martes, octubre 17, 2006
La metamorfosis de Narciso
El tímido Dalí se transformó en un individuo exhibicionista que reflejaba un absoluto desinterés por el sentir del prójimo. La prensa y los flashes lo asediaron a lo largo de su vida, considerándolo alternativamente un genio y un payaso. Él mismo dirigía a los fotógrafos para obtener la imagen de mayor impacto. Para Dalí el centro del mundo era él mismo y por extensión Gala.
Se autotituló redentor de la pintura moderna y el “Divino” Dalí. Aquí una saga de la nota de ayer en tres de sus obras más celebradas: "La metamorfosis de Narciso" (1937), "El gran masturbador"(1929) y "El gran paranoico" (1935). Este último lienzo muestra a plenitud su método paranoico-crítico, es decir su deseo de delirar. ¿Cuántas imágenes ven ustedes en el rostro aparentemente apacible del paranoico? Si suman más de dos, ya tomaron contacto con la paranoia crítica.
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