viernes, diciembre 29, 2006

La profundidad de la superficie

Las marcas de la piel se niegan hoy a favor del pelling. Daniela Buetti, una fotografa de origen suizo, le sigue la pista a ese culto por una epidermis lisa y fina. Con sus tatuajes se sumerge en los rostros de sus modelos y aparecen entonces los nombres de Versace, Dior, o Chanel, grandes empresarios del mundo de la moda, convertidos en símbolos huecos de la desgarradora igualdad que la civilización occidental vende al género femenino.

¿Nadie está libre? Ayer me pareció dar un paso al más acá, viendo en la tv. un reportaje a una rica heredera en un canal alemán. Nunca necesitó trabajar y se dedicó a la música. Se enamoró de alguien que no sabía de su fortuna para, sin ser todo el tiempo felices y comer perdices, sentir la vida. Hasta el ritmo de la cámara, transmitía la tranquilidad de la protagonista.

El zapping me condujo a la labor de Stephen Lewis, canadiense que desde su puesto en la ONU ha venido luchando por atender a las víctimas del sida en Africa. Su hija señaló que solíamos recibir las noticias referidas a la necesidad de justicia y equidad social con una suerte de parachoques. Agregó refiriéndose a su padre, que él había logrado colocar el parachoques detrás, de allí su entrega ante un dolor tan crudo.

El arte, la moda, la tv. el altruísmo de algunos...Tal vez para vivir con más intensidad ayude buscar la profundidad en la superficie de las cosas.

jueves, diciembre 28, 2006

Creer lo que se lee

Considerado por fin un crimen con derivaciones políticas, el comportamiento intolerante tiene las horas contadas. Un ingeniero de origen australiano, acaba de lanzar al mercado un aditamento personal que detecta las actitudes autoritarias. De superarse el nivel admitido, el aparatejo deja escapar un gas y el usuario cae fulminado.

Acusado de practicar también la intolerancia, el especialista ha respondido que se ha adelantado a la época. Y que en el siglo XXII, el aburrimiento producido por el mundo del consumo será tal, que no habrá quien se rehuse a iniciar la aventura de conocerse a sí mismo. El riesgo conlleva un afán educativo.

¡Ja! si acabo de hacerlos inocentes con mi tecno invento. La evocación de la matanza de los inocentes perpretada por Herodes un día como hoy, nos deja en libertad para las ocurrencias más desorbitadas. Los anglosajones en cambio, se hacen los locos el primero abril.

Han difundido la prohibición de entrar a Internet en copas, por aquello de si navega (por la gran autopista de informacion), no beba. Que Microsoft iba a comprar la Iglesia Católica, o que Google había lanzado su MentalPlex, un software que podía leer la mente del cibernauta para ofrecerle lo que busca sin teclear siquiera.

Creer lo que se lee resulta muchas veces una ficción. Sucede que hoy esa ficción puede ser también divertida.

Imagen: Guido Reni, detalle de "La matanza de los inocentes".

miércoles, diciembre 27, 2006

El otro Paul

No hablo de Paul el Beatle que es además Mc Cartney, sino de Paul McCarthy, artista plástico estadounidense nacido en 1945 y que reside hoy en Los Angeles. Un devoto del perfomance que por muchos años se dedico a untar su cuerpo de catchup y chocolate. Lo suyo era evocar la violencia cotidiana simulando hallarse cubierto de sangre y excrementos. Sigue afirmando sin embargo, que le escandaliza pensar que escandaliza, evidentemente un juego de palabras que remite a su visión irreverente y cínica de las cosas.

Su visión monumental de la escultura lo llevó a colocar esta pieza en el techo del museo Whitney de Nueva York( 2004). No duden ustedes de que ha colocado muchos otros artefactos en instituciones culturales y en colecciones de gente con dinero. ¿No le molesta haber ido a parar entre gente que defiende el sistema que ud. critica?, le preguntan. Paul responde que no tiene respuesta y que habrá que ver que hacen con su dinero.

Algunos dirán que sus sueños perdieron la inocencia, otros que el destino de las vanguardias es ser tragadas por el establishment. Como fuera, en materia visual esta imagen resulta más que sugerente. Rompe con la idea del lugar adecuado para una exposición, nos hace levantar los ojos en dirección a la bóveda celeste y en definitiva conmueve. Más todavía con las palabras del artista:"Creo que en nuestra cultura se ha perdido la auténtica percepción de la existencia; está oculta. Lo único que hacemos es vagar por lo que nos parece que es la realidad. La mayor parte del tiempo no somos concientes de que estamos vivos".

