jueves, noviembre 30, 2006

Quedarse pegado


De la palabra stuck en inglés, proviene el nombre de una de las últimas corrientes pictóricas inglesas, el stuckismo. Sus artistas declaran que se han quedado pegados a la pintura figurativa, y que las manifestaciones del arte conceptual no les parecen en modo alguno arte.

Naturalmente, suscitan las simpatías de quienes entienden el arte como una pugna entre el realismo y la vanguardia loca. Qué lío. Los stuckistas no son tan tradicionales como podría pensarse. Al enfilar contra el director de la “Tate”, la galería más alharaca del arte contemporáneo en Londres, don Nicholas Serota, se valen del mismo amarillismo que atribuyen a los artistas subversivos.

Una pintura de Charles Thomson, stuckista en toda la línea, mostró en agosto último a Serota examinado una truza femenina. El hombre aparece preguntándose si será o no una pieza auténtica de Emin. Para los entendidos se trata de Tracey Emin, artista plástica que representará a Gran Bretaña en la Bienal de Venecia el 2007.

Thomson y su movimiento batallan contra la complacencia que Serota ha venido mostrando en promocionar el arte conceptual. La cama de Emin con huellas de una noche de sexo y copas, fue exhibida en la “Tate” como una iniciativa a celebrar a fines de los noventa . Arte como no, dijo el círculo de críticos próximo al promotor. Los stuckistas: Una cama no es arte.

Hay detalles privados en los orígenes de una corriente a la que no vacilo en llamar narcicista. ¿Por qué colgarse sólo ellos la etiqueta de verdadera pintura? Billy Childish, cofundador con Thomson del stuckismo, (renunció en el 2001) fue novio de Tracey. Caramba. La hoy exitosa Emin lo canceló el día que consideró que no le seguía los pasos en materia artística. Le dijo entonces: “You are stuck”. Probablemente en un encuentro catártico, Childish y Thomson, resolvieron la revancha y surgió el ¡sí pegados y qué!

Lo que a mi gusto no va, como ya adelanté, es el reclamo de exclusividad del stuckismo. Las artes plásticas, a veces ventanas abiertas a la realidad y otras muros que nos devuelven a la reflexión o a la mera sensación, son un ejercicio para acercase a la vida misma. ¿Por qué los parámetros a tal acercamiento? El gesto es crear, no quedarse pegado.

miércoles, noviembre 29, 2006

El Dr. Neyra y la barbarie

Urge aprender a hacer trámites en regla. Desactivar el recurso de decirle al otro que se es fulano de tal. Lo peor de todo es que nadie está libre del desmán lingüístico. La desatención y el ninguneo provocan la emergencia del “no sabe ud. con quien está hablando”, frase que corresponde probablemente a la época feudal y que sin embargo se usa hasta hoy en nuestro colectivo social. ¿No somos todos iguales ante la ley? ¿No puede proponerse un trato cordial entre los miembros de la sociedad civil y los funcionarios estatales?

Se me ocurre que por cada peruano con educación superior que repite la frase, el país se hunde un milímetro en la barbarie. Escuché hoy la versión del Dr. Hugo Neyra por la radio. Aseguraba que tuvo que lanzar el “no sabe ud. con quien está hablando” cuando le cancelaron su boleto en un vagón que debía trasladarlo de un punto a otro al sur del país. A su juicio, la compañía de transportes había decidido desembarcar a los peruanos y favorecer a los extranjeros. Viaje y frase gritada de por medio, el Dr. consiguió viajar.

Imagino que el hundimiento del país producido por el Dr. Neyra, Director de nuestra Biblioteca Nacional, es decir un hombre de ya-no-más-libros; debe haber producido un resbalón más acentuado de nuestro territorio en la barbarie.

Ironías aparte, me pregunto cómo poner freno a nuestra inclinación de volvernos energúmenos argumentando que fue el otro quien inició el desmadre. Si los entredichos en el va y viene de la interacción humana son esperables, habría que desear que salga airoso quien confía en la propia habilidad para hacerse escuchar. Eso mientras ponemos en claro el tema de deberes y derechos de cada quien. El resultado no sólo puede volvernos individuos amables. Tal vez encontremos el camino para vivir en democracia.

Imagen: Francesco Clemente

martes, noviembre 28, 2006

La máquina de mostrar

Las imágenes están allí para sacudirnos. A veces hasta nos cobijan. Algunas empujan más arriba la bóveda de los cielos y otras si acaso la tuviera, la de los infiernos. En un lugar intermedio están los abortos de imagen. Limbo de artefactos que no encuentra la manera de sumarse a la movida visual que nos envuelve. Se detecta su falta de oído para complacer a esa máquina de mostrar en la que, como dice el filósofo Sloterdijk, se ha convertido el arte contemporáneo. Es un hecho, si o si, que toda obra en circulación implica promoción y dinero de por medio.

Un bocadillo para echar a andar la propia maquinaria cerebral, y formarse una opinión al respecto, es la pieza de Chris Ofili “Santa María la Virgen”. El artista británico encontró un lugar para exhibirla en “Sensation”, esposición de la Royal Academy of Arts de Londres en 1997. Dos años después, indignó al por entonces alcalde de Manhattan R. Giuliani presentándose en Brooklyn.

Las iras que el funcionario estadounidense llevó hasta el Senado, actuaron como un poderoso mecanismo para atraer las miradas y hasta las narices sobre la obra del autor. Ofili había enmarcado a María la Virgen en medio de excrementos de elefante solidificados.

En “Caca de elefante” (1997), Vargas Llosa asegura que para tener éxito como pintor se requiere del escándalo, incluso de la truculencia. A su juicio, “Sensation” fue una prueba de que no había ya nada artístico, ni siquiera un gusto estético en la pintura, “sistema podrido hasta los tuétanos”. La literatura en cambio, mantenía el criterio...

Para el filósofo Danto, la misma muestra en Brooklyn resultó en cambio, un pequeño orgasmo. Su defensa a Ofili y compañía (Damien Hirst, Sarah Lucas, Jenny Saville, Ron Mueck) es proverbial: “Se diga lo que se diga en el Senado, realmente es arte. Lo peor que se puede decir es que es impetuoso”. Y refiriéndose a la pintura de María: “La santa Virgen nunca ha sido especialmente exigente acerca de cómo había que retratarla”.

Mención aparte merecen las raíces africanas de Chris Ofili y en ese sentido el material en cuestión. ¿Con María, quería Ofili aplicar una tunda al catolicismo, como dijo el alcalde?, ¿blasfemar?, ¿que piensan ustedes?

Si acaso el tema les resulta arduo, cojo un filón navideño de interrogaciones. ¿Arman ustedes el arbolito en casa?, y, ¿no resultamos también a veces por la época, una máquina de mostrar?

Imagen: Chris Ofili

lunes, noviembre 27, 2006

Del teatro y de tener un Ofili

Todo fue ver la escenificación de Antígona, el relato de Sófocles sobre una de las hijas de Edipo el sábado, para sentir que el teatro en Lima era un hervidero de jóvenes con talento. Los presentes, la sala estaba llena, seguíamos el relato de Sófocles con una atención a prueba del vuelo de cualquier mosca contemporánea. La heroína que elige perder la vida antes que su libertad al desafiar el mandato de Creonte y dar sepultura a su hermano Poliníces, nos había puesto en contacto con la esterilidad de la tiranía.

El director Roberto Ängeles ha enriquecido la pieza con aportes de otras obras. El decorado, el vestuario ¡qué trajes!, las luces y la música aportan lo suyo en un montaje de vigencia estremecedora. Felicitaciones digo, con el propósito de agregar a mi agenda más salidas al teatro.

A mi vuelta a la plástica y a la vida cotidiana, me he topado con los preparativos de Navidad. De pronto y en esas casualidades bienvenidas, salió a su vez de mi archivo "La Santa Virgen María" (1997) pintura de Chris Ofili. Se las muestro aquí con el propósito de detenerme en otro momento con mayor amplitud en una historia que tiene varias aristas.

Una de ellas la encuentran en el artículo "Caca de elefante" de Vargas LLosa. Otra en la posición del filósofo Danto en "Sensation in Brooklyn". Para más datos les adelanto que no me siento una "stuckista" (pegada); el término se refiere a los seguidores de la agrupación londinense que combate el arte innovador, tildándolo de escándaloso y hasta farsesco.

Podría más bien responder a la pregunta: Can you be a "wannabe" from an Ofili? Yes. Así, muy teatral y llena de próximos temas, les deseo un buen inicio de semana.

viernes, noviembre 24, 2006

Sarah y los huevos fritos


Sarah Lucas (1962), artista británica, busca despercudirnos con sus autorretratos. Explícitamente masculina en su postura, aún con su par de huevos fritos o precisamente por ellos, hace pensar en el modelado de la mujer por la cultura. Y otra vez el tablero de ajedrez, si leyeron la nota de ayer.

jueves, noviembre 23, 2006

Cuando el espacio nos habita



El espacio solía convocar nuestra atención de manera un tanto distante. Hoy las cualidades de los objetos se escurren en nuestra sensibilidad. Es distinto moverse entre piedra, cemento, alumino, mármol o madera. Entre colores fríos o my cálidos; entre techos altos o bajos, en fin.

El diseño ha venido reclamando un lugar preferencial en nuestra percepción, al punto de casi querer habitarnos. Pretensión que según nos advierten quienes se dedican al oficio de poblar nuestro entorno de medidas y tonalidades, depende del gusto de cada quien y del poder de su tarjeta de crédito.

Puede atriburise al minimalismo la iniciativa de intervenir el habitat cotidiano y no sólo los museos de materiales cuyo común denominador era su toque de teatralidad. Los objetos debían "representar" el papel de obras de arte, dado que para el canon tradicional al menos no lo eran. A mediados de los años sesenta, la adquisición de una pieza de Carl André hecha por la galería Tate de Londres causó un escándalo.

No sé si el escándalo se mantiene para ustedes, con las otras instalaciones de André que están a las cabecera de la página, ojo que son de distinta fecha. Lo que quería contarles es que de un tiempo a esta parte, esa suerte de tablero de ajedrez me persigue. La encuentro en cuadros, uno de ellos es "La metamorfosis de Narciso" de Dalí, otro "La representación suspendida" del peruano Ramiro Llona. Hace unos meses visité un departamento y estaba. Nada tan espectacular como reparar que los treinta y seis cuadrados tienen también un lugar en el recibo del edificio donde me mudé hace poco.

Estoy decidida a disfrutar del decorado minimalista. Lo contrario sería tener que llegar a terapia y dar como motivo de consulta, ¡que estoy viendo todo cuadrado!

miércoles, noviembre 22, 2006

El silencio, un vértigo




El silencio. Una necesidad que tras experimentarla hace posible un percibir sonoro renovado. Se puede sin embargo, hablar de lo mismo respecto a las imágenes. El santo de Loyola recomendaba hace quinientos años, usar los ojos de la imaginación para ver en nosotros mismos. Al decir de don Ignacio, el procedimiento permitía superar lo visto en el mundo exterior.
Nos resistimos. Hacemos a un lado la posibilidad de convertirnos en nuestro propio laboratorio. Esta mañana he decidido ir a contracorriente. Me valgo del ramo de flores de Chagall y de unas líneas de la argentina Pizarnick para hacer silencio.
"Buscar no es un verbo sino un vértigo.
No indica acción.
NO quiere decir ir al encuentro de alguien
sino yacer porque alguien no viene".

martes, noviembre 21, 2006

Tres imágenes en busca de autor



La señorita Marple, a quien leía de chica en las novelas de Agatha Christie, no ha dejado su habilidad en mí. Hace unos meses coloqué en mi archivo estas imágenes sin indicar datos precisos de su autora. Es probable que las prisas de ese día me hicieran anotar solamente Bravo. El asunto es que hoy considerando que se trataba del apellido de la fotógrafa decidí seguirles el rastro pero vuelvo de mi navegación con las manos vacías.

