martes, octubre 31, 2006
Ocho pecados capitales
¿Cómo miramos y juzgamos las cosas? Un texto de Karl Popper me permite ir en pos de una respuesta. No sé cuantos mundos hayan considerado ustedes que existen, pero el filósofo considera que hay tres. El primer mundo corresponde al entorno físico habitual, hace frío calor, si te distraes al cruzar la calle es probable que te arrolle un vehículo etc. El segundo pertenece a nuestra subjetividad, está compuesto de las ideas, expectativas, o de los sentimientos que experimentamos por ejemplo, al tratar de entender estas líneas. En cuanto al mundo tres, es el de las teorías expuestas en los libros. Cierto que un libro pertenece también al mundo uno, pero en el nivel tres lo que interesa es su contenido.
Mi versión de, "más Popper y menos Parranda" ( en lugar de más Platón y menos Prozac), subraya su planteamiento. Popper considera las teorías como instrumentos que cumplen funciones similares a las de nuestros ojos y oídos. Se puede imaginar que constituyen una piel que nos permite experimentar el mundo.
No nos damos pues, con lo que hay. La pauta de lo que encontramos la comanda nuestro mundo tres. En otras palabras, la teoría que hemos asimilado es la que nos predispone a acercarnos o alejarnos de las cosas.
Habría que pensar en el tipo de combustible que nos administramos, sea a nivel de lecturas, imágenes o contactos humanos. Cuánto de creatividad y crítica nos permitimos para enriquecer nuestros puntos de vista.
Es también Popper quien sugiere que aprendamos de nuestros errores. Disimularlos incrementa una lista no necesariamente restringida al ámbito de la religión. El disimulo hace que sean ocho y no siete los pecados capitales.
Imagen: Bábara Kruger
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