik, "En esta noche, en este mundo".

    miércoles, febrero 21, 2007

    No uno, sino muchos Yos

    La imagen de Helmut Newton me cae hoy a pelo. Pido a ustedes sí, que pasen por alto su aire a capítulo de la serie Crime Scene Investigation (CSI) en boga por lo menos aquí, en la burbuja del cable-tv en Lima. Me preguntaba anoche por la cabida que tienen en nuestro diario escribir los múltiples "Yos" que nos habitan. ¿Múltiples Yos? Ni más ni menos. El gran Nietzche se refería a una Federación de Yoes, Freud a una porción no conciente de nuestro mismo Yo, y varios de sus seguidores, a las diferencias entre nuestro Yo auténtico y nuestro Falso Self.

    Vallejo, poeta y peruano, nos remitió más de una vez a casi lo mismo con su: "quiero escribir pero me sale espuma/ quiero decir muchísmo y me atollo/"(Intensidad y altura).

    Se tiende a pensar que lo único que guardamos en el patio de atrás, es una conducta sexual no convencional. Ha estado de moda asociar las cadenas rotas al hecho de salir del closet. Alguien evalúa la desdicha de vivir a la sombra su homosexualidad y decide asumirse como gay, lesbiana o bisexual. No es el tema. De hecho la suma de imágenes, sensaciones y hasta ideas no del todo nítidas que nos acompañan diariamente tienen un talante de otro tipo.

    Sucede que a pesar de nuestro Yo (del Yo principal diría en este caso); y en consideración a un lector imaginado, vamos construyendo una identidad que se fortalece. Y eso... hasta que se debilita. Sugiero practicar la revisión, la bajada de motor y hasta el cambio de neumáticos en esa operación que es la escritura diaria de un blog.

    Ojalá para sentir la ilusión del momento en que damos con la llave que abre las esposas del lenguaje propio. Hay que seguir dándole al teclado.
    Imagen: H.N.

    martes, febrero 20, 2007

    ¿Demoler, demoler?

    La Huaca Huallamarca me queda cerca. Cada vez que puedo doy un paseo por el área de más de diez mil metros cuadrados que hizo de sede ceremonial del pueblo indígena de los Huallas. El santuario mantuvo su influencia en la zona, desde aproximadamente el siglo III d.C. hasta la llegada de los Incas a Lima en el años mil cuatrocientos y tantos. Ambas culturas compartían el estilo arquitectónico para edificar lugares sagrados, siendo en la sierra la materia prima la piedra y en la costa el adobe.

    Cuesta creer que haya costado rendir homenaje al pasado precolombino. Que tiempo atrás los hallazgos arqueológicos fueran tachados como "un terral", por voraces constructores que apuntaban a una urbanización de moldes foráneos.

    La arqueóloga del Museo de Sitio de Huallamarca, me dice que en los años sesenta se veía hasta con verguenza la conservación del lugar. ¿Cómo una construcción autóctona y hecha de barro iba a seguir instalada en el corazón de San Isidro, el distrito jardín?

    Su voz se alegra al mencionar la intervención de arqueológos y autoridades municipales. No se podía borrar un importante rastro de identidad. Que bueno que las cosas se pusieran en su lugar y que el gobierno municipal se ocupe hoy del mantenimiento de la huaca.

    O nos hacemos cargo de nuestro pasado o andamos por allí con pinta de copias del estilo de turno. ¿Por qué pretender demoler, demoler, como decía la tonada rock, todo aquello que pudiera traicionar esa imagen supuestamente reluciente (y estandarizada) que llevamos por fuera?

    Ojo, que además se nota.

    lunes, febrero 19, 2007

    Un carnemoto

    ¿Un carne qué? El término es de Gore Vidal en su novela "Myra Beckinridge", un auténtico inactual si se toma nota de la fecha en que la escribió:1968. A creerlo. El relato produce hoy mismo, tal "carnemoto". Dicho en cristiano, un terremoto en carne propia. He leído M.B. durante el fin de semana. Advierto a ustedes que les quedan unos segundos antes de ponerse al tanto de algunos pasajes de la obra. Guerra avisada...

