¡Ja! si acabo de hacerlos inocentes con mi tecno invento. La evocación de la matanza de los inocentes perpretada por Herodes un día como hoy, nos deja en libertad para las ocurrencias más desorbitadas. Los anglosajones en cambio, se hacen los locos el primero abril.
No hablo de Paul el Beatle que es además Mc Cartney, sino de Paul McCarthy, artista plástico estadounidense nacido en 1945 y que reside hoy en Los Angeles. Un devoto del perfomance que por muchos años se dedico a untar su cuerpo de catchup y chocolate. Lo suyo era evocar la violencia cotidiana simulando hallarse cubierto de sangre y excrementos. Sigue afirmando sin embargo, que le escandaliza pensar que escandaliza, evidentemente un juego de palabras que remite a su visión irreverente y cínica de las cosas.
Imagen: Bo Bartlett, 2006
Marilyn Monroe lo decía así: Diamonds are a girl´s best friends. Más material de lo que podía imaginarse en 1953, M.M. se decidía por los diamantes antes que por los amantes. Su película "Los cabelleros la prefieren rubias", formaba parte de una época empeñada en olvidar los horrores de la guerra.
El máximo exponente del sex appeal femenino buscaba de seguro como todos, algo más que unas piedras costosas para amoblar su corazón, pero su camino al estrellato le exigía vender lo contrario. Cabe disfrutar de su estilo innegable para el papel de rubia tonta, e incluso de su toque de humor. De ese: Finjamos, el cuento de la vida es glamour y más glamour.
En cuanto a Holly Golightly, el personaje de Capote, la volvía loca ir a Tiffany´s , la joyería que menciona Marilyn en la canción. El afán de Holly no era sin embargo comprar, sino aliviar su angst. "Te entra miedo y te pones a sudar horrores, pero no sabes de que tienes miedo. Sólo sabes que va a pasar alguna cosa mala, pero no sabes cuál. ¿Has tenido esa sensación?", pregunta en el relato a su interlocutor. Un desayuno en Tiffany´s resultaba para ella el santo remedio.
Diamantes, amantes. Si alguien sigue buscando compañía del mundo mineral, no tengo noticia. Tal vez Madonna, the material girl por excelencia, que ha entendido siempre la conveniencia de distanciarse del dolor. Uno de sus clips reproduce la secuencia rosa de la Monroe.
Agrego, como acabo de comentar en un blog, que me queda más cerca la promoción del oficio de cocinero de mentes, es decir de educadores. Requiere eso sí, un aumento de sueldos. No duden de que la idea pueda marchar. Hoy casi cualquier adolescente en Lima quiere ser chef, profesión ni siquiera imaginable hace diez años.
Estar en la vida. Alguna rama de la publicidad tendría que poner en circulación la frase para que nos resulte conocida. Puede que algunos la asocien al momento del parto y al llanto inicial que identifica a todo humano como recién nacido. De seguro, son menos los que la relacionan al sentimiento del vivir.
Imaginar si, ensañarse no. Voy a dejar de decir que el periodismo cultural es un caballo sin jinete, para proponer que recuerda al Catoblepas, un ser imaginario que Borges describe como "una fiera de tamaño mediano y de andar perezoso. La cabeza es notablemente pesada y al animal le da mucho trabajo llevarla, siempre se inclina hacia la tierra. Si no fuera por esa circunstancia , el Catoblepas acabaría con el género humano, porque todo hombre que le ve los ojos, cae muerto".

Las opiniones sobre arte recorren una camino distinto al de las afirmaciones sobre el mundo físico. Una olla con agua hirviendo no permite un diálogo del tipo: yo creo que si pongo la mano dentro no me quemaré o, yo por el contrario pienso que al hacerlo mi mano se despellejará. Alguien tiene razón y punto.
Otra aspecto a tener en cuenta, es que inducidos por la civilización a mostrar una curiosidad limitada tragamos etiquetas sin preguntar el por qué. Ahí está el concepto de obra maestra. En el siglo XIX, autores con nombre propio llenaron de gloria la Mona Lisa de Leonardo. A más de venerar el oficio del artista para sugerir la perspectiva en un fondo como paisaje, o usar el claro oscuro para crear una atmósfera, se dijo que la sonrisa del personaje era una deliciosa muestra de ternura, ardor y y tristeza.
El escritor Lawrence Durrel observó que su sonrisa reflejaba la satisfacción de una mujer que acababa de comerse a su marido. En años más recientes, la feminista Camille Paglia, que la sonrisa de la venerada Gioconda indicaba que los hombres no eran necesarios. No hace mucho a raíz de El Código da Vinci de Dan Brown, la Mona Lisa ha ganado una nueva batalla. Las visitas al Louvre, se incrementaron en poco menos que en un millòn de espectadores.
Les dejo a ustedes un indicio que según el historiador Neil McGregor, se juega en el concepto de obra maestra: Su ambiguedad y en este sentido, su capacidad para que se proyecten en ella distintas opiniones.
El mundo no ha cambiado al extremo que uno pueda pensar que si se tira de tal edificio flotará y de aquel otro no, pero en el arte seguimos confrontando opiniones. Las habrá más y menos autorizadas, pero de algún modo todas se tocan. Mañana les cuento sobre el caballo de Stubbs, "Wistlejacket" y por qué siendo infinitamente menos conocida que la obra de Leonardo, al menos fuera de Londres, se ha ganado el título de obra maestra.
El bailarín argentino Julio Bocca y el Ballet Argentino convocaron cerca de mil espectadores anoche en su presentación en Lima. La empresa Petrobás había ofrecido invitaciones vía e-mail a quien se comprometiera a asistir. Un atisbo de la producción a toda regla que logró un aforo completo en el Teatro Vértice del Museo de la Nación, espacio nuevo para la danza. 
Recuerdo también a Freud en el artículo sobre las situaciones que nos provocan un sentimiento que llama "lo siniestro". Esa mezcla de angustia y miedo ante lo que no sabemos cómo controlar. De hecho un mundo vinculado a los fantasmas, las ánimas y hasta los muertos. 






