lunes, noviembre 12, 2007

Norman Mailer, un maestro del estilo


La muerte de Norman Mailer el sábado pasado a los ochenta y cuatro años, me llevó a buscar "Los hombres duros no bailan" (1984), una novela suya que recordaba haber leído subrayando frases enteras. La narración de Mailer ofrecía como al descuido, lecciones sobre el oficio de escribir. Acabo de hojear mis notas sobre sus personajes. Por ejemplo la madre del protagonista, un escritor de cerca de cuarenta años que acaba de divorciarse y rehace su vida en una ciudad del interior de EE. UU.. El hombre se ve envuelto en el misterio de varios crímenes, mientras recuerda su vida. De su madre dice: "Estaba tan dotada de afecto que no hacía otra cosa que besarme sin cesar. (Cuando mi padre no la veía)". El padre en cambio: "Quien sabe en qué clase de nevera del corazón lo crió su madre...Mi padre nunca besaba".

De ese antagonismo de temperaturas afectivas había surgido él, un individuo que sin conseguir librarse de la adicción al trago y al cigarro, exploraba su estilo literario. En un pasaje describe los ojos de uno de los sujetos que frecuenta en la ciudad como alguien que "tenía la desconcertante costumbre de mirarte a la cara como si tú fueras la primera alma remotamente parecida a la suya que había encontrado en su vida".

En otro momento la mención de Hemingway es para recordar su consejo de no utilizar adjetivos al escribir. Reflexiona Mailer a través de su personaje: "Si yo escribo ´un hombre fuerte entró en el establecimiento´, esto solamente significa que tal hombre es fuerte en relación conmigo. Si antes no he dicho al lector cómo soy, cabe la posibilidad de que yo sea la única persona presente en el bar de un físico tan modesto que quede impresionado por la fortaleza del recién llegado. Es mucho mejor escribir: ´Entró un hombre. LLevaba bastón y por razones ignoradas, lo rompió en dos como si fuera un palillo¨. Naturalmente escribir así siempre lleva más tiempo".

Me gustar pensar que tengo presente a Mailer a través de esos seres. La madre que se hace cálida sólo a escondidas, el padre frío, el hombre que miraba con la intensidad de quien descubre un alma como la suya...Hasta me gustaría encontrármelos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

A pesar de que se me dan bien estas cosas de la informatica, no he sido capaz de encontrar su dirección en ninguna parte.
De todas formas le comento: ¿Estaría interesada en que le hiciera un breve cuestionario sobre lo que usted piensa del caracter de Dalí y sobre todo en relación a Freud y el surrealismo?
La verdad es que llevo tiempo buscando a alguien a quien le interese el tema y tal vez usted podría ser esa persona. Si le interesa dígamelo y elaboraré unas preguntas que me ayudarán en mi trabajo de investigación.
No se si dispone de messenger, pero aún así le facilito el mío por si quisera charlar un rato. Shadow_kitiara@darkbolt.net
¡¡Muchas gracias por la contestación del otro día!! Un abrazo.

Lichi Garland dijo...

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lichibonheur@gmail.com