Conversaba con una amiga sobre estos días, era un hecho que nos sentíamos ajenas al espíritu de fiesta religiosa aunado a paquetes de regalos y embotellamientos del tráfico. Bien entendido, el asunto no nos daba para colocar como fondo del móvil la canción que emprende contra Santa Claus, los regalos y el árbol de estas fechas. Suena a horror desde un inicio (jojojojo) la tonada de quienes odian una semana completa del calendario. La sensación compartida nos dio más bien para imaginar una celebración pagana en terreno visual. Una imagen que pudiera invitar al observador/a a mirarse a si mismo/a. Un pretexto para sentir la posibilidad de nuevos nacimientos. ¿No será que en el fondo nos acercamos al espíritu olvidado de la Navidad?
Imagen: Shrin Neshat.
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