viernes, diciembre 29, 2006

La profundidad de la superficie

Las marcas de la piel se niegan hoy a favor del pelling. Daniela Buetti, una fotografa de origen suizo, le sigue la pista a ese culto por una epidermis lisa y fina. Con sus tatuajes se sumerge en los rostros de sus modelos y aparecen entonces los nombres de Versace, Dior, o Chanel, grandes empresarios del mundo de la moda, convertidos en símbolos huecos de la desgarradora igualdad que la civilización occidental vende al género femenino.

¿Nadie está libre? Ayer me pareció dar un paso al más acá, viendo en la tv. un reportaje a una rica heredera en un canal alemán. Nunca necesitó trabajar y se dedicó a la música. Se enamoró de alguien que no sabía de su fortuna para, sin ser todo el tiempo felices y comer perdices, sentir la vida. Hasta el ritmo de la cámara, transmitía la tranquilidad de la protagonista.

El zapping me condujo a la labor de Stephen Lewis, canadiense que desde su puesto en la ONU ha venido luchando por atender a las víctimas del sida en Africa. Su hija señaló que solíamos recibir las noticias referidas a la necesidad de justicia y equidad social con una suerte de parachoques. Agregó refiriéndose a su padre, que él había logrado colocar el parachoques detrás, de allí su entrega ante un dolor tan crudo.

El arte, la moda, la tv. el altruísmo de algunos...Tal vez para vivir con más intensidad ayude buscar la profundidad en la superficie de las cosas.

2 comentarios:

ReinaDeSalem dijo...

"Tal vez para vivir con más intensidad ayude buscar la profundidad en la superficie de las cosas."

Son demasiadas las veces que sentimos aquéllo que vemos. Y demasiadas también las que sin ver nada, necesitamos crearlas para sentirlas.

Un beso.

Lichi Garland dijo...

Enfermamos al pasar por alto la necesidad de crear. Se nos escapa también la posibilidad de creer. Gracias por tus líneas.