martes, abril 03, 2007

De galerías en Lima









Me di una vuelta por dos galerías en Barranco. "Ochenta metros cuadrados" y "Lucía de la Puente". Las dos primeras imágenes pertenecen a Juan Javier Salazar a quien la prensa ensalza como artista conceptual. Los lienzos a la vista son sin embargo lo suficientemente figurativos como para pensar que el artista no sólo le entra a la idea. Hace incluso un guiño al observador con la temática de Duchamp en la mujer que baja la escalera.

La tercera imagen es de José Luis Carranza, una explosión de colorido. La pincelada que da vida al saxofonista me atrapó unos instantes. ¿Donde pondría el cuadro? me pregunté. Siendo Carranza joven, el precio no parecía muy alto. No encontré lugar apropiado en casa. Pensé entonces que el artista podría darse por satisfecho si como otros contemporáneos presumía de hacer a un lado el afán decorativo. Iré a ver otra vez el cuadro me dije, notando recién que ya estaba vendido.

En esas me vino a la memoria una afirmación de Salazar, el arte no debe hacerse para que lo compren los millonarios. ¿Millonarios? ¿Se referirá a quienes se interesan por una imagen y quieren llevarla a casa, pensando arreglárselas después con su presupuesto? Que lío.

La cuarta imagen es de Ana Cecillia Farah, de la cual el crítico Luis Lama dice que su recorrido por los "meandros conceptuales", eso dice, ha derivado en imágenes que "rompen de manera radical con el buen gusto limeño".

Vaya, ¡un cuadro provocador! ¿Quién lo comprará entonces? Imagino al coleccionista con espacio suficiente en casa o en su oficina para colgar imágenes desafiantes. Tal vez planeando mirar entonces a amigos o a clientes con el aire condescendiente que emplean algunos "conocedores" del arte actual. Qué lío otra vez.

Una brújula por favor

Cito un comentario sobre arte contemporáneo el cual vale repensar: "...habría que volver a recuperar la lucidez el sentido crítico e incluso, diría yo, el sentido común, sin temor a que lo tachen a uno de conservador o reaccionario" (Marie Claire Uberquoi, 2004).

3 comentarios:

Anónimo dijo...

la pintura es una isla hoy día. menos mal. objetos y rarezas, le han dejado paso al cerebro aplastando el alma. carranza va a ser un gran pintor, pienso.

Iván
www.artmajeur.com/ivanfernandezdavila

Lichi Garland dijo...

Me gusta ya la pintura de Carranza.

Javier Rubio dijo...

Estoy de acuerdo con Urbequoi, me parece que en la actualidad bastantes autores se equivocan al pensar que lo conceptual no requiere de sudor ni de seriedad, y más bien ven en ello una forma fácil de sentirse en la vanguardia