Divido hoy estas líneas en realidad y fantasía. La realidad tiene que ver con tener que remontar a diario la calle Miró Quesada rumbo a Camino Real. El atoro de vehículos hace pasar un momento verdaderamente insufrible. Señor Alcalde de San Isidro, disponga usted se habilite un semáforo, por favor. Otro dato desconsolador y real, es la muerte del escritor estadounidense Kurt Vonnegut (1922-2007). Asimismo es real, mi decisión de recordarlo pegándole una mirada a "Madre Noche", novela suya que disfruté hace un tiempo, aún más que la rankeada "Matadero Cinco".
Conste que no abandono tampoco la cruda realidad al mencionar que desde anoche vengo pensando en Gesualdo Bufalino. El escritor italiano nacido en la misma época que Vonnegut, desapareció sin embargo hace nueve años. Sucede que me vino a la cabeza un pasaje de "Perorata del apestado" de Bufalino que cito a continuación.
Fantasía de Bufalino: "Es posible que nosotros, me refiero a la Tierra, aquella estrella fugaz, todos los demás cuerpos y astros que ves y no ves, todos nosotros, zodíacos y naturalezas seamos sólo millones de cálculos en el riñón de un corpulento animal, su cólico interminable, los cuajos pétreos de su dificultosa y desmesurada planta depuradora y así flotamos en el éter y orín que se encharca por todos los meatos y le hace uluar gloriosamente de dolor en el silencio de los espacios eternos. Esto es lo que llaman la armonía de las esferas...una bestia quiere desembarazarse de nosotros, y cocea y se enfurece sin ningún criterio".
Fantasía propia: Se me ocurre que si el tal corpulento animal fuera a devorarnos, debiera hacerse cargo también del tráfico. La imagen hallada me hace suponer que nuestro parque automotor bien podría servirle de aperitivo. Salvo error u omisión.
Imagen: A. John,1997
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