martes, octubre 09, 2007

Tocar por favor

Había oído hablar de lugares así, pero es la primera vez que voy. El Lousiana Children´s Museum ha dejado de lado los no te muevas, no grites o no hagas eso, para que el niño comience a conocer el mundo no sólo con la mirada. Se trata de probar, acercando por ejemplo el oído a la música. ¿Qué tal dirigir una linterna pequeña hacia una de las paredes de un espacio oscurecido siguiendo distintos ritmos? La experiencia nunca puede ser la misma si se trata de un rock, de un tango o de la mismísima quinta de Beethoven. ¿Quieres editar un video?, pues hazlo.

La institución alienta el aprendizaje entretenido, pero ante todo