Me satura el condicionamiento al que nos somete el enfoque cultural del diario "El Comercio". Sus noticias suelen entretejerse con datos sobre los mitos del cine. Hoy por ejemplo, los lectores nos enteramos de que Nicole Kidman tiene ya una estatua de cera en el museo de Madame Tussauds.¡Nooo! ¿Sii? Un titular para sensibilidades masivas precede la imagen de la actriz. Dice: Una muñeca real. Y hay más de lo mismo, cómo no. Están en el Perú dos astros del cine ´protagonistas de importantes y taquilleras películas de Hollywood`. Visitan el Cusco dice la nota, ciudad que ´es un imán para celebridades´. ¿Noo! ¿Sii? En una página interna aparece la foto de uno de los turistas: el actor Owen Wilson que viste de verde, tiene la barba recortada y su pelo rubio asoma por debajo de un sombrero de ala corta (por si es necesario salir volado diría Rubén Blades). El caso es que Wilson en plano medio sonríe mirando a la cámara. A continuación la leyenda de la imagen: ´Wilson: En agosto intentó suicidarse. Es la primera vez que viene al Perú`. A no ser que se trate del inicio de una campaña para que recorran nuestro territorio los suicidas frustros el comentario es una falta de respeto al dolor humano. El morbo vende incluso en un diario que presume de independencia y veracidad, lema de la publicación que se lee en la parte superior de su portada. Una más. Acabo de leer una entrevista a Mario Ghibellini comentarista semanal de "El Comercio" en la revista Somos. Esta vez como entrevistado se refiere al sentir del público lector a propósito de una revista que se lanza recién al mercado. Muy pero muy analista asegura que las encuestas obtienen sólo respuestas políticamente correctas. Es decir que cuando se pregunta ¿qué cosa cree usted que deberían tener más los diarios? la respuesta corre invariablemente por la ruta: deberían contribuir con la educación. Las dotes de Ghibellini lo hacen adivinar sin embargo lo que se esconde detrás de esas declaraciones. En realidad lo que la gente cree es que las revistas deberían tener más sexo. ¡La mascarada resuelta! La insistencia del estilo indigna, pero pocos dicen algo. Al parecer en Lima cada quien está ocupado en seguir la cadena de sus pensamientos y dar opinión es meterse en líos. El riesgo pasa por ser señalado como neo- utópico/a. ¿Dices que la prensa debe educar? Lee mis labios.
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