Para Roger Vadim (1928-2000), el cineasta francés que en los años cincuenta encumbró a la actriz también gala Brigitte Bardot (1934) como símbolo sexual, el creador fue Dios. Su película "Et Dieu… créa la femme" (1956) lo dijo con todas sus letras. Había sin embargo cómo dudarlo. La pintura del siglo XX venía dando muestras del empeño masculino por crear al menos en imagen a su compañera de especie. Picasso marcó un hito con Las señoritas d¨Avignon", De Kooning quiso ver a la mujer siempre de manera expresionista y Dalí festejó a su musa acompañándola de una chuleta.
Tras un auténtico bamboleo a manos de artistas varones, algo ocurrió con la imagen de la mujer cuando representantes del feminismo decidieron tomar cartas en el asunto. A fines de los ochenta, el colectivo de artistas "Guerrilla girls" coronó esta intención. Su acción más celebrada fue empapelar las calles de Manhattan con afiches de corte publicitario para cuestionar el papel de la mujer-objeto en el arte.
Hablando de publicidad, la firma Dove que fabrica productos dedicados al cuidado de la piel, ha iniciado hace unos años una campaña para acabar con el mito de sólo un tipo de belleza femenina. Aquella de la joven de rostro hermoso y formas esculturales. La empresa se ha dedicado a atacar audiovisualmente el imaginario general (no hay que pensar que sea sólo el masculino).
Sus fotos muestran alternativamente, mujeres gordas, con manchas, viejas, con poco busto y con mucha nariz y encuestan a boca de jarro en la Red: ¿Rondona o femenina?, ¿llena de manchas o de encanto?, ¿vieja o vital?, ¿plana o plena?, ¿mucha nariz o mucha personalidad?
La última en Londres es su aliento a la desnudez femenina en mujeres de mediana edad.
A mi modo de ver, aplicar la regla del manual de los cortapalos (ver Hugo Paco y Luis del mundo Disney) "si no puedes en su contra únete a ellos", está demás. El cuerpo, a no dudar más bello en la juventud y en quienes han dedicado su esfuerzo a conservarlo, no tiene que mostrarse sin ropas, engordado y desvencijado, para reflexionar en otros rendimientos de la mujer.
El asunto de la estrategia publicitaria parece detenido en la interrogación, ¿y quién creó a la mujer?, cuando cómo dicen las imágenes arriba (la fisico culturista Lisa Lyon y la actriz Whoopi Goldberg), hay un mundo de estilos que amerita el plural. Pese a la insistencia de la mirada masculina en un sólo perfil (¡y qué tendrá que ver Dios en todo esto!), las mujeres como los hombres hoy, nos creamos a nosotras mismas.
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