Pensaba en el estilo plástico identificado como minimal o minimalista y se me ocurrió compararlo con actitudes humanas que simplifican las cosas. No encontré mayor correspondencia. El minimalismo fue una respuesta del todo conciente frente a los estilos anteriores, en particular al expresionismo abstracto. El estilo que en los años sesenta introdujo la simplicidad y la literalidad de las formas le decía que no a la suma de manchas, trazos expansivos y chorros de pintura de la abstracción. El arte minimal no volvería a insinuar que había toda una carga existencial en un lienzo. Antes que un jeroglífico el observador encontraría un abc casi matemático. ¿Eso era arte? Una vez más la perplejidad entraba en el juego plástico.
En relación a la gente que ve el mundo sin matices, sin preguntas y sobre todo sin dudas, otra es la cuestión. Poco es lo que les interesa pensar, en cambio se abocan al hacer. No te compliques se llega a decir por aquí y no se si la frase es un modismo limeño aunque sospecho que si...
Mañana continúo fantasmáticos blogueros.
Imagen:Katharina Fritsch.
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