a las que Freud entregado como estaba a su labor clínica y a los escritos que le permitían sistematizar su hallazgos sobre la naturaleza de la psique, nunca prestó atención. Uno de los tres autores que el descubridor del psicoanálisis pasó por alto fue Gustav Klimt (1862 - 1918). Los otros dos fueron Oscar Kokoscka y Egon Schiele, seguidores de Klimt, también innovadores que se oponían a las enseñanzas académicas.
Klimt fue presidente de la Unión de Artistas Figurativas de Austria, la que se hizo más conocida como la Secesión vienesa. Su obra desencadenó críticas incluso de la prensa a la que le iba y le venía el tema de la libertad de expresión. Precisamente esta imagen de la embarazada que olvidé pasar en clase (se me quedó en el tintero por decirlo a la vieja usanza periodística, aunque la mantuvo cautiva uno de mis archivos de photoshop), no pasó la censura. La pintura de una joven desnuda a punto de traer al mundo una nueva vida y por si fuera poco, situada cerca de un cráneo y otras extrañas figuras se consideró absolutamente inconveniente. ¡Se habló incluso de una gestación satánica! La protesta de un Ministro de Educación nada menos, impidió que se mostrara en 1903.
Llama a reflexión el ensimismamiento de Freud en su labor clínica. Ni en una línea de sus escritos aprovechó el episodio para referirse a lo cerca que tenemos, y en realidad cómo nos habitan el Eros y el Tanatos. A fin de cuentas como dice Peter Gay uno de sus biógrafos: "Las revoluciones que en los ámbitos de la pintura, la poesía y la música estallaban en torno de él no llegaban a afectarlo; cuando se imponían a su conocimiento ( lo que era poco frecuente) las desaprobaba con energía".
Como para decir de Freud,¡un individuo convencional en el arte y un revolucionario en cosas de la psique!
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