Constato la necesidad de explorar la red a través de imágenes. Podría ser un alternativa introducir una imagen y que el navegador brindara el nombre del autor. Si alguno de ustedes se anima a resolver el caso, podríamos seguir hablando de mujeres vinculadas a novelas de corte policial y psicológico. Patricia Highsmith, la creadora de ese personaje que protagonizó Matt Demon en Ripley, es el primer nombre que me viene a la cabeza.

Si no, la prolífica Mart Higgins Clark, que vive en Nueva Jersey alumbrando títulos como quien hornea pasteles. Me pregunto si su novela "Perdida en su memoria" podría aplicarse a mi caso. En "La carta robada" de Poe, el indicio que salta a la vista y por tanto que no se investiga porque se considera obvio es el que resuelve la desaparición. Aquí, ¿que estoy dejando de lado?

Valga aún sin el nombre del autora, pegar una mirada al insurgente perfil de estas imágenes. ¿O sea que las mujeres también sufren? ¿Y no eran todas modelitos fashion?

lunes, noviembre 20, 2006

Ay, el arte

Hace ya un tiempo que la palabra arte anda en problemas. El historiador Gombrich decía que no existe el arte sino los artistas. Y el filósofo Danto decretó la muerte del arte en 1984, aunque no consideró que lo dicho fuera un obstáculo para seguir refiriéndose al arte "después del fin del arte". La crítica artística por su parte, bebe un trago amargo. El espectador poco quiere saber de palabras difíciles sobre cine, danza, la plástica, o cualquier otro de los desbordes que se agrupan bajo el rubro del perfomance o la instalación contemporáneas.

No se descarta que si uno quiere ejercitar la cabeza, le toque dar un paso adelante del consabido "me gustó" o "no me gustó" a la salida de un espectáculo. Estoy en esas, tras mi ida al cine ayer para ver la coproducción peruano-española "Mariposa Negra", y asistir el sábado al "Encuentro de jóvenes coreógrafos" patrocinado por el Consejo Nacional de Danza.

Les cuento a ustedes, que en la película no pasé de cierto interés por un relato que tocaba y con nombre propio un pasaje agobiante de la historia política del Perú de los años noventa. La corrupción de Montesinos, oculto asesor presidencial de Fujimori y la intención de una mujer por vengar la muerte de su compañero a manos del temible abusador.

Funciona el gusto de reconocer temas, actores y escenarios locales, goce legítimo del que hemos estado privados mucho tiempo debido a la escasa producción cinematográfica local. Que pena. La historia no tiene matices, sí un poco de truculencia al ocuparse del sexo entre dos mujeres, ¡que forma tan burda de visualizarlo! Sobre la fotografía y la composicion, no complacen al ojo. El guión basado en la novela "Grandes Miradas" de Alonso Cueto resulta lo mejor del conjunto, pero la mariposa no logra desplegar su alas.

Del encuentro coreográfico, muchas piezas parecían sólo un ejercicio en clase. Faltaba la magia de ese arte que como decía el viernes, evoca la imagen de la escritura sobre el agua. Volví a casa pensando que le correspondía al Consejo de Danza afinar la selección de propuestas con un criterio artístico. De lo contrario, si el tema central es el esfuerzo personal de tanto joven que quiere bailar a pesar de los inconvenientes económicos, lo que termina diluyéndose es el esfuerzo organizativo.

Mejor sería becar a los interesados para asistir a centros coreográficos de otras latitudes. Coordinar con la Escuela Nacional de Ballet, en fin. Aprender exige disciplina y la correspondiente modestia para saber que es lo que se lleva a un escenario.

Imagen: R. Gober, 2004

viernes, noviembre 17, 2006

Escribir sobre el agua


Parecía hecha a pedido. Me refiero a la atención de los estudiantes de mi clase de Psicología del arte, durante los cincuenta minutos de la proyección de la pieza de danza contemporánea del coreógrafo sueco Mats Ek, "Carmen” (1992). Algunos tomaban contacto por primera vez con la disciplina artística que como dice el mismo Ek, no es la vida pero mantiene vivas todas esas pequeñas cosas que la componen.

Habíamos pasado del material meramente visual de las artes plásticas al movimiento de una disciplina que evoca la escritura sobre el agua. Al término del espectáculo uno tiene para llevarse a casa, sólo la intensidad de sus emociones. Los comentarios sobre lo visto resultan por lo general un hablar entrecortado, a fin de cuentas el lenguaje del cuerpo ha hecho lo suyo, lejos de la palabra.

Me hubiera gustado mencionar en el momento la conocida frase de la anarquista Emma Goldman (1869-1940): “Si no puedo bailar no me interesa tomar parte en su revolución”. Hubiera permitido tal vez calibrar la estética de la danza, pero resulta que se me pasó embargada por el gozo que experimenté ante la mencionada atención, incluso la mía propia que había visto varias veces la obra.

Sobre Ana Laguna, la bailarina española protagonista de “Carmen” y esposa de Mats Ek, la prensa en Cuba la llamó hace poco y a propósito de su presentación en el XX Festival de La Habana, “una de las grandes mujeres del mundo de los gestos”.

jueves, noviembre 16, 2006

El lado publicitario de la vida


La publicidad dejó de ser el monstruo de tres cabezas que pretendía la crítica cultural en los años setenta. Recordar la satanización del Pato Donald me hace sentir bastante más oxigenado el mundo de hoy. Entonces el planeta completo parecía hundirse sin que hubiera adonde ir, como no fuera a esa revolución última y final que cambiaría de plano el sistema económico y de paso nuestra psique compañeros.

Se me ocurre mencionar la película "Fantasía" de Disney, plena de imágenes y sonidos gratos, como una muestra de que el consumo cultural puede ir por distintos caminos. No paso por alto la crítica abierta a distintos aspectos de la globalización, a la violencia, al tema del género y a todo aquello que más que considerarse políticamente correcto o no, mueve a valorar la condición propiamente humana.

Grandes palabras. A lo que iba es a dar mi vaya y pase a la creatividad de quienes asumen el oficio de publicistas. Vender productos y sus imágenes tiene su arte, claro que en el marco de una ética y una filosofía de la vida.

Estas líneas nacen de enterarme por el boletín de publicidad que recibo, que existe un lado Coca Cola de la vida. Y que los creativos de una agencia mexicana nos han de regalar ahora el lado Coca Cola de la Navidad. Ya, digo pero al ver las imágenes me sorprende que sea un oso el portador de los deseos.

La navidad en el hemisferio sur es caliente y sin pedir una campaña centrada en la llama, la alpaca, o la vicuña, solicito la inventiva publicitaria para sentirme representada. El lado Coca Cola de la Navidad sería sino, bien coca cola, una sacada de vuelta que los usuarios del idioma le hemos dado en estas tierras a la expresión. Estar coca cola quiere decir por aquí, estar loco.

miércoles, noviembre 15, 2006

El sobre bajo la puerta



La campaña de un hospital dedicado a las enfermedades del corazón, ha poblado Buenos Aires de variadas imágenes sobre el más preciado de nuestros músculos. Y es probablemente ésta que ven ustades aquí, siendo la pieza más humanizada la que gana en cuestión de clics.

El entusiasmo por fotografiarse al lado de la figura de la cual sobresalen piernas y brazos coronados por un ramo de flores, me hizo pensar que el arte contemporáneo cumplía su propósito. Ese "tómame también a mí" que se expresa en las actitudes de los transeúntes, es una manera de interactuar con la obra.