Será que Paul perdió también esa percepción. Será que volviéndose demasiado conciente de estar vivo eligió el confort. Prefiero pensar que buscaba sólo un poco de oxígeno y lo demás le vino por añadidura. .



martes, diciembre 26, 2006

Navidad con Turandot


La intención era variar. Darle un toque distinto a la conversación que precede la llegada de las doce el venticuatro. A ese par de horas tan poco gratas para los más chiquitos, visible en su manera de clavar los ojos en el árbol y hacer de estaciones repetidoras; ¿a qué hora abrimos los regalos?, ¿a qué hora? Si no es que cabecean volviendo a los adultos hamletianos, ¿despertarlos o no despertarlos?

Anuncié que iba a poner un DVD en el cuarto de al lado y que quien quisiera podía pegarle una mirada a la historia de Turandot, la princesa oriental. Me miraron raro en un inicio, dudaron y por fin unos cuantos, grandes y chicos, me siguieron. Tampoco es que esperaba trasladar la celebración a un cine.

La trama de Puccini hace pensar en la audacia de Calaf, al ofrecerse a resolver los tres enigmas de Turandot. En su inteligencia y empeño para descongelar el corazón de la princesa. Mi sobrina de cinco años, se olvidó de la espera en pos de sus regalos. Ella misma quería resolver los acertijos de Turandot. Pac, de diez años, encontró parecido el vestuario de los personajes ubicados en el escenario del Metropolitan de Nueva York, con los de las criaturas de una de sus series.

Sin santificar la cultura y desterrar los video juegos, compruebo una vez más que se puede compartir el sentido del arte. A veces desoímos su invitación a descubrir o sólo a entretener, incluso tratándose de un género tan difícil para el no iniciado como la ópera.

Les alcanzo la primera adivinanza del libreto y a ver si dan con la respuesta. "En la noche sombría vuela un fantasma iridiscente. Se eleva y despliega la alas sobre la negra e infinita humanidad. Todo el mundo lo invoca y todo el mundo lo implora, pero el fantasma desaparece con la aurora para renacer en el corazón. ¡Y cada noche nace, y cada día muere!".

La respuesta de Calaf: "¡Sí! ¡Renace! Y exaltadamente me lleva consigo; Turandot: La esperanza".

domingo, diciembre 24, 2006

Esta noche

Esta noche el rito es ante todo una mesa cálida, pero sin buena compañía no se disfruta el apetito ni las ganas de creer. Les deseo a ustedes que haya de los dos: Feliz Navidad. Sumen las gracias por nuestro navegar cercano de los últimos meses.

Imagen: Bo Bartlett, 2006

viernes, diciembre 22, 2006

Diamantes como amantes

Marilyn Monroe lo decía así: Diamonds are a girl´s best friends. Más material de lo que podía imaginarse en 1953, M.M. se decidía por los diamantes antes que por los amantes. Su película "Los cabelleros la prefieren rubias", formaba parte de una época empeñada en olvidar los horrores de la guerra.

El máximo exponente del sex appeal femenino buscaba de seguro como todos, algo más que unas piedras costosas para amoblar su corazón, pero su camino al estrellato le exigía vender lo contrario. Cabe disfrutar de su estilo innegable para el papel de rubia tonta, e incluso de su toque de humor. De ese: Finjamos, el cuento de la vida es glamour y más glamour.

En cuanto a Holly Golightly, el personaje de Capote, la volvía loca ir a Tiffany´s , la joyería que menciona Marilyn en la canción. El afán de Holly no era sin embargo comprar, sino aliviar su angst. "Te entra miedo y te pones a sudar horrores, pero no sabes de que tienes miedo. Sólo sabes que va a pasar alguna cosa mala, pero no sabes cuál. ¿Has tenido esa sensación?", pregunta en el relato a su interlocutor. Un desayuno en Tiffany´s resultaba para ella el santo remedio.

