Las neurociencias, un área dedicada a la investigación del funcionamiento del cerebro en relación a la conducta, tienen ya un paladín en materia de arte: Semir Zeki, el científico de la University College of London que es autor de "Visión interior: Una investigación sobre el arte y el cerebro". Aunque no he leído todavía el libro, adelanto que Zeki reclama la autoridad de su campo para preguntarse por lo que pasaba en el cerebro de Picasso al entregar al mundo el cubismo.
El nuevo ángulo para acercarse a la producción estética parece reafirmar lo resbaladizo que se ha vuelto el terreno del arte. Quizás sea mejor ponerse a resguardo y decir como Nestor García Canclini, "lo que hemos venido llamando arte". El mexicano que abrió un filón de reflexión con su libro "Culturas Híbridas", se encuentra poco menos que desconcertado con lo que viene ocurriendo en su país a raíz de las celebraciones por el centenario de Frida Kahlo. Mañana les cuento.
Me pregunto si al doctor Zeki le inquietará también el cerebro de Pollock, uno de los mitos de la abstracción norteamericana. La ilustración de Norman Rockwell aquí arriba, deja en claro que al observador de los años cincuenta, su pintura le producía tras el pasmo, curiosidad.
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