jueves, diciembre 21, 2006

El lado íntimo de la vida

Dos días seguidos refiriéndome a los desencuentros. ¿Así que prefiero la lectura a preparar el pavo? Un lector ha entendido que celebro el lado dark de las cosas. Diré en mi descargo, que hoy mismo he jugado a transformarme en el elfo navideño ideado por MSN. Uno inserta el rostro en el pequeño cuerpo y se ve bailando a ritmo de villancico.

Sucede que adoro el lado más íntimo de la vida. La charla con los hijos, la conversación vital entre adultos o estas reflexiones en la Red. Poco que ver con la seguidilla de reuniones institucionales que comenzaron a moverme el piso.

Sobre el tema culinario admito sí, ser una hereje. Casi no creo que agregar tal o cual ingrediente al ave de la noche navideña vaya a cambiar su sabor. Pido las disculpas internacionales del caso a Ferrán Adriá y a nivel local a Gastón Acurio, en fin.
Agrego, como acabo de comentar en un blog, que me queda más cerca la promoción del oficio de cocinero de mentes, es decir de educadores. Requiere eso sí, un aumento de sueldos. No duden de que la idea pueda marchar. Hoy casi cualquier adolescente en Lima quiere ser chef, profesión ni siquiera imaginable hace diez años.

Si doy a veces la impresión a veces de cerrar un ojo, como la imagen (Víctor Rodríguez, 2004), es sólo para ver mejor. O como dice el blog, para hacerme de la vista flaca. ¡Ah!, si les interesa el swing de gnomo navideño, naveguen en elfyourself.com

2 comentarios:

Buscando dijo...

Pues a mí tus dos post anteriores me han gustado mucho, sobre todo porque reflejan sentimientos que todos tenemos de vez en cuando, pero que socialmente no se suelen expresar. A este lado español del Atlántico, cada vez todo es más "perfecto", muchos te hablan de tooodos los amigos que tienen, los bien que les cae tooodo el mundo, lo bien que caen ellos a tooodo el mundo, lo bien que les va tooodo, eso y la realidad: pura coincidencia.
La profesión de maestro/educador/profesor tampoco está bien pagada en España, y menos se le da el reconocimiento y el apoyo que se merece, las continúas reformas educativas están deteriorando cada vez más el sistema educativo. ¡Vaya charla que he soltado! Un abrazo fuerte

Lichi Garland dijo...

Me imagino que debemos andar con prudencia querida Eloísa. Eso de recorrer con la palabra temas y sentimientos que no se expresan socialmente, genera cualquier cosa, menos ganas de hacernos cosquillas. Gracias por tu compañía, otro abrazo.