Diamantes, amantes. Si alguien sigue buscando compañía del mundo mineral, no tengo noticia. Tal vez Madonna, the material girl por excelencia, que ha entendido siempre la conveniencia de distanciarse del dolor. Uno de sus clips reproduce la secuencia rosa de la Monroe.

jueves, diciembre 21, 2006

El lado íntimo de la vida

Dos días seguidos refiriéndome a los desencuentros. ¿Así que prefiero la lectura a preparar el pavo? Un lector ha entendido que celebro el lado dark de las cosas. Diré en mi descargo, que hoy mismo he jugado a transformarme en el elfo navideño ideado por MSN. Uno inserta el rostro en el pequeño cuerpo y se ve bailando a ritmo de villancico.

Sucede que adoro el lado más íntimo de la vida. La charla con los hijos, la conversación vital entre adultos o estas reflexiones en la Red. Poco que ver con la seguidilla de reuniones institucionales que comenzaron a moverme el piso.

Sobre el tema culinario admito sí, ser una hereje. Casi no creo que agregar tal o cual ingrediente al ave de la noche navideña vaya a cambiar su sabor. Pido las disculpas internacionales del caso a Ferrán Adriá y a nivel local a Gastón Acurio, en fin.
Agrego, como acabo de comentar en un blog, que me queda más cerca la promoción del oficio de cocinero de mentes, es decir de educadores. Requiere eso sí, un aumento de sueldos. No duden de que la idea pueda marchar. Hoy casi cualquier adolescente en Lima quiere ser chef, profesión ni siquiera imaginable hace diez años.

Si doy a veces la impresión a veces de cerrar un ojo, como la imagen (Víctor Rodríguez, 2004), es sólo para ver mejor. O como dice el blog, para hacerme de la vista flaca. ¡Ah!, si les interesa el swing de gnomo navideño, naveguen en elfyourself.com

miércoles, diciembre 20, 2006

Ensanchar los límites

He llegado al tema de los modales esta mañana, buscando entretenimiento intelectual en medio de las celebraciones pre-navideñas. Cada año intento sumarme a ellas sin éxito, motivo de mi admiración por quienes disfrutan estas fechas. Una amiga vive diciembre haciendo cuentas regresivas. Diez…nueve...ocho...siete...¡Feliz Navidad! ¡Próspero Año Nuevo!

En esas he revisado un libro de Norbert Elías, “El proceso de la civilización”. Le seguía la pista a otro de Erasmo de Rotterdam, "De la urbanidad en las maneras de los niños". Este texto escrito hace cuatro siglos, sigue la tendencia manifiesta de antiguas civilizaciones, por la manera más deseable de tratarse entre humanos. La ruta es apuntar a los padres y a la manera en que deben educar a sus vástagos.

Erasmo se aleja del mundo de las cortes para proponer modales válidos a todas las clases sociales. El asunto no es sólo ser bien educado, sino más humano. Sin olvidar que como todo humanista, el filósofo coloca al individuo y ya no a Dios como centro de sus preocupaciones.

La civilización nos moldea, que duda cabe. No esconde sin embargo, el origen de nuestras costumbres y el hecho de que sus restricciones trazan una línea en cada época, entre el mundo que se considera normal y el que no.

Aún así, se puede establecer un juego propio. Leer por ejemplo, en vez de de preparar el pavo. Comunicarse a través de la Red, en lugar de forzar tantos encuentros. Más preciso, desencuentros.

martes, diciembre 19, 2006

¿Hay alguien ahí?

Estar en la vida. Alguna rama de la publicidad tendría que poner en circulación la frase para que nos resulte conocida. Puede que algunos la asocien al momento del parto y al llanto inicial que identifica a todo humano como recién nacido. De seguro, son menos los que la relacionan al sentimiento del vivir.

Hablando el lenguaje de Winnicott, psicoanalista que enriqueció la línea dura de Freud, el sentimiento de vivir la vida lleva el sello de una madre que ayudó a su bebe a jugar cada vez con mayor autonomía. Ay, si esos ojos que deben encaminar al niño hacia un desarrollo sano brillaron por su ausencia. La psique paga en años posteriores con una pobre manera de instalarse en la vida. Adiós creatividad, confiabilidad, humor y hasta autenticidad.

Valga subrayar que para reparar esa falta se puede emprender el camino de regreso. La sensación de vacío o sólo el aburrimiento como acompañantes, pueden actuar como motores para emprender el viaje interior que tiene lugar en el espacio terapéutico.

Me he levantado pensando en el Gato de Cheshire, el animal al que Alicia en el país de las maravillas le dedica esta reflexión: "He visto muchísimas veces un gato sin sonrisa, ¡pero una sonrisa sin gato! ¡Es la cosa más rara que he visto en toda mi vida!"

El cuadrúpedo de Lewis Carrol me viene a la memoria ante ciertos encuentros. Seres apagados, que quedan bien en lo social, al precio de contener su lado más personal. Considerando lo malo de esconderse y que nadie llegue a encontrarte, mi curiosidad me hace lanzar un, ¿hay alguien ahí?

Imagen: Max Burchartz, 1931

lunes, diciembre 18, 2006

El periodismo cultural es un catoblepas

Imaginar si, ensañarse no. Voy a dejar de decir que el periodismo cultural es un caballo sin jinete, para proponer que recuerda al Catoblepas, un ser imaginario que Borges describe como "una fiera de tamaño mediano y de andar perezoso. La cabeza es notablemente pesada y al animal le da mucho trabajo llevarla, siempre se inclina hacia la tierra. Si no fuera por esa circunstancia , el Catoblepas acabaría con el género humano, porque todo hombre que le ve los ojos, cae muerto".

Lo dicho, si el periodismo cultural no llega a fulminarnos se debe a que la cultura no preocupa a tantos. Da para discutir y hasta para acusarlo de cómplice de "perversiones mercantiles ", como llamó una crítica mexicana a la difusión de un perfume Frida Kahlo y seguidamente de uno Diego Rivera, pour homme, claro que si.

El matrimonio desavenido ente cultura y amarillaje viene siendo un intento de acercar la alta cultura a la cultura de masas. La torre de marfil, aquella del individuo culto que presumía de su saber no funcionó más, y los puentes comenzaron a tenderse dizque desde la posmodernidad. Hay sin embargo, resultados que no pueden verse tan puristamente. Les alcanzo un par de casos.

Uno, el del Philadelphia Museum, venerable recinto de las artes plásticas (tiene piezas de Van Gogh, Rothko, Duchamp...), sigue mencionando en su web que Rocky I recorriò sus gradas. Otro, el Museo Dalí de Figueras, incluyó en su promocionada celebración del aniversario número cien del catalán, una entrevista con Ronaldinho. También en su web, el astro del fútbol aseguraba que había estado en el museo y que aunque no entendía mucho, le gustaría regresar...

Si los caminos se han seguido haciendo al andar, lo criticable a mi entender es que se haya dejado de probar alternativas. ¿Cuantos años mantiene nuestro diario decano "El Comercio" aquello de cine y más cine, chisme caliente en materia de tv y consejitos supuestamente bien intencionados del tipo no se lo pierdan, no se lo pierdan?

Argumentar que eso es lo que le gusta a la gente y que hay que vender, es perpetuar la identidad del Catoblepas. Habría que hacer ingeniería social, como dice el filósofo Popper. Cambiar nuesto perfil historicista anclado en el así son las cosas (el mercado) y nada se puede en contra, por el afán de construir las instituciones de acuerdo a nuestros propósitos y deseos.

Sin Catoblepas, aunque también sin Icaros, el periodismo cultural está llamado a hacernos la existencia más creativa.

viernes, diciembre 15, 2006

Cuando se pide más

...pero,
como decir tantas cosas
si las palabras hoy,
se fueron todas
y sólo tengo un invierno en mi costado
que habla por mí, quizás con una rosa,
sí con una rosa.

...siempre supe que te encontraría
en alguna vieja calle de Lima
desde entonces
preparo cuidadosamente nuestro encuentro.
(María Emilia Cornejo).
Imagen : G. Okeefe,1930.

jueves, diciembre 14, 2006

Dos caballos sin jinete


Les ofrecí ayer referirme a uno de los cuadros más apreciados de la National Gallery en Londres, Wistlejacket, un retrato ecuestre de George Stubbs fechado en 1764. La adquisición de la pintura fue precedida por la proyección de la imagen en la fachada del museo y resultó un éxito. Animó al público a evocar el siglo en el cual los paseos en carroza y las carreras de caballo eran un boom. Se había establecido el vínculo para generar la identificación con una imagen, requisito al parecer indispensable en opinión del historiador MacGregor, para consagrar una pieza como obra maestra.

