lunes, enero 14, 2008

Agobio de estímulos

Volví hoy del sur mirando los paneles de publicidad dispuestos a lo largo de la Panamericana. Más o menos en el kilómetro cincuenta me llamaron la atención varios pintados por completo de negro. El colorido oscuro era sólo un acabado del lado B. La cara promocional del panel por así decirlo, miraba a quienes iban a la playa y no a quienes regresaban de su paseo como era mi caso.

Hasta ese rato mi recorrido había sido enteramente audio visual. Al paisaje se habían sumado los parlantes del carro con "A horse without name" el primer éxito del grupo América, una tonada que escuchaba después de "Tin man"y "Sister gold hair" de la misma agrupación. El efecto de las siluetas que sobresalían de las superficies con forma de rectángulo negro interrumpió la parte auditiva de mi recorrido. Ningún producto a identificar en esas formas de bordes pronunciados que me llamaban la atención. Me pregunté por la estrategia de una publicidad que a ojos vistas desestimaba la mirada de quien regresaba a Lima tras pasar un fin de semana en la playa. ¿Sería que habíamos ya consumido todo lo esperado? A la inversa, ¿se trataría de una consideración al automovilista acribillado por las imágenes publicitarias desde su salida de Lima? ¿Tal vez como al inicio del verano, la Municipalidad había retirado los avisos que no tenían licencia y habían quedado vacantes esos espacios?

Las posibilidades de distracción en la carretera debieran reglamentarse con mayor detalle. La mente puede viajar con la imaginación puesta en la música, pero el estímulo visual callejero sea la imagen vista de su lado A o B es otra cosa. Las instituciones del ramo podrían abrir sus consultas a los departamentos de psicología experimental de las universidades y escuchar opiniones. Si la mensajería de MSN puede aparecer en nuestras pantallas para consignar como noticia que es mejor bajarse de la cama por el lado izquierdo (resultado de una investigación psicológica), no veo por que no darle importancia a la mejor manera de usar los ojos cuando se viaja a varias decenas de kilómetros por hora.

Los futuristas que celebraron el bullicio y el movimento a inicios de siglo XX, lo hicieron por novedad. En cambio los pobladores de esta nueva centuria hemos tenido ya de eso a raudales. Aquello que contribuye a mantener un estado de ánimo en calma debiera ser más bien bienvenido.Imagen: Umberto Boccioni, representante del futurismo italiano.

No hay comentarios.: