Mirar el arte con tanta prisa como para no ver en realidad nada, o escuchar hablar de lo que ocurre con sus exhibiciones, sea primero con sorpresa y enseguida con indiferencia, son dos características del ojo común. El crítico italiano Guido Ballo incluye en este rubro a quienes pasan por alto que el arte es una expresión que pertenece a su tiempo. Se considera en cambio, que un período de la historia de las artes plásticas, aquel de los estilos que comenzaron a sucederse a partir del Renacimiento, fue y sigue siendo el `verdadero` arte. La pintura entonces figurativa o mimética cuyos temas eran pasajes de la biblia, la mitología, la historia, naturalezas muertas o retratros de personajes influyentes, mantiene hasta hoy se asegura, su invitación a ser contemplada de una manera ingenua. Esto es, sin exigir al espectador información o planteos teóricos relativos al mundo y a la sociedad en que dichas imágenes se produjeron. Según el ojo común basta observar el parecido de las representaciones con la realidad (mejor si a las imágenes sólo les `falta hablar`) y disfrutar de su belleza.
¿Y qué se dice de la producción de las vanguardias? El ojo común afirma como señala la profesora argentina de estética Elena Oliveras: "eso lo hace cualquiera, "el arte hoy es un chiste", "en arte todo vale". De ninguna manera acusa recibo de que hoy "el arte busca lo disonante, lo desagradable cuando no lo tenebroso o lo abyecto, la fealdad se impone a la belleza". Niega en suma, que se haya producido un profundo cambio en el concepto de la obra de arte.
Sería necesario darse por enterado de que el arte contemporáneo conduce a un estado de desaceleración. El propósito observa Olivares, es enriquecer nuestra percepción y librarnos de la anestesia.
El ojo común tendría que aspirar a convertirse en un ojo crítico. Para ello se requiere información pero también un acostumbrarse a la disponibilidad visual. ¡Miremos! Dice Ballo: "A no engañarse con la universalidad del arte (...) sus raíces son siempre particulares, en el clima de variadas épocas, de su cultura y de la concreta personalidad del artista singular".
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