Entre las varias interpretaciones de Wistlejacket, interesa su significado como una muda alusión a la lucha política de ese entonces. Un funcionario de la oposición del gobierno de Jorge III, encargó al artista la representación de su más afamado caballo. La intención secreta habría sido resaltar no sólo la belleza del animal, sino la ausencia de un jinete capaz de controlar su fiereza. Stubbs prescindió del formato que solía usarse para dignificar a un monarca. Éste solía situarse en el lomo de un caballo dando a entender su dominio, no sólo sobre la naturaleza sino sobre sus súbditos.

Lejos de los años en los que la corona británica tenía que vérselas con el afán independentista de los colonos en Norteamerica, el Primer Ministro Tony Blair, sigue en la mira de las críticas por su gestión en la guerra de Irak. Como para considerar si el imaginario no necesariamente conciente de los espectadores, se sigue identificando con un recurso que desautoriza un estilo de conducción política.

En Lima
Inflar una exposición debía generar una suerte de motín del espectador. El Comercio le dedica ayer la portada de su sección Luces a una muestra de tres recientes egresados de la Facultad de Artes Plásticas de la Universidad Católica. Tras visitarla corroboro aquello de que el papel aguanta todo.

No es una cuestión personal afirmar que ni la mitad de las espectativas generadas pueden ser satisfechas. Me pregunto si no hay manera de cuestionar el periodismo cultural que desorienta. Urge evitar la incredulidad frente a la prensa que luego lamentamos. Otro caballo sin jinete.

miércoles, diciembre 13, 2006

¿Es ésta una obra maestra?

Las opiniones sobre arte recorren una camino distinto al de las afirmaciones sobre el mundo físico. Una olla con agua hirviendo no permite un diálogo del tipo: yo creo que si pongo la mano dentro no me quemaré o, yo por el contrario pienso que al hacerlo mi mano se despellejará. Alguien tiene razón y punto.

Otra aspecto a tener en cuenta, es que inducidos por la civilización a mostrar una curiosidad limitada tragamos etiquetas sin preguntar el por qué. Ahí está el concepto de obra maestra. En el siglo XIX, autores con nombre propio llenaron de gloria la Mona Lisa de Leonardo. A más de venerar el oficio del artista para sugerir la perspectiva en un fondo como paisaje, o usar el claro oscuro para crear una atmósfera, se dijo que la sonrisa del personaje era una deliciosa muestra de ternura, ardor y y tristeza.

El escritor Lawrence Durrel observó que su sonrisa reflejaba la satisfacción de una mujer que acababa de comerse a su marido. En años más recientes, la feminista Camille Paglia, que la sonrisa de la venerada Gioconda indicaba que los hombres no eran necesarios. No hace mucho a raíz de El Código da Vinci de Dan Brown, la Mona Lisa ha ganado una nueva batalla. Las visitas al Louvre, se incrementaron en poco menos que en un millòn de espectadores.

Les dejo a ustedes un indicio que según el historiador Neil McGregor, se juega en el concepto de obra maestra: Su ambiguedad y en este sentido, su capacidad para que se proyecten en ella distintas opiniones.

El mundo no ha cambiado al extremo que uno pueda pensar que si se tira de tal edificio flotará y de aquel otro no, pero en el arte seguimos confrontando opiniones. Las habrá más y menos autorizadas, pero de algún modo todas se tocan. Mañana les cuento sobre el caballo de Stubbs, "Wistlejacket" y por qué siendo infinitamente menos conocida que la obra de Leonardo, al menos fuera de Londres, se ha ganado el título de obra maestra.

martes, diciembre 12, 2006

Enamorarse de una muñeca



La fantasía de un hombre que arroja arena a los ojos de los niños que no quieren irse a dormir; al parecer una amenaza corriente dirigida a los niños en países de habla alemana, enhebra uno de los relatos fantásticos de Hoffman. Es a su vez, punto de partida de Coppelia, coreografía que Arthur Saint Leon presentó en el Teatro de la Opera de Paris en 1870 con música de Leo Delibes.