    Myra tiene ventisiete años y escribe un cuaderno de notas. Acaba de llegar a Hollywood para reclamar una jugosa herencia. Un afán del todo banal si se compara con la misión que ella misma se ha impuesto: Volver a crear los sexos y salvar la raza humana de una extinción segura. Hay que enterarse de su rechazo a los avances médicos. Si por un lado han logrado disminuir la mortandad infantil, no se han preocupado de regular el ritmo de reproducción. Como dos más dos son cuatro, han contribuído por tanto al aumento del hambre en el mundo.

    Myra adora el cine al punto que ningún peregrino en Lourdes podría sentir lo que ella en ese mundo mágico que la ha arrobado desde los siete años. No niega que sus recuerdos fílmicos sean bastante más gratos que las calles que circundan la meca del cine. Desde su ventana en un motel de Sunset Boulevard alucina los vapores del tráfico y cree ver las células del cáncer en los pulmones de los automovilistas. El monóxido de carbono las hace proliferar "alegremente como los espermatozoides en los testículos de un chico sano".

    La lucha de Myra contra la extinción de la especie, no va por ahí. Lo suyo no es propagar una enfermedad, ni detonar la bomba atómica, o diseminar el gas mostaza. Es el amor. Se propone difundir la libertad sexual más amplia. Terminar la incesante fecundación, promoviendo la homo y la bisexualidad.

    Conoce la materia prima de su proceso de enseñanza aprendizaje: los jóvenes. En particular los enganchados con el espectáculo. Sabe que lo desconocido les produce un sobresalto cercano al pánico. De allí que les ofrezca un amor a la gótica. Se agencia para ser amante y verdugo de sus víctimas.


    En la novela de Vidal hay escenas de minuciosa descripcion sexual-genital que no pienso tocar. Elijo terminar con su luminoso estilo para referise a un paisaje. Produce a su manera también un "carnemoto" imaginar el mar desde algún acantilado en Santa Mónica: "...vista soberbia de los peñascos de la costa que compensa en algo la inevitable perspectiva de esa despreciable masa de agua que ahoga el horizonte desde el oeste hasta Asia".


    viernes, febrero 16, 2007

    Luz para la sombra

    Estoy leyendo al psicoanalista Christhoper Bollas en "La sombra del objeto" (1987). Su reflexión gira en torno a la memoria de los años sin lenguaje. ¿En algún lugar de nuestra psique queda algún rastro de aquello que vivimos cuando éramos bebés?

    La imagen sugiere que habría que hacerse de una llave para dar con tal rastro. Siguiendo a Bollas se puede afirmar sin embargo, que aunque su propietario no lo sepa, dicho rastro salta a la vista.

    Se revela en el carácter y en nuestro talante para existir. Sin descartar que se presenta también en el lenguaje no vocal con el que solemos tratarnos. Hay por ejemplo quien se dice y se redice que no sirve para nada. Motivo para suponer que alguna experiencia traumática de los primeros años proyecta en esa voz predeterminada. Poco importa que el auto agresor crea que vive a su albedrío y sólo en el presente.

    El amoblamiento psíquico demanda un esfuerzo a lo largo de la vida. Y aunque el adulto quiere saber poco de cambios, la vía para recuperar esos años de sombra es convertirlos en pensar. El destino ideal de esa porción de nuestra memoria, cobra forma en la sesión terapéutica por el mero hecho del lenguaje.

    El paciente parece hablar sólo y deshilvanadamente, haciéndolo en la compañía del terapeuta. Su meta es integrar esa relación muda de "lo sabido no pensado", que ha mantenido consigo mismo. Aquel que quiera olvidarse de esas partes de si mismo, haciendo a un lado el trabajo psíquico que exige su rescate, las ha de percibir sólo como una sombra.

    El lenguaje de Bollas seduce aunque parezca cursar una invitación a emprender un viaje masivo hacia los rincones del alma. Hay que tener en cuenta que el valor del modelo que formula, parte de su experiencia clínica y de la ayuda que haya podido brindar a otros a transformar su vida.

    Deja con la boca abierta su relato de un hombre que cada vez que iba por la ciudad y veía caminar en dirección opuesta a un hombre joven, sentía la convicción de que éste iba a poder ayudarlo. A continuación le ocurría sin embargo, experimentar una sensación de ausencia y blanco. En el tratamiento, Bollas le ayuda a descubrir la sensación de júbilo que experimentaba al ver venir a su madre. Un éxtasis que se diluía cuándo élla tras una fugaz caricia, lo entregaba a la niñera vestida precisamente, de blanco.

    Boquiabierta y todo, coincido con una elección personal de la luz. No sólo el diván salva a cada quien. El caso es hacerse cargo hasta de las propias sombras. No maltratarse.

    Imagen : Ian MacKinnel

    jueves, febrero 15, 2007

    Tontos puros, de manantial


    Hace algunos años un maestro de la lengua, casi un médico de la palabra, refería su preocupación por el estilo de las comunicaciones en la Red. Según Lázaro Carreter el predominio de las siglas en inglés amenazaba el idioma de Cervantes, con el agravante que los cerebros de los hispano hablantes habrían de abundar en necedad.

    ¿Un ROTFL, en vez de decir con todas sus letras que se rodaba por el piso de risa? ¿Qué era eso de aludir a la carcajada con un LOL?; ¿agradecer con un TIA, o en fin, despedirse con un BFN? A sumar el uso de esas caritas felices, tristes o en romance bautizadas como smiles.

    ¿Qué regresión! Cuidemos el futuro, nos prevenía el autor de "Escritura electrónica" (1999), don Fernando Lázaro Carreter. La moda iba a convertir nuestra lengua en una figura espectral. Gestora de "tontos inalterados, puros, como de manantial".

    Como quiera que no ha sucedido, valga disfrutar las expresiones del académico al predecir tamaña catástrofe. Uno de sus consejos: evitar las operaciones reductoras, es decir eludir las prisas para decir lo que se quiere. En cambio, buscar palabras vivas y atreverse a traerlas de acá para allá. En el fondo tratar y de manera monda y lironda, de no ser un tonto/a. No al menos de esos puros, de manantial.

    Si quieren más. Toca prevenirse por ejemplo, del uso del super, término traído a remolque del inglés y del francés. No señor, señora, nada de superbien, supermal, superguay, supercálida etc. Si se murió su iguana diga que está triste y no supertriste. De lo contrario entrará en la categorización de nuestro académico: "El analfabetismo más fanático se ha adueñado entre nosotros de ese truco exagerador para calificar y para liberar buena parte de la sobreexcitación nerviosa que en esta época, aqueja a toda la zoología bípeda, necesitada de expresarlo todo en su ápice vibrante".

    miércoles, febrero 14, 2007

    Ni contigo ni sin ti

    Amadeo y Jeanne. Al pintor italiano se le recuerda como Modigliani y a Jeanne como a un cero a la izquierda. Lo suyo era la pasión del mío o me mato, y así lo hizo. Jeanne que se apellidaba Hébuterne, se deslizó por un balcón al enterarse de la muerte de su hombre. Amadeo falleció en su lecho de tuberculoso sin saber que dos días después su modelo y amante se llevaría en el vientre el fruto de su amor nacido entre pinceladas.

    El embarazo de Hébuterne había sido su plan B para ligarse al pintor, aún postergando su deseo de pintar y ser una artista. Desde la eternidad podría decir si le bastó convertirse en una auténtica Modigliani.


