
El libreto gira en torno a un productor desafortunado y a su contador. Los sujetos se asocian en plan de estafa para planear el montaje de un musical que fracase estrepitosamente. El desdén del público y la crítica especializada les reportará mayores beneficios económicos que un triunfo. Tras desplumar a una suma de ancianas tan ricas como nuevayorkinas, contratan a una plana de perdedores para los diversos roles de la obra incluidos el de guionista y director. Su decisión es poner en escena un springtime de Hitler, auténtica sátira a la entronización del lider del nazismo y a su personalidad narcicista.
Aquí abajo el aforo del teatro unos segundos antes de que los asistentes pasen del estupor y rechazo a la aceptación y gozo de la obra. En ocasiones, así de imprecisa puede resultar la línea divisoria entre una y otra actitud. El plan previsto, sea el éxito o el rechazo nunca es cien por ciento seguro.

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