Mejor tratar ese absurdo y pronto, no vaya a perdurar como le ocurre a la señora que a los setenta sigue necesitando que no haya ojos sino para ella. A matrimonio que va espera el cumplido: Luce ud. más bella ¡que la novia! Otra es la mujer a la que le preguntan su edad y la da sólo aproximada. Un dato que luego no calza con la edad de los hijos, un recuerdo o hasta acontecimientos. Algunos hombres por ahí andan, dejo el tema para otra oportunidad.
El asunto es que me detuve anoche en algunas obras de Eva Hesse, la artista alemana que se instaló en EE.UU huyendo del nazismo. Tuvo iniciativas soprendentes hasta los treinta y cuatro años que vivió. Su muerte prematura a causa de un tumor al cerebro, no le impidió convertirse en un icono del arte que luchaba por ensanchar sus límites.
Hesse apeló a imágenes y a materiales no tradicionales. Una de sus obras más conocida la vemos arriba. LLamó "Hang up"(1966) a ese espacio vacío rodeado de un marco del que cuelga un cable. Le he agregado yo la foto de la artista. Hesse declaró en una entrevista respecto a la obra que al realizarla "fue la primera vez que se materializó mi idea de absurdidad y sentimiento extremo".
Le siguen dos piezas colgantes. Una escenificación que rompe con la idea de lo que se sigue pensando debe verse en los museos.
El cuento termina aquí. Si pensamos en la sensación de absurdidad como la llamó Hesse, no podemos dudar de cada quien la experimenta a su manera.
2 comentarios:
Vengo a felicitarte del Día de la Mujer, que todavía nos hace mucha falta que siga existiendo. Tu blog es muy reivindicativo, ¡bien! Besos, Eloísa
Pues desde aquí te felicito también Eloísa. Podemos considerarnos levantadas a favor de la imaginación y la creatividad. Un fuerte abrazo.
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