    Jeanne conoció al pintor a los dieciocho años. Él cumplía treinta y cuatro más apegado que nunca a los vapores del alcohol, los delirios del hachís y la vida licenciosa. El Paris bohemio de principios del siglo XX era su testigo. Modigliani a más de pintar y esculpir, fornicaba. ¿Es que alguna mujer se le resistía?

    La muerte encontró a la pareja cuando habían pasado menos de tres años de su encuentro al estilo "ni contigo ni sin ti". Los recuerdo aquí en el día del amor y la amistad. Una fecha que suena mejor vivirla con la libertad de la letra "o" del, contigo o sin ti. Ojalá que con el gozo de la letra "y", del conmigo y contigo.

    martes, febrero 13, 2007

    Hace falta la falta

    Buena parte de los humanos echa de menos la inocencia que rodeó su vida durante la infancia. Hay otra parte cuyo balance arroja un saldo negativo. Es cuando se lleva en el alma cicatrices, como dice el vals. Tanto da. La autodeterminación para enfocar el futuro, surge menos de unos primeros años en los cuales todo muy bien todo muy fino; o donde reina la tragedia, que de aquellos donde se percibe alguna falta. Para ejercitar el trabalenguas: hace falta la falta, siempre que ésta no sea de confianza.

    Poco se logra sin fe en la vida y sus avatares. Una fe laica, con dudas y en uno mismo que si algún opuesto hay que colocarle es la conducta wannabe. La del I want to be (yo quiero ser) como XX, es decir imitar a la estrella de turno, al conocido o conocida que impone la moda y en quien se proyecta la fantasía de que le va como a nadie.

    ¿El futuro sucede en razón de lo que hacemos o dejamos de hacer para que suceda? Si hay un ejercicio que puede servir para averiguarlo es el ubicar un momento del pasado para recordar como veíamos el futuro. Tensar la memoria y examinar nuestros sueños, nuestra confianza y/o agradecimiento ante los hechos que nos sucedían sirve como punto de partida. Luego hay que mezclar lo recordado con el ingrediente suerte y agregarle un par de cucharadas de lo que hicimos cuando ésta nos fue adversa. El infortunio sabe operar también como consejero.

    El filósofo Danto observa que una vida bien vivida no es un relato programado. Son los accidentes los que hacen que una biografía merezca ser escrita y leída. Se me ocurre que los blogs nos ayudan a practicar esa falta de predecibilidad. Cada mañana cuando dispuestos a referirnos a algo en particular, nos preguntamos por lo que ha sido nuestra vida las últimas venticuatro horas. Lo que salga de la propia escritura es, a su manera, un premio por alejarse del modo de existencia wannabe.

    Imagen : Cy Twombly, 1968

    lunes, febrero 12, 2007

    Talento hay


    La figura en lápiz es hecha por Angelo, un niño de nueve años que asiste a un colegio público en Mala, localidad ubicada a noventa kilómetros de Lima. El chico es hijo único de un padre no habido. Su madre, hija mayor de una familia de pocos recursos, pasa la semana en la capital trabajando como empleada del hogar y, por la noche, estudia la carrera de Programación en un instituto privado. Para su tranquilidad es su propia madre, es decir la abuela de Ángelo, quien se ocupa de su hijo de lunes a viernes.

    Como se sabe, la pobreza en nuestro país va de la mano con la escasez de estímulos de todo tipo. Mi primera observación es antes que nada una constatación. El talento aparece en quien mejor lo dispone la naturaleza. No hay sino que considerar que para reproducir una imagen como la de Leger, el pintor cubista francés; "Mujer con un gato" (1921), se requiere percibir afinadamente, cierta destreza motora y una concentración sostenida por la motivación de ver el resultado final. Todo ello se reúne en la precocidad de Angelo a la hora de dibujar.

    La investigación psicológica ha enumerado hace buen tiempo las etapas que recorre el dibujo infantil. El garabato que va hasta los 4 años; la etapa del pre- esquema que dura hasta los siete; el esquema como una muestra incipiente de realismo que se prolonga hasta los 9; el realismo con su preocupación manifiesta por la proporción y la profundidad de los dibujos. Todo un desarrollo que culmina a los 14 cuando el adolescente está ya en condiciones de desarrollar de manera conciente su interés por el arte.

