Fui a ver hoy la muestra gráfica del artista Mimo Palladino (1948), connotado miembro de la llamada transvarguardia italiana. Un plan casi extravagante en una ciudad que desde ayer tiene como principal tema de agenda el encarcelamiento de una presentadora de tv..Su labor periodística habría que decir, se ha centralizado en lanzar al aire una suma de revelaciones en torno a gente de la farándula y futbolistas. La protesta frente a los supuestos destapes o `ampays` como decimos por acà, fue finalmente atendida en el juicio que le lleva uno de los agraviados y he aquí que la policía nacional se encargó de ejecutar la medida. A la reja Magali Tv., y con ello a vivir una pausa en el continuo trajín de sacar a la luz romances y pasadas de copas de los miembros del ´choliwood`, en realidad hechos banales que la conductora se ha dedicado a convertir en noticia. Y como suele decir, `pésele a quien le pese`.
A propósito de las imágenes de la intervención policial que han ido y venido en los noticieros televisivos del jueves y que hasta en la mañana aparecieron en la portada del llamado decano de la prensa nacional. Hace unos días una actriz colombiana declaró en una entrevista a un diario de su país que la prensa en el Perú era patética. Se refería a su insistencia en ahondar en el tema de los romances de gente del mundo del espectáculo para crear noticia. Los lectores locales nos enteramos de su comentario por una nota que con sabor a ¡cómo se atreve! informaba el mismo diario decano en su sección Luces. El señalamiento de la colombiana pone en evidencia el amarillaje general que acompaña a casi toda publicación con el pretexto de que eso vende. Hipnotiza sería más justo decir y no sólo para mencionar aquello de que lo que tendría que hacer la prensa es ocuparse de los grandes problemas nacionales. Más bien, para referir la enorme incapacidad para fantasear en la que estamos inmersos. Para la creatividad digo, más allá del chismorreo y de la inclinación a convertir la realidad en una novela de segunda fila. Se habla incluso de una miniserie en torno a la presentadora, ya comenzada a grabar antes del suceso. ¿Es éste el arte popular? ¿La respuesta masiva a las formas de una acción cultural que el ojo común no entiende? La fantasía en Lima anda con pies de plomo. No hay como dudar de que la villana de turno tendrá mas audiencia que la exposición de Mimo Palladino.
Diré que me acompañaron a ver la muestra dos niños de siete y doce años, y no tardé en escuchar la pregunta que rondaba al mayor: ¿Por qué han encarcelado a Magali? Hablamos del asunto tal como lo comento aquí y casi enseguida el tema perdió interés. Ya en la sala de la Municipalidad de Miraflores donde está la muestra del italiano todo fue mirar colores, formas y superficies tan antojadizas y coloreadas como imaginativas. Un buen punto para alimentar esa necesidad interior que nos habita y a la que estamos en riesgo de no oir ante tanta palabrería. Me viene a la cabeza el juego de los conejos asustados que quieren entrar a una caja. De refilón Alba, protagonista de una experiencia sobre la que pueden leer aquí abajo.
Imagen: Alba, coneja transgénica del brasilero Eduardo Kac, 2000.
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