jueves, agosto 16, 2007

Las horas

Desconcierto y dolor. Las horas siguen entretejidas con la zozobra producto del terremoto de ayer. Había terminado de colgar el blog cuando las ventanas de mi departamento comenzaron a temblar. Dejé pasar unos segundos antes de buscar el lugar más seguro de la habitación. Un retrato de mi biblioteca cayó al suelo. El vidrio se hizo trizas. Lima sin embargo no ha pasado ni la mitad de lo sucedido con las poblaciones cercanas a Ica donde se localizó el epicentro.

He estado recordando a Freud. Su pregunta sobre por qué al hombre le resultaba tan difícil ser feliz. Reducía a tres sus consideraciones: "la supremacía de la naturaleza, la caducidad de nuestro propio cuerpo y la insuficiencia de nuestros métodos para regular las relaciones humanas en la familia, el Estado y la sociedad".

La naturaleza que no podemos gobernar ha sido esta vez la causa del sufrimiento humano. La dirección que debemos emprender es la de acompañar de la mejor manera las penas de los más afectados. Acabo de hablar con una amiga para coordinar con más gente un envío de artículos básicos. Es la única manera me dijo, de sentir que hacemos algo y poder continuar con nuestra vida. Estuve de acuerdo.

Imagen : Gauguin, 1897.

2 comentarios:

Karina Falcón dijo...

Lichi, recibe un abrazo desde Mexico. De alguna manera nos hermanamos, si acaso las distancias a veces lo permiten más.

Lichi Garland dijo...

Muchas gracias, la cercanía psiquica es posible.