El viernes tomé un vuelo Lima-Buenos Aires y aún estoy en la ciudad que se queja del color oscuro de su río, el Rio de la Plata. La urbe se consuela de la polución con la belleza de sus edificios y el colorido de sus áreas verdes.
La gente sale a tomar el sol en los parques donde el pasado se hace presente en la piedra de sus monumentos. La figura de un ex-presidente, la pieza escultórica dedicada a los caídos en la guerra de las Malvinas, la imagen de la venerada Evita.
En cuanto al mundo contemporáneo ávido de objetos inteligentes, basta observar la enorme flor de acero que adorna el Parque de las Naciones. Un mecanismo neumático hace que sus pétalos se abran de día y se cierren de noche.
He estado en el Malva, el Museo Latinoamericano de Buenos Aires y qué sorpresa. La muestra temporal del mexicano Carlos Amorales me ha parecido sensacional."Los malos duermen bien" es una exposición de dibujos en tres proyectores simultáneos que evoca el once de setiembre estadounidense.
La fantasía del autor toma contacto con lo que pudo ser la fantasía de quienes planearon el ataque a las Torres Gemelas. La música de Julian Lede presta su carga siniestra a ese tiempo previo de quienes entre aves, aviones y un ansia de violencia de intenso color rojo, imaginaron el paso a paso del atentado.
Queda pendiente mostrarles algunas imágenes, mañana que vuelvo a Lima. Saludos y "buenos aires" a ustedes también.
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