Este último viernes cerca de cinco mil limeños respondimos a la posibilidad de sorprendernos en un pacífico encuentro de miradas. El público colmó el centro del distrito Miraflores con motivo de la anunciada Noche Blanca, un auténtico encuentro de arte y fiesta popular convocado por un colectivo de agrupaciones. Al menos en el momento, a nadie se le pedía sacar conclusiones. Bastaba seguir a pie un circuito de video, perfomance, instalación, happening y música electrónica. ¡A pie! Para que evalúen la novedad quienes no viven en Lima, debo advertir que en materia de traslado todo es por aquí transporte motorizado. Será que las distancias son largas, será que se teme que un auténtico salvaje del volante te pise un dedo del pie al intentar cruzar una esquina. Eso sino te arrollan de cuerpo entero, (mención aparte para las `combis asesinas´ nuestros más temidos, odiados y la vez necesitados vehículos públicos).
Como fuera, estuvo muy bien la noche que de un modo original invitaba a hacer trizas la lógica cotidiana. En la vitrina de un banco un ojo gigante y con pestañas se abría y cerraba en virtud de alguna sofisticada tecnología. De las ventanas de un edificio asomaban varias impresoras programadas para arrojar papeles. El paseante veía las hojas mecerse en al aire antes de aterrizar en el suelo. Una calle había sido tomada por asalto para contener un par de decenas de esferas de gran tamaño, pesadas, texturadas, con hendiduras y pequeños brillos. Por aquí y por allá, usando como pantalla la superficie de las paredes, se exponían videos. Amén de una exposición fotográfica y muestras en las galerías del recorrido oficial, una estela de intensidad recorrió la avenida Larco cuando la música y comparsas de bailarines del folklore andino entregaron lo suyo. El tema central fue el homenaje- desfile a la papa, la reina de la noche.
Me llené de alegría. En los hechos la sierra y sus costumbres se habían aproximado a esta franja que bordea el mar que es Miraflores. Una prueba de que se puede acercar el arte a la vida al punto que se te escarapele la piel. Y cómo no, si sientes que algo (importante), como decir un asomo de cohesión, se perfilaba entre los pliegues de este hervidero de etnias que es el país donde has nacido.
Artistas participantes (que vi): Eduardo Tokeshi, Runice Tanaka, Carmen Reátegui, Santiago Rojas, Jesús Urbano, Edirberto Mérida, Mamerto Sánchez, Francesco Mariotti, Antoni Miralda.
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