Si les parece inclasificable la estética del británico Barry Flanagan (1940), dan ustedes en el clavo. A través de los años la crítica ha coincidido en señalar que el artista ha explorado en muchos estilos, sin dejar de mencionar que hace ya un tiempo las liebres se convertieron en su sello. Al parecer la imagen del animal perseguido en las cacerías inglesas sugirieron a Flanagan convertirlo en motivo de sus trabajos. El escultor no critica al cazador ni se apiada de su presa. Según declaró hace unos años, consideraba a la liebre como un emblema de la "libertad de perseguir". Ciertamente enigmático, Flanagan incluye en ese ánimo dos animales que parecen bailar y menciona en el título de la pieza el nombre de Niijnsky (Small mirrored Nikinsky).
1 comentario:
Hola Lichi
a mi me parece fenomeno el cuadro de Flanagan con la liebre. me dio cierta libertad y la musica exquisita.
Mariella
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