lunes, julio 16, 2007

Vitamina electrónica

Digan ustedes Dusseldorf, acid house y digan Kraftewerk. Sin esos términos me tomaría más tiempo conducirlos hasta los albores de la música por ordenador. Kraftwerk, una de las bandas pioneras de música digital que nació en el norte de Alemania, produjo desde sus inicios sonidos de un minimalismo descarnado. Lo dice Matthew Colin, autor de un libro sobre los orígenes de la cultura del éxtasis y la música que la acompañaba. Tomen nota de que el house nació con la imagen de un químico vertido sobre un sintetizador. Entre crepitar y crepitar el ácido de marras hacía chirriar uno a uno sus circuitos.

Todo muy lisérgico como se dice. Les toca a ustedes decidir aún sin la experiencia de innundar la propia psique con tamaño psicotrópico, el LSD, si va por ahí la sensación al escuchar Vitamine de los Kraftwerk en evoca aquí abajo.

Su opinión puede hacer escala en cualquiera de los matices del espectro. Ya a fines de los años ochenta había quienes consideraban el acid house como un barullo, como una recreación hedonista o los más aventurados, como un comportamiento políticamente correcto. No en vano sostenían estos últimos, el ritmo conducía a la pista de baile provocando aunarse en un sentir grupal y hasta cósmico.

Si su interés da para más pueden entrar a la web de la banda y hacer música con ellos. El boing boom tshack me retuvo unos minutos en los cuales dejé de experimentar el frío limeño. ¡Casi una vitamina!

Nota: Matthew Colin, "Estado alterado", 1998.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias Lichi por introducirnos a conocimeintos nuevos..
he de confesar que pulsé el botón con gran aprehensión esperando escuchar chirridos improcesables... fué grato darme cuenta del error!
Hacer conciencia de mi prejuicio, me ensancha, la mente.. lo cual siempre celebro.. por eso, dobles gracias!
abrazos para el frio..
Olga

Buscando dijo...

Los conocí el año pasado por una canción que se llama 'Numbers', pero me cuestan un poco, aunque me parece que están mucho más en vanguardia que otros que han venido después. Son de los más moderno que hay. ¡Saludos y calor de hogar para el frío!

Lichi Garland dijo...

Felizmente no eran chirridos improcesables Olga, jé. Bienvenidos los abrazos para el frío.

Lichi Garland dijo...

Te cuento Eloísa que me interesan los Kraftewerk para proyectos audiovisuales. Un power point sobre temas de arte se enriquece con ese ritmo cavernoso y digital.¡Y gracias por el calor de hogar que calienta el corazón!