    El camino de Angelo hacia la creación ha hecho escala en la copia. No es difícil preveer que de aquí en adelante necesitará del apoyo exterior para ampliar su mundo visual. La psicología se ocupa de los cambios que tienen lugar en el desarrollo y aún cuando no pretenda explicar el por qué, en el caso de Angelo puede afirmar que lleva la delantera.

    A la promoción cultural le corresponde detectar el talento y allanarle el camino. Toca imaginar la manera de encauzar el aporte público y privado para alentar a los talentosos locales. De haberlos, haylos.

    viernes, febrero 09, 2007

    La sangre se me alborota

    Sacude el lenguaje del investigador Cristóbal Díaz Ayala al rastrear los orígenes de la música que tras afincarse en Cuba y propagarse a otros países de América, comenzó a identificarse como tropical. Las palabras "cuerpo", "percusión" y "baile" se entretejen para recordar que la vitalidad del ritmo está asociada al traslado de millones de esclavos africanos a esta parte del mundo.

    El investigador cubano anota en su libro "Cuando salí de la Habana", las diferencias de los régimenes esclavistas en el continente americano según se tratase de los imperios inglés, holandés, francés, español o portugués. Los dos primeros extirparon las costumbres nativas allanando el camino de la imposición cultural. Nada de baile. Los portugueses y españoles mostraron en cambio, una tolerancia de criterio funcional. La población podía expresar su afición por la música, considerando que era una válvula de escape para sobrellevar mejor los trabajos forzados.

    La reforma protestante por un lado, y la religión católica por el otro, prolongaban así sus ideologías en aspectos fundamentales del futuro sentir cultural de sus colonias. Las Antillas, y más tarde América Central y América del Sur recogieron la memoria rítmica africana. En EE.UU. el sentir se concentró en Nueva Orleans. Había allí precisamente, una tradición hispano francesa que sostuvo el laissez faire laissez aller de la expansión musical.

    Óyeme, que si tuviera que hacer una síntesis de proporciones podría decir que los distintos géneros musicales asociados a la música tropical han quedado agrupados en un par de rótulos: El son identificado con el sentir cubano y la salsa como un producto nuevayorkino nacido del aporte de músicos cubanos y portorriqueños. O en tres, si menciono el merengue de República Dominicana.

    Como fuera, hoy la salsa va y viene por el mundo. Lo expresan las agrupaciones de países tan ajenos al fenómeno original. Dígase Israel (Jerusalem Salsa Band), Finlandia (Salsamanía), Escocia (Salsa Céltica), Japón(La Orquesta de la luz), Australia (Chabuca con Cumaná), Francia (Fatal Mambo), España, en particular Santa Cruz de Tenerife (Orquesta Sabrosa), y el mismo África (Makina Loka).

    Sumen ustedes que la foto pertenece a Hilary Shedel. La fotógrafa londinense a la que probablemente se le alborotó la sangre y puso su pimienta a la imagen (no todo es neblina por allá).Y ahí namá.

    jueves, febrero 08, 2007

    Los ojos del país

    La guitarra rasga el aire a ritmo de bolero antes de evocar un cha cha chá con ráfagas de cumbia y salsa. El cuerpo se alegra. “Qué pereza la guerra”, pieza del colombiano César Mora y su orquesta María Canela, invita sin embargo a hacer una pausa antes de lanzarse a la pista de baile.

    La voz de un noticero inunda la atmósfera. Oímos: Enfrentamientos se presentan a esta hora en varias zonas del país entre las fuerzas al margen de la ley y las fuerzas del orden. Entre tanto los ojos del país están puestos en los nuevos diálogos de paz para encontrar una salida. El país espera, anhela, piensa, sueña con la paz.

    Ahí no más el vocalista traslada al oyente a una clave de intimidad:
    Ay que pereza la guerra mami, todos me dicen la debo ganar y yo anhelando dormir contigo en una playa en San Bernardo del Viento. Ay que pereza morir sin conocerte, sin descubrir el país de mis abuelos, hoy no se puede salir, ay papa dios, porque hay pesca milagrosa, hay bomba, que pereza...

    Aunque el alma se ha inundado ya de un ánimo de baile, seguimos oyendo: Si he de morir que sea a tu lado en primavera y que me entierren bajo la luna lisonjera, que no me falte la brisa de tu pelo que huele a vida, huele a futuro, huele a caña, huele a cumbia, a agua de alucena, a trigo dulce y canela, frescura…

    Será que las letras del sabor afro-latino-caribeño –americano vienen ahora con pienso. Será que la supuesta transformación de la intimidad del habitante del siglo XXI, es más una tesis sin corroborar para el papel que aguanta todo. Será que a pesar de los cambios no se apagan las notas poéticas que animan el sentido de la vida. Será que los ojos del país no son siempre los propios.

    miércoles, febrero 07, 2007

    La madre de Arthur

    Algo debió pasarle a Johanna la madre de Arthur para cancelar de tal modo la relación con su hijo conocido a secas como Shopenhauer, filósofo nacido en la ciudad de Danzig Alemania en un mes como éste el año 1788. Al suicidarse Heinrich, su esposo y padre de Arthur, Johanna decidió desligarse de todo rastro de imposición, incluída la de su hijo quien desde muy joven brillaba por su singular inteligencia.

    Comenzó una carrera literaria que aunque no la ha hecho permanecer en la historia como novelista, sigue haciendo pensar en ella como una mujer que buscaba desarrollar un trabajo creativo más allá del quehacer doméstico. No pretendo atar cabos sobre la influencia de la actitud de Johanna en el agrio carácter de Arthur y su incapacidad para mantener una relación de pareja. Cómo olvidar la frase del filósofo: "La mujer es un animal de cabellos largos e ideas cortas. Sólo voy a transcribir la carta que su madre le envió, harta evidentemente de los juicios y opiniones de su hijo.

    La novela de Irvin D. Yalom, "Un año con Shopenhauer" ha servido para interesarme en la vida de ambos personajes. Tal vez ocurra lo mismo con ustedes. Ah, en descargo de la observación sobre la mujer hecha por Shopenhauer, anoto aquí otras que más bien seducen.
    1-La cantidad de rumores inútiles que un hombre puede soportar es inversamente proporcional a su inteligencia. 2-No hay ningún viento favorable para el que no sabe a qué puerto se dirige.

    La carta
    Querido Arthur:
    La puerta que cerraste ayer tan ruidosamente después de comportarte de manera tan incorrecta con tu madre está de ahora en más clausurada para ti. Parto para el campo y no he de volver hasta que sepa que te has ido...No sabes lo que es el corazón de una madre: cuanto más tiernamente ama, tanto más dolorosamente sufre los golpes de la mano que una vez adoró...tú mismo te has arrancado de mi lado: tu desconfianza, tus críticas a mi vida, a la elección de mis amigos, tu inconstante actitud para conmigo, el desprecio que tienes por mi sexo, tu falta de disposición para complacerme, tu codicia, todo eso y mucho más te dan a mis ojos una faz despiadada...Si yo estuviera muerta y tuvieras que habértelas con tu padre, ¿te atreverías a darle lecciones? ¿Intentarías controlar su vida y sus amistades? ¿Acaso te amó más que yo?...Mis obligaciones contigo han terminado. Sigue tu camino, no quiero saber más de ti...déjame tu dirección pero no me escribas, de ahora en adelante no leeré ni contestaré tus cartas...en fin...Me has lastimado en demasía. Haz tu vida y sé feliz como puedas.

    martes, febrero 06, 2007

    ¿Y quién creó a la mujer?

    Para Roger Vadim (1928-2000), el cineasta francés que en los años cincuenta encumbró a la actriz también gala Brigitte Bardot (1934) como símbolo sexual, el creador fue Dios. Su película "Et Dieu… créa la femme" (1956) lo dijo con todas sus letras. Había sin embargo cómo dudarlo. La pintura del siglo XX venía dando muestras del empeño masculino por crear al menos en imagen a su compañera de especie. Picasso marcó un hito con Las señoritas d¨Avignon", De Kooning quiso ver a la mujer siempre de manera expresionista y Dalí festejó a su musa acompañándola de una chuleta.

    Tras un auténtico bamboleo a manos de artistas varones, algo ocurrió con la imagen de la mujer cuando representantes del feminismo decidieron tomar cartas en el asunto. A fines de los ochenta, el colectivo de artistas "Guerrilla girls" coronó esta intención. Su acción más celebrada fue empapelar las calles de Manhattan con afiches de corte publicitario para cuestionar el papel de la mujer-objeto en el arte.

    Hablando de publicidad, la firma Dove que fabrica productos dedicados al cuidado de la piel, ha iniciado hace unos años una campaña para acabar con el mito de sólo un tipo de belleza femenina. Aquella de la joven de rostro hermoso y formas esculturales. La empresa se ha dedicado a atacar audiovisualmente el imaginario general (no hay que pensar que sea sólo el masculino).

    Sus fotos muestran alternativamente, mujeres gordas, con manchas, viejas, con poco busto y con mucha nariz y encuestan a boca de jarro en la Red: ¿Rondona o femenina?, ¿llena de manchas o de encanto?, ¿vieja o vital?, ¿plana o plena?, ¿mucha nariz o mucha personalidad?

    La última en Londres es su aliento a la desnudez femenina en mujeres de mediana edad.

    A mi modo de ver, aplicar la regla del manual de los cortapalos (ver Hugo Paco y Luis del mundo Disney) "si no puedes en su contra únete a ellos", está demás. El cuerpo, a no dudar más bello en la juventud y en quienes han dedicado su esfuerzo a conservarlo, no tiene que mostrarse sin ropas, engordado y desvencijado, para reflexionar en otros rendimientos de la mujer.

    El asunto de la estrategia publicitaria parece detenido en la interrogación, ¿y quién creó a la mujer?, cuando cómo dicen las imágenes arriba (la fisico culturista Lisa Lyon y la actriz Whoopi Goldberg), hay un mundo de estilos que amerita el plural. Pese a la insistencia de la mirada masculina en un sólo perfil (¡y qué tendrá que ver Dios en todo esto!), las mujeres como los hombres hoy, nos creamos a nosotras mismas.

    lunes, febrero 05, 2007

    De verdad maestro

    Disfrutaba mi lectura de fin de semana, cuando me puse a pensar en la importancia de los libros, en particular si son de literatura. Me vinieron a continuación imágenes de clases y profesores. ¿De qué debe ocuparse en realidad un profesional de la educación?

    Coincido con quienes ven al maestro como alguien que apela a la curiosidad del alumno. El propósito es despertar su deseo de investigar. Al estudiante le corresponde en cambio, trazar los límites de su propia exploración. He aquí un esquema que no se acepta con facilidad. Más todavía si el profesor reconoce que puede equivocarse y toma el conocimiento como si fuera una aventura. Produce temor vulnerar el principio de la verticalidad tradicional.

    La crítica frente a distintos modelos educativos va y viene. Para quienes trabajan en el campo educativo es cosa de seguir elaborando imaginativamente alternativas de enseñanza aprendizaje. Me he dado con dos magníficos artículos sobre la importancia de la literatura y la reconstrucción de la imagen del maestro, ambos de Miguel A. Huamán, Director de la Escuela de Literatura de la Universidad de San Marcos en Lima.

