La prisa me embarga hoy. Y pensar que para los futuristas, cuyas imágenes ensalzaban la velocidad, el movimiento era la manera de contribuir al cambio social. Les dejo aquí algo de Boccioni, Severini y Balla, protagonistas del lado plástico del futurisimo, corriente vanguardista que nació en Milán. Dichos pintores suscribieron el manifiesto del poeta líder de la corriente, Filippo Tomasso Marinetti, que apareció en un diario parisino en 1909 y se plegaron a su pedido de energía y audacia para la la vida. Los temas: un medio de transporte, una bailarina y una niña. Nadie ni nada se libraba de la agitación de sus pinceladas.
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