Se me ocurre que así como los sobres que se cuelan inadvertidamente bajo la puerta, la escultura logra entrar a la sensibilidad del espectador. Si no es la belleza, ni el parecido al objeto real lo que lo atrapa, es el juego.
Las preferencias siempre siguen abiertas.

martes, noviembre 14, 2006

Iconofilia






Imágenes del mexicano Carlos Amorales en un collage personal. Eso de subirse a un avión con el previo de haber visto "Los malos duermen bien" en el MALBA, no estuvo precisamente "bárbaro" como dicen los chés. Tengo que confesar que me da miedo alejarme de la tierra como no sea en la fantasía.
Ver entrevista a Carlos Amorales

lunes, noviembre 13, 2006

En Buenos Aires

El viernes tomé un vuelo Lima-Buenos Aires y aún estoy en la ciudad que se queja del color oscuro de su río, el Rio de la Plata. La urbe se consuela de la polución con la belleza de sus edificios y el colorido de sus áreas verdes.

La gente sale a tomar el sol en los parques donde el pasado se hace presente en la piedra de sus monumentos. La figura de un ex-presidente, la pieza escultórica dedicada a los caídos en la guerra de las Malvinas, la imagen de la venerada Evita.

En cuanto al mundo contemporáneo ávido de objetos inteligentes, basta observar la enorme flor de acero que adorna el Parque de las Naciones. Un mecanismo neumático hace que sus pétalos se abran de día y se cierren de noche.

He estado en el Malva, el Museo Latinoamericano de Buenos Aires y qué sorpresa. La muestra temporal del mexicano Carlos Amorales me ha parecido sensacional."Los malos duermen bien" es una exposición de dibujos en tres proyectores simultáneos que evoca el once de setiembre estadounidense.

La fantasía del autor toma contacto con lo que pudo ser la fantasía de quienes planearon el ataque a las Torres Gemelas. La música de Julian Lede presta su carga siniestra a ese tiempo previo de quienes entre aves, aviones y un ansia de violencia de intenso color rojo, imaginaron el paso a paso del atentado.

Queda pendiente mostrarles algunas imágenes, mañana que vuelvo a Lima. Saludos y "buenos aires" a ustedes también.

jueves, noviembre 09, 2006

Leonardo, Magritte y los otros


Ojalá el tiempo les de para llegar al minuto cinco. Las imágenes de Bacon, el pop y una serie de contemporáneos sacuden ojos y corazón.

miércoles, noviembre 08, 2006

¿Y tú, cuánto me quieres?


Cuando mis hijos eran muy chicos, respondía al juego del “cuánto me quieres” con un millón o con infinito Si la que volvía a la pregunta era yo, el chiquito abría sus brazos al punto que la maniobra lo hacía casi perder el equilibrio. El espacio que abarcaba no medía más de cincuenta centímetros, pero en fin. Abriendo hoy mi correo, se me vino a la cabeza que una madre actual debe responder en gigabytes. ¿Y tú cuánto me quieres mami? Un giga hijito, un giga.

Afinando el tema les diré a ustedes, que mi reflexión la motivaba no tanto la maternidad como el mercado del arte. Recibo una página que me pone en contacto con las subastas de obras cuyos autores tiene ya un nombre. El circuito oficial las ofrece supuestamente apetecibles a escala de millones de bytes. Páginas de páginas que tras inscribirse y anotar una contraseña, uno debe recorrer para sintonizar sus deseos al perfil de su tarjeta de crédito.

Me detuve en el británico Damián Hirst considerado el artista de la semana. Nacido en la década de los sesenta, logró que su exposición en la galería Saatchi de Londres trascendiera a la prensa. A inicios de los noventa, se le ocurrió colocar en una enorme caja de formol un tiburón muerto que medía cerca de cuatro metros de largo. El título de su escultura – instalación era: “La imposibilidad física de la muerte en alguien vivo”. A modo de actualización diré que este año el tiburón estaba descomponiéndose y que el comprador, un millonario estadounidense que había pagado por la pieza doce millones de dólares, negociaba el reemplazo del animal.

A lo que iba, a una otra escultura - instalación de la que hay mil ejemplares, cuyo precio es dos mil ochocientos ventiseis dólares. Tal vez no haya jugado lo suficiente de niña el ¿y tú cuanto me quieres? Reconozco ser una de las afectadas por este mundo de unidades de medidas que se nos escapan. ¡Por poco me suena razonable!

Imagen: Un Damien Hirst en subasta.

martes, noviembre 07, 2006

Pequeño mundo

La mañana me coge un tanto descorazonada. Bailo o mejor dicho he dejado de hacerlo, al ritmo del encuentro casual con un antiguo profesor. Ayer lo ví y me pareció poco cálido, inoportuno, incluso desvitalizado. Un extraño fulgor me terminó mostrando un ángulo suyo que había yo siempre pasado por alto.

Pero mi desazón tiene también que ver con la elección del tapiz que acabo de comprar para dos sillas de mi nuevo departamento. Tras tomar la decisión y efectuar el desembolso, he reparado que habría sido mejor elegir un tono de diseños vivos.

¡Que superflua!, me he estado diciendo. ¡Si los noticieros y la prensa entera sólo hablan de la propuesta de ley que recorta los derechos de las ONG locales! ¡A los cien días del gobierno de Alan García!

Mientras escribo voy resolviendo que sintonizar con la polvareda que levanta la vida en común, no es razón para suprimir las quietudes e inquietudes que surgen de este, ese o aquel, nuestro pequeño mundo.

El gran Kafka escribió en su diario una línea que viene al caso recordar: "Hoy empezó la guerrra. Salí a nadar". En cuanto al hecho de escribir, el peruano Julio Ramón Ribyero señaló algunas razones que comparto con ustedes.

“No se escribe por una razón sino por varias, cuya importancia varía según las épocas y el estado espiritual del escritor. Personalmente, y sin que el orden implique prioridad, escribo porque es lo único que me gusta hacer, porque es lo más personal que puedo ofrecer (aquello en lo que no puedo ser reemplazado); porque me libera de una serie de tensiones, presiones, inhibiciones, por costumbre, por descubrir, conocer algo que la escritura revela y no el pensamiento; por lograr una bella frase; por volver memorable, aunque sea para mí, lo efímero, por la sorpresa de ver surgir un mundo del encadenamiento de signos convencionales que uno traza sobre el papel; por indignación, por piedad, por nostalgia y por muchas otras cosas más”.

Imagen: Martín-Muñoz

lunes, noviembre 06, 2006

Una mala madre

En una reunión social no hay razón para hablar sólo de banalidades. Estaba en un cocktail el viernes cuando una mujer preguntó: ¿Vieron el noticiero del domingo? Despistada como soy con la agenda televisiva, tuve que decir que no antes de enterarme que una otrora estrella del deporte local había denunciado a su ex pareja porque no la dejaba ver a sus hijos. Todo indicaba que era ella la víctima, pero al decir de quien animaba la conversación el asunto era precisamente al revés. Tras la separación matrimonial, el hombre había tenido que hacerse cargo de los hijos porque su progenitora los maltrataba.

Mi relatora conocía a los protagonistas y había escrito una carta al canal quejándose. ¿Cómo podía fraguarse una noticia hasta tal punto? Agregó que la deportista había tenido también una familia violenta y que quien incurría en el maltrato de un hijo era porque había recibido maltratos también.

Agudo comentario pensé. Se puede constatar que si a uno le tocó una madre que no fue lo suficientemente buena, tiene que vérselas con el hecho de sacar de su psique recuerdos tan poco gratos para no repetir el plato.

La contribución de Freud al respecto es orientadora. Aunque todos tenemos rasgos que podrían identificarse con manifestaciones neuróticas, esas formaciones psíquicas sólo por su número e intensidad justifican el concepto práctico de enfermedad. Lo que una mala madre necesita es pues, asistencia psicológica.

Recuerdo lo que me ocurrió hace poco cuando mostraba imágenes de los mitos griegos a unos niños. Se me coló entre ellas una de Medea y considerando muy fuerte mencionar que el personaje había asesinado a sus hijos, señalé solamente que había sido un poco mala con ellos. Uno de los chicos de ocho años reaccionó de inmediato. ¡Qué fea! Luego hizo un gesto en el aire en dirección a la pantalla y agregó: ¡Yo voy a ser malo con ella también!

Imagen: Medea, de Anselm Feuerbach,1871.

viernes, noviembre 03, 2006

El camino de la pasión


"Carmen", la pieza del coréografo sueco Matts Ek recoge la historia contada originalmente por el francés Próspero Merimée, y le da un toque aún más intenso a la ópera de Bizet del mismo nombre.

La protagonista embruja corazones masculinos y luego los deja a su suerte. Ni las fuerzas del destino que abogan por la prudencia logran contrarrestar su influjo. El destino de todo mortal que se acerca a Carmen es sucumbir ante la pasión que vivifica pero también destruye; en este caso a seductora y seducido.

Ojalá puedan buscar el DVD y seguir viendo la obra que por razones varias, técnicas y de tiempo, sólo les muestro unos minutos. Buen fin de semana.

jueves, noviembre 02, 2006

La mujer que quieren que seas


Cindy Sherman se interesa en si misma como modelo fotográfico, con la salvedad que al volver su lente para retratarse, se encuentra transformada. A lo largo de su carrera ha adoptado las distintas identidades que la publicidad y el cine asignan a la mujer. Una manera de jugar con su Yo ambientada en los interiores y exteriores de Nueva York donde reside.

Hoy la artista originaria de Nueva Jersey, es una reconocida fotógrafa que modela y hace cine, firme en su interés de no querer saber nada del arte tradicional. En el 2004 hizo una serie en la que se asumía como clown.


Podría decirse que lo suyo ha sido el papel de mujer como ficción. En todo caso, como el producto sesgado de una sociedad patriarcal. Una iniciativa para un ojo acucioso y de temperamento teatral digna de repetirse en cualquier otra ciudad.

Más imágenes de Cindy Sherman.

miércoles, noviembre 01, 2006

De brujas y difuntos con fondo de vals

Primero de noviembre. En Lima no se sabe bien por qué un día como hoy, las calles amanecen tan silenciosas. Puede deberse a la juerga de ayer con motivo del Halloween; la incorporación de la tradición estadounidense al calendario local es un hecho consumado. Pero también a los festejos por el día de la canción criolla. Probablemente a alguien se le ocurrió hacer el contrapunto a lo foráneo en la misma fecha y recordar la música de la costa. ¡Vaya con el resultado!

Hay quienes celebran los dos acontecimientos con una juerga de padre y señor mío y quienes nos deprimimos sin saber bien el por qué. Con el ánimo que sea, todos amanecemos de cara a una nueva festividad: El día de difuntos. Me pregunto si todo el planeta recuerda a la vez, la partida de tantos seres sabe dios hacia donde.

Navegando por la Red me he dado con recetas culinarias mexicanas a propósito de la fecha. Los aztecas saben preparar calaveras de azúcar y pan de muertos. En España, el día de “Todos los Santos” que así se llama la fecha, se elaboran huesos de ídem y al día siguiente se celebra recién el día de los difuntos. Dice alguien en un foro, que hasta no hace mucho en Galicia se ponían velas por los caminos y que la gente envuelta en sábanas salía para asustar a los paseantes.

Una italiana recuerda que se trata de una celebración católica que nada tiene que ver con Halloween y una filipina que si bien el primero es día de “Todos los Santos”, el dos de noviembre se celebra el “All Souls Day". Una francesa refiere que en su país es un día de congestión. Mucha gente se moviliza para visitar los restos de sus seres queridos en los cementerios.

Mmm…entre brujas, fantasmas y un fondo de vals; acabo de dar con la razón de mi baja de pilas en estas fechas. Desde el treinta y uno presagio la reducción de decibeles en las calles y que la ciudad parezca un inmenso dormitorio. La palabra cementerio que viene del griego, “koimeterion”, en español quiere decir precisamente eso, dormitorio.

Salgo a caminar.