El repertorio clásico puede enriquecerse, como decía ayer. Basta ver en que quedó la Coppelia de la francesa Maguy Marin de la que he colgado la secuencia que ven aquí. Una mujer pasea por la calle y se detiene a curiosear el gesto de un hombre mayor que saca al balcón a una mujer bella pero gélida. ¿Podrían hacerse amigas? Difícil, es en realidad una muñeca.

El protagonista original era arrastrado hacia una pasión incontrolable por Olimpia como se llama en el cuento. Nataniel la descubre fatalmente un día través de unos prismáticos. Pobre Nataniel. No puede librarse de su influjo aunque ella en virtud de un artilugio sólo pueda mirarle a los ojos y responderle ¡ah, ah!

Otra versión debe ser la de Víctor Ullate que por estos días se presenta en Madrid. Si todo es vital cuando la creatividad asoma en el horizonte. Disfruten ustedes del lenguaje coreográfico de Marin y buen día.

lunes, diciembre 11, 2006

¿A pedir de Bocca?

El bailarín argentino Julio Bocca y el Ballet Argentino convocaron cerca de mil espectadores anoche en su presentación en Lima. La empresa Petrobás había ofrecido invitaciones vía e-mail a quien se comprometiera a asistir. Un atisbo de la producción a toda regla que logró un aforo completo en el Teatro Vértice del Museo de la Nación, espacio nuevo para la danza.

El intercambio entre la mencionada empresa y la Fundación Julio Bocca merece reconocimiento. A más del espectáculo, la escuela de Bocca ofreció Seminarios dirigidos a la formación artística de maestros y alumnos de danza en Lima. Ha otorgado becas a dos bailarines para pasar un año en Buenos Aires con los gastos cubiertos. Todo eso a pedir de Bocca, promotor de la danza en el continente.

A sus treinta y nueve años y si se retira el próximo año como lo ha anunciado, el argentino lo hará en magnífica forma. Su primer pas de deux de la noche, logró unir dominio físico y sensibilidad para emocionar al auditorio. Los números a continuación fueron sin embargo sin matices ni sorpresas y sobre todo sin cambio de intensidades.

Oí al término del programa varios comentarios que no salían del, "qué bonito, no". Ni por asomo quedó claro que el arte de la danza está también comprometido con la vida de todos los días, con sus furias y sus penas, sus alegrías y hasta con sus sorpresas y misterios.

El plato final fueron varios pas de deux con música de Frank Sinatra. ¡Por favor! Latinoamerica entera se agita hoy con los ritmos en los que prima la fusión. Abren incluso puertas en EE. UU. y Europa. ¿Puede un elenco de esta parte del mundo no acusar recibo en cuerpos tan preparados? La danza tiene como la pintura, todo el derecho de mantener en su repertorio piezas clásicas, ¿pero no necesitamos acaso un arte que sea la imagen viva de la creatividad, antes que la de un romanticismo inmóvil?

Ah, la sala aireada, bien iluminada y con una zona de estacionamiento adecuada, evitó la congestión vehicular; pero hay que decirlo, el espectáculo comenzó con media hora de retraso, ¿daremos alguna vez el paso de la puntualidad?

viernes, diciembre 08, 2006

La magia de las proporciones


¿Qué tienen las esculturas de Ron Mueck para sobrecogernos? Seguro que algo más que la maestría de su oficio. El artista de origen australiano parece moldear con silicona, acrílico y algún otro material la vida misma. Sí, el parecido funciona ¿pero qué más?

Sus obras me hacen evocar a Gulliver en el país de los enanos, el cuento de Swift. También al personaje del escritor italiano G. Bufalino que jugaba con la idea de que toda la galaxia no era sino un millón de cálculos en el riñon de un corpulento animal, su cólico interminable. Me pregunto si Mueck no decidió evocar su imagen a una escala más reducida.

Recuerdo también a Freud en el artículo sobre las situaciones que nos provocan un sentimiento que llama "lo siniestro". Esa mezcla de angustia y miedo ante lo que no sabemos cómo controlar. De hecho un mundo vinculado a los fantasmas, las ánimas y hasta los muertos.

Dice el creador del psicoanálisis, que la situación nos lleva de regreso a nuestros años infantiles. Ningún niño teme al pensar que su muñeca le va a hablar o que su carrito de juguete lo conducirá del punto A. al B. ¿Pero no se supone que siendo ya adultos hemos dejado atrás el animismo?