    Señalo los puntos fundamentales:

    1- El maestro debe asumir una humildad fundamental. Es importante que reconozca cuando no dispone de alguna información y proponer su búsqueda con los alumnos.

    2-Es importante que ponga en cuestión la verdad absoluta del conocimiento y declare más bien el carácter sesgado, parcial e intersubjetivo de lo que se aprende.

    3-Al ponerse en cuestión dicha verdad, se propicia una postura de flexibilidad, diálogo y apertura ante otros saberes, culturas y experiencias. Nadie tiene la última verdad.

    4-La literatura es una vía para ampliar habilidades cognitivas sólo presentes en la experiencia estética. No es pues sólo un adorno, o un hobby.

    5-Hablando de leer literatura, y no recetas de cocina, una de las habilidades que fomenta es la posibilidad de establecer una distancia crítica con el mundo del que somos parte. Pre-requisito para dar alas a la creatividad.

    Si al padre o madre de familia le toca hilar fino para educar a sus hijos, al maestro le corresponde edificar un suelo firme para que el alumno inicie recorridos desconocidos. Lo consigue poniendo en práctica la humildad. Menuda tarea. ¿Se puede acaso mantener la ceguera por mucho tiempo más para ponderar su actividad?

    Imagen: Mark Tansey .

    viernes, febrero 02, 2007

    Esos bigotes

    Paso poco por esa parte de la ciudad, así que darme con el rostro de Dalí en la Plaza Washington fue una sorpresa. Había escogido una ruta poco usual para volver a casa desde el Museo de Arte de Lima (MALI) y toparme con la esquina del Centro Cultural de España (a la izquierda en color rosa), me mantuvo en la esfera del arte. ¿Sabrán los paseantes quien es el señor del dibujo? Ahora hago unas preguntas y les cuento.

    Podré decirles también, algo más sobre la pilosidad capilar del catalán que el 2004 fue muy celebrado al cumplirse un centenario de su nacimiento. Vuelvo.
    Unas horas después...
    Malo, malo. El "Divino" Dalí como gustaba que le llamaran, no fue reconocido por buena parte de los ciudadanos que tomaban un respiro frente al parque del Centro Cultural de España. Un señor muy reflexivo comentó que si el dibujo fuera de un peruano, tendría que ser de José María Eguren. Al poeta le gustaba llevar los bigotes grandes, aunque viéndolo bien prosiguió, más parece...¡Dalí!

    Seguí preguntando y ni el lustrabotas, ni las parejitas acaramelándose en las bancas tenían la más remota idea. Es que le han quitado un ojo observó un chico. Finalmente dos jóvenes con pinta de "culturosos", respondieron sin dudar es Dalí. Al parecer los del Centro van a reemplazar pronto el dibujo de Felipe del Aguila por alguna otra intervención también a propósito de Dalí.

    En cuanto a los argumentos que daba el artista sobre el estilo de su mostachos, decía que quería ¡pasar desapercibido! Amén de que le permitía reemplazar el cigarrillo o captar las más creativas inspiraciones.

    Reconocido o no, hay Dalí para rato. En Barcelona acaba de publicarse un catálogo que incluye sus obras desconocidas de la etapa 1930-1939; pero las miras del Centro de Estudios Dalinianos es completar un catálogo total en 1910.

    jueves, febrero 01, 2007

    Un oscuro amor


    Me sumo hoy a a la pausa de luz que ha de durar cinco minutos en todo el mundo. El apagón propuesto por La Alianza por el Planeta, asociación que reúne 72 instituciones ecologistas, está convocado para las 19.55 hora francesa, y antecede la presentación del informe en el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático en Paris. La intención es llamar la atención de las organizaciones que tienen el poder para evitar el despilfarro de energía en el globo.

    La luz que ha de dejar de brillar dentro de unas horas incluso en la Torre Eiffel, es antes que una invitación al caos, una manera de expresar amor por el entorno. Diré un oscuro amor, y esta vez eso no es malo.