Para Arakawa- Gins escoger con detenimiento nuestros "sitios de aterrizaje", es decir los lugares del mundo por los que transitamos es una garantía para no morir. La pareja asegura que renovar la perspectiva espiritual del mundo lleva a vivir para siempre. Se entiende que el objetivo de su arquitectura sea antes que estético, desencadenar un estremecimiento de corte psíquico-místico.
Es bueno enterarse de que las ideas del duo no han quedado en planos. Desde octubre de 1995 un parque en Japón ha materializado la posibilidad de revertir nuestros destinos. La obra en cuestión es "Site of Reversible Destiny - Yoro Park".
Escojan ustedes la sensación que les podría suscitar una visita a este peculiar sitio en el Lejano Oriente. ¿Miedo?, ¿desconfianza?, ¿violencia?, ¿paz?, ¿risa?, ¿deseos de jugar?, ¿ganas de decirse un, hoy mismo digo basta?...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario