Me produce malestar la agenda local de la tv. Su sección farándula parece la arteria loca de un sistema que trastorna la circulación con chorros de banalidades. Y la sangre llega al río, lo que quiere decir que no sólo los programas dedicados a la farándula, sino hasta los noticieros y programas periodísticos conviven con el amarillaje. Si la conductora de un programa de chismes de la tv. erigida en jueza de una moralidad patafísica: juzga lo que se debe o no hacer en plan de juerga, denuncia con ´razón´-¿será esta la misma que la del francés del pienso luego existo?- o sin ella, a alguien del medio, ¿por qué la interrogación y sus consecuencias aparecen como titular en la portada de un diario que se dice serio? La prensa de chismes podría ser menos importante sin el eco que le hacen otros medios. Habría que encarar ese decir entre líneas que el asunto es banal, pero hay que comentarlo para ganar algo de popularidad con el escándalo. O si no, la pretendida altura intelectual de quien afirma que el asunto no es nada banal porque está en juego la integridad del periodismo nacional. Esas polaridades nos han llevado adonde estamos. Por Dios. En Lima parece ya un delito afirmar que uno está a favor de lo mejor. Me quedo con la historia de chisme y romance a lo Hitch, especialista en ligues. Sara que es Eva Mendes, atenta al vaiviene de las estrellas en Nueva York inicia una investigación al Doctor Citas que es Hitch, Will Smith. Quiere saber quien es el misterioso artífice de romances inusuales. Logra que el sujeto más anodino de la ciudad consiga la atención de una celebridad preciosa y solicitada. Como para entretenerse, pero en plan buena onda. No como en esta noble y bella ciudad donde todo se convierte en chorros de sangre y de una arteria rota. ¿Qué cuerpo y qué mente viven en tales condiciones?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario