Los muertos en Ica suman ya varios cientos. Sus familiares, vecinos, o amigos los amontonaron con desesperación en la plaza del pueblo. La TV. los muestra envueltos en trapos o en el mejor de los casos en sábanas. La ciudad se ha convertido en un cementerio. Me pregunto por qué los canales insisten en mostrar tan reiteradamente los llantos de desesperación. Tolero poco los close up sobre rostros desolados. He estado pensando que sobran imágenes y faltan palabras.
Todo un lenguaje que permita agregar a la solidaridad puesta en marcha, la posibilidad de adelantarse a los acontecimientos. Las desgracias naturales cobran más víctimas cuando no se toman en serio las condiciones de vida. La falta de presupuesto, la ignorancia de los mismos pobladores y la indiferencia de las autoridades cumplen lo suyo en esa suerte de harakiri que es vivir sin prevenir.
Urge forjar una responsabilidad tanto individual como social hacia la propia vida. Me gustaría ver a la prensa ávida de entrevistar especialistas capaces de implementar acciones de protección y saneamiento ambiental a corto y mediano plazo. A los Ministros que han viajado a la zona del desastre, declarar que la responsabilidad compartida entre el gobierno y la población acaba de comenzar.
La solidaridad a los hermanos del sur y la serenidad ante las réplicas que pregonan los medios, tendrían entonces más sentido. Sino todo corre el riesgo de parecer un cuadro de comisiones para ver quien muestra más dolor.
Imagen: Anish Kapoor.
2 comentarios:
Comparto contigo y me pareceria estupendo que dijeran donde pueden ir las personas a ayudar a clasificar las donaciones, no solo pedir, y entregar. Eso descarga la conciencia pero esto es a largo plazo y hay que administrarse y llegar a todos los pueblos pequeños.
Ojalá que las cosas sigan un curso para mejor. Gracias por el comentario.
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