jueves, octubre 18, 2007

Lo antiguo y lo nuevo

Agua.Tan pronto descorrí la cortina de mi habitación advertí que el hotel habìa sido edificado sobre el muelle de una gran marina que albergaba embarcaciones de distinto tipo. Anoche apenas lo había notado. Recorrer la autostrada que une Milán al puerto más importante de la Liguria me había dejado agotada, así que al llegar me eché a dormir a pierna suelta. A veces una se usa toda, como dice una amiga. Temprano tuve que vérmelas con el estacionamiento, que si en Milàn el tráfico es una papa caliente en Génova, ciudad que da al mar y está edificada sobre una serie de cumbres montañosas, es el pastel completo en el horno. Abundan las motos y como en el hotel los barcos. Serenity fue el primero en que me fijé antes de volver la mirada a tierra para detenerme en las montañas pobladas de edificaciones. Es como una postal dije en plan kitsch.

De aquí era Cristóbal Colón. La primera vez que supe de él debía tener yo ocho años y su imagen estaba en un libro de colegio. ¿Era una clase de historia o de geografía? El asunto me resultaba confuso ¿Un italiano que había llegado a América por encargo de los reyes españoles? Tuve también un album de cromos. Esos con figuritas numeradas que cada quien cotejaba al momento del intercambio. En una de ellas don Cristóbal estaba encadenado. Más confusión.

Tras unas vueltas por la ciudad, una mezcla apabullante de estilos arquitectónicos con mucho tráfico, fui a dar a Cogoleto una caleta encantadora. Allí el tiempo de las cabinas públicas de Internet es completamente desconocido. No hay eso por aquí, me dijo el dueño de un negocio. Le pregunté luego a un niño en la calle y me dijo que en casa tenía una PC. Para llegar a Cogoleto sin embargo, hay una autostrada con sus túneles y autopistas aéreas que reposan sobre pilotes de concreto armado.

Mar y montañas, lo antiguo y lo nuevo. La vida en esta parte del Viejo Continente sabe también de desfases. Me hace pensar que vivimos una época que parece recuperar el sentido. Hoy se cree menos en la idea de progreso que en la de aceptarlo todo.

*Más de lo mismo: No puedo colgar las fotos porque el hotel marina no cuenta más que con Internet, nada con Office ni con wifi en la habitación. Se las debo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡qué lindas están tus crónicas! me encantan. sí he echado de menos las fotos. nos las debes...
sigue disfrutando que nos contagias.
beso,
Rocío

Lichi Garland dijo...

Ahí van las fotos Rocío. Qué bueno compartir la vibra de la escritura. Beso.