lunes, diciembre 11, 2006

¿A pedir de Bocca?

El bailarín argentino Julio Bocca y el Ballet Argentino convocaron cerca de mil espectadores anoche en su presentación en Lima. La empresa Petrobás había ofrecido invitaciones vía e-mail a quien se comprometiera a asistir. Un atisbo de la producción a toda regla que logró un aforo completo en el Teatro Vértice del Museo de la Nación, espacio nuevo para la danza.

El intercambio entre la mencionada empresa y la Fundación Julio Bocca merece reconocimiento. A más del espectáculo, la escuela de Bocca ofreció Seminarios dirigidos a la formación artística de maestros y alumnos de danza en Lima. Ha otorgado becas a dos bailarines para pasar un año en Buenos Aires con los gastos cubiertos. Todo eso a pedir de Bocca, promotor de la danza en el continente.

A sus treinta y nueve años y si se retira el próximo año como lo ha anunciado, el argentino lo hará en magnífica forma. Su primer pas de deux de la noche, logró unir dominio físico y sensibilidad para emocionar al auditorio. Los números a continuación fueron sin embargo sin matices ni sorpresas y sobre todo sin cambio de intensidades.

Oí al término del programa varios comentarios que no salían del, "qué bonito, no". Ni por asomo quedó claro que el arte de la danza está también comprometido con la vida de todos los días, con sus furias y sus penas, sus alegrías y hasta con sus sorpresas y misterios.

El plato final fueron varios pas de deux con música de Frank Sinatra. ¡Por favor! Latinoamerica entera se agita hoy con los ritmos en los que prima la fusión. Abren incluso puertas en EE. UU. y Europa. ¿Puede un elenco de esta parte del mundo no acusar recibo en cuerpos tan preparados? La danza tiene como la pintura, todo el derecho de mantener en su repertorio piezas clásicas, ¿pero no necesitamos acaso un arte que sea la imagen viva de la creatividad, antes que la de un romanticismo inmóvil?

Ah, la sala aireada, bien iluminada y con una zona de estacionamiento adecuada, evitó la congestión vehicular; pero hay que decirlo, el espectáculo comenzó con media hora de retraso, ¿daremos alguna vez el paso de la puntualidad?

6 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Más de mil? Te puedo decir con certeza que fueron más de dos mil personas. Sólo en la tribuna hubieron 700 personas sentadas.
Y quizá sí existan ritmos musicales de esta parte del planeta, pero siempre es encantador para nuestra caída cartelera cultural ver la coreografía de una de las mejores coreografas del mundo Twyla Tharp, junto con la música de uno de los grandes cantantes puesto en escena por uno de los grandes del baile.

Anónimo dijo...

Todo estuvo lindo, Julio Bocca regio y divino, excelente, un super espectaculo. Mario Seminario

Lichi Garland dijo...

Así lo considero también Guillermo. Es necesario sembrar para que nuestros bailarines puedan avanzar al ritmo de su apasionada vocación. Como toda producción artística, la danza tiene que dar la cara al mercado, en ese sentido a sus promotores les corresponde diseñar un plan a nivel de empresas y del Estado para la creación de un fondo. A la vez, proponer una estrategia para atraer nuevos espectadores que se identifiquen con los logros de los artistas locales.

Lichi Garland dijo...

Agradezco la precisión del número de la audiencia estimado anónimo. La evocación de los grandes, no excluye la creatividad para mirar lo que ocurre en esta parte del mundo. Aunque hubiera sido el tango que años atrás nos mostró Bocca en el teatro San Felipe.

Lichi Garland dijo...

Algunos pedimos más para que sentir que lo divino y lo regio ocurren.

Anónimo dijo...

La plasticidad y versatilidad de un gran artista hizo vibrar el Teatro Vértice del Museo de la Nación el pasado 9 y 10 de diciembre. Confieso que no tengo la autoridad crítica de una experta en ballet, pero como espectadora capaz de emocionarme, debo decir que el show aceleró mi corazón...fue una experiencia inolvidable...