Qué escalofrío pensar que lo inanimado pueda cobrar vida. El arte juega con la posibilidad y nos la lanza en la cara. No se si me daría más miedo quedarme sóla y con las luces apagadas en el Museo de Brooklyn donde se exhibe una muestra de Mueck hasta febrero del 2007, o pensar que me sucede lo mismo en una exposición poblada de seres diminutos.

Las proporciones cuentan en el orden de nuestro mundo. Que bueno que la magia del arte nos permita trasponer esos límites. Siempre con un boleto de regreso, claro.

jueves, diciembre 07, 2006

Oficio:¡Mutante!


Se llama Orlan, es francesa de nacimiento y desde los años sesenta se mantiene en la escena artística reclamando atención sobre el tema de la identidad femenina. En los noventa radicalizó sus perfomances con la consigna de transformarse. Comenzó a operarse la cara para construir ella misma su imagen, de allí su oficio de mutante.

Hay quien observa que la anestesia que le aplican en sala de operaciones, cumple también como parte de su tesis. No más dolor para la artista. Para el público en cambio, una gran inquietud. Tras la operación quedan fotos y videos, sin olvidar que la artista ha llegado a colocar un monitor en varias galerías para transmitir en directo su momento quirúrgico.

Se me ocurre que como otros seres poco avenidos con sus progenitoras, Orlan ha querido parirse a si misma. Como si se pudiera, ha radicalizado su búsqueda de identidad. ¿No querrá cambiarse de sexo? No responde Orlan, confirmando que prefiere pasar por un híbrido que ha evitado cuidadosamente la única transformación orgánica aparatosa que se espera de un miembro del sexo femenino. No ha tenido hijos.

Respecto a su autoestima, la dinámica en la que se ha sumergido le ha permtido al parecer, mantenerla muy alta. Declara la francesa que sus perfomances son poesía pura. Sus operaciones se acompañan de música, a los cirujanos los visten diseñadores con un nombre en el mundo de la moda, la iluminación es ta, ta, ta, tá...

¡Ay Orlan! , que daño te hicieron. Coherente en su discurso hasta cierto punto, no hay como seguirla cuando dice que le tiene mucho miedo a la muerte y que nunca la va a aceptar. ¿No es esa una de las claves de una existencia llevadera?

miércoles, diciembre 06, 2006

La dignidad no se opera

Envejecer, un destino para el que algunos se preparan y otros le cierran los ojos. Cuando los abren, sus párpados tienen la textura de una bolsa. Así se comporta la materia de la que estamos hechos. Pierde las cualidades que promueven las etiquetas de los productos de belleza ofreciendo a la piel un segundo debut.

También está la cirugía plástica y su legión de enemigos y seguidores. En el caso de Orlan, la artista de origen francés se ha venido aplicando a si misma los cortes en la cara que otras mujeres se hacen por arrancar suspiros de admiración a sus contemporáneas. Lo suyo es la parodia. No es por mejorar su apariencia que se hace bultos y se deforma.

Chuck Close, artista estadounidense ha jugado más bien a observarse y a pintarse. Sus autorretratos de corte hiperrealista nos inquietan al hacernos partícipes del paso del tiempo. Chuck nos hace de espejo.

Vamos. Las mejillas colgantes no pasan por los jardines de Babilonia, ni las mejillas sin colágeno por el diagrama de un mandala, pero hay más. La entrada y salida del quirófano es la ficción más grande de todas si no ha habido intensidad, entrega y búsqueda en la experiencia de vivir.

Y hay menos. Basta ver a alguien tras una intervención quirúrgica poco afortunada, para afirmar que sólo una vida interior dignifica las arrugas.

martes, diciembre 05, 2006

Multitudes con sed


Hay quienes creen que las multitudes están sedientas. ¿Y de qué si puede saberse? Supuestamente de arte, una necesidad atendida hace por lo menos una década por los museos como si de una coca cola para el espíritu se tratara.

