martes, marzo 31, 2009

Enloquecida madre

Peleo es un mortal que fecunda a la ninfa Tetis y tiene con ella a Aquiles. Cuenta la leyenda que Eris la diosa de la discordia se había propuesto boicotear la boda de Tetis y Peleo. En plan de venganza por no haber sido invitada envió al banquete un regalo: una manzana con la inscripción ´para la más bella´. Calculaba despertar la codicia de Afrodita, Venus y Hera, tres distinguidas invitadas que efectivamente mordieron el anzuelo. Las diosas iniciaron una pelea sin tregua que se detuvo sólo cuando optaron por pedir su veredicto a Zeus. El rey del Olimpo prefirió sin embargo delegar la tarea a Paris, un humano que siendo príncipe desconocía su linaje y trabajaba como pastor. Ocurrió entonces que Hermes se le presentó para ponerlo al tanto de su misión y transmitirle los ofrecimientos que le hacían las diosas si las favorecía. Hera prometía a Paris poder, Atenea sabiduría y Afrodita entregarle el amor de la mujer más bella del mar Egeo: Helena de Troya. Al resultar Afrodita la vencedora, Paris sucumbió al encanto de Helena. El paso siguiente fue raptarla. La bella mujer era esposa de Menelao rey de Esparta por lo que éste respondió al agravio con una declaratoria de guerra. Se inició así un enfrentamiento entre griegos y troyanos que duró nueve años. Respecto a Aquiles y a su vulnerable talón, otro hecho atravesado por la discordia, aunque no tuviera que ver directamente con Eris. Tetis había bañado a Aquiles en el rio Hades con la intención de volverlo invulnerable, pero se había interrumpido cuando le faltaba el talón. Más que premura, Tetis tenía miedo de ser descubierta. La enloquecida ninfa había sacrificado a sus seis anteriores vástagos y su esposo estaba ya sobre la pista. La había traicionado su deseo desesperado de volverlos inmortales.

jueves, marzo 26, 2009

Menores sin mayores

No fue muy genial ser hija de J. D. Salinger. Margaret Salinger lo pensó toda su vida hasta que decidió escribirlo. Reveló entonces su encono contra Holden Caulfield, el protagonista al que J.D. había dado vida literaria en 1951. Margaret odiaba sobre todo el sueño del adolescente de diecisiete años, es decir que Holden imaginara convertirse en un guardián entre el centeno. Una suerte de cuidador de niños en un campo al lado del precipicio. Si alguno de ellos se acercaba demasiado al despeñadero, allí en medio del cereal con el que se hacen panes, Holden se ocuparía de librarlo del peligro. Que se dijera a sí mismo que su vocación era una locura no lo llevaba a verse dedicado a otra cosa. Dicho sea, al lector le queda la impresión de que al protagonista de J.D. tampoco le hubiera gustado encontrar una escuela para aprender el oficio de guardián entre el centeno. No. Tal vez era una de esas aspiraciones sólo para decirlas. Del lado de Margaret, pobre. No encontró en su padre algo del espíritu de Holden. En la vida real el escritor poco hizo para proteger a su hija de ningún acantilado y hasta podría decirse que con su indiferencia poco menos que la empujó a varios. La chica en cambio no llegó a curarse del deseo de que su padre velara incluso por sus sueños. Crecer en un entorno así hace pasar parte de la vida preguntando ¿y dónde están los adultos? En la otra, llegan los hijos y es uno el que de pronto necesita convertirse en uno de esos humanos que supuestamente han crecido.

lunes, marzo 23, 2009

Tres meses después

Takashi Murakami

El párrafo de Umberto Eco està fechado en 1965, forma parte de su ensayo `Apocalìpticos e Integrados`. "Hoy es la cultura de vanguardia la que reaccionando ante una situación masiva y agobiante de la cultura de masas, toma prestados del Kitsch sus propios estilemas. No hace otra cosa el pop-art caundo individualiza los más vulgares y pretenciosos símbolos gràficos de la industria publicitaria y los hace objeto de atención morbosa e irónica, ampliando su imagen y trasladándola al cuadro de una obra de galería".

Murakami ha estado en el Guggenheim de Bilbao ¡en febrero 2009! (gracias Lucian).