El asunto me da para recordar los toques de pasteurización de la exposición de Dalí en el 2005. Recorrí las salas del Philadelphia Museum, adonde se había trasladado la exposición de Venecia, convirtiéndome en testigo del empeño puesto en reiterar el genio de Dalí. A exigencias del marketing, se tendía un velo sobre su lado humano. Se pasaban por alto sus angustias y desfallecimientos,  sus piezas menos logradas y el hecho de haber entronizado la masturbación como tema pictórico. De esto último, ni mús. El audio player adosado a la oreja del visitante, insistía en el enigma creativo del catalán. Vaya forma de calmar la sed.



La exposición actual de Van Gogh en el Museo de Bellas Artes de Budapest que permanecerá abierta hasta marzo del 2007, parece recorrer otro camino. Bate récord de visitantes, aún cuando acaba de abrirse y pretenda desmitificar la leyenda del loco que pintaba rechinando los dientes.
El maestro holandés al decir de la comisaria de la muestra, se presenta como un creador que pese a su desequilibrio psíquico, plasmó oficio en sus lienzos.

Estará más de acuerdo el crítico Robert Hughes quien observaba que si hubo alguna vez un artista cuya obra debiera verse con cuidado y sin prisas, era la Van Gogh en Arles. De parte nuestra, sigue siendo claro que esperamos antes que al loco que lanzaba chorros orgásmicos de amarillo y azul, del que hablaba Hughes, al pintor que inventaba un paisaje logrando que el paisaje lo inventara a él.

Crear y transformarse. Esa es la sed, acaso esa sea también la coca cola para el alma.

lunes, diciembre 04, 2006

Un respirador apasionado





El viento dejó de golpear gratamente la cara del tripulante. En un instante su alma, despojada de memoria, se ha olvidado de entonar el: estoy a mil, estoy a mil... Ser de tierra, ahora naúfrago, su embarcación ha chocado con una roca y se desarma.

¿Por qué la educación pasará tan rápido el capítulo: "Accidentes" en la vida humana? El provecho de la asignatura en sus versiones I, II y III tendría lugar en una sociedad que no se resista tanto a tomar nota de la fragilidad de la que estamos hechos.

Las imágenes de Kiki Kogelnik (1935-1997), me sugirieron el tema. Si el primer paso es admitir que nuestro bote hace agua, la capacidad de recuperación hace posible ver luz al final del túnel. Mención aparte merece la creatividad de las sonrisas de Kogelnik, de lejos más estimulantes que los estandarizados smiles.

El título de la nota es tomado de Sloterdijk. Los párrafos del filósofo que transcribí el viernes, se me han quedado dando vueltas. Suscribo eso de andar por el mundo como un ser que es un respirador apasionado. ¿Qué tal ustedes?

viernes, diciembre 01, 2006

Interiores clandestinos


Las líneas de “Esferas I” están llenas de imágenes que unas veces se escapan y otras lo impregnan todo; pero su autor el filósofo Peter Sloterdijk interesa igual. Neuronas más o menos, exige ante todo al lector la pasión de encontrar. Hace ver Sloterdijk, que tanto dándonos cuenta como no, vamos por el mundo amoblando nuestra psique. Transcribo a continuación unos párrafos sobre nuestro oficio en el planeta. Hacemos las veces de “arquitectos de interiores clandestinos”.

“La revolución de la psicología moderna no se agota en explicar que todos los hombres viven constructivistamente y que se dedican sin excepción a la profesión de arquitectos de interiores clandestinos que trabajan incesantemente en sus alojamientos receptáculos imaginarios, sonoros, semióticos, rituales, técnicos. (…) No sólo es el diseñador de un espacio interior propio imaginado con objetos relevantes, tiene además que dejarse instalar, siempre e ineludiblemente, en los receptáculos del prójimo y de la proximidad interior como mobiliario familiar, como cuerpo de resonancia, como pared antagónica única. En consecuencia, la relación entre sujetos humanos que se reparten un campo de proximidad hay que describirla como una relación entre receptáculos inquietos, estresados, que se limitan y contienen mutuamente.

(…) Ya con sus primeras pinceladas pues, la psicología moderna diluye la ilusión individualista de concebir a los individuos como unidades o yoes sustanciales, que, como miembros de un club liberal entran en contacto con otros, libre, arbitraria, adicional, revocablemente como corresponde a la ideología de la sociedad contractual individualista. (...) El riesgo fundamental de toda intimidad lo señala el hecho de que en ocasiones el destructor se acerca más a nosotros que el aliado."
Imagen: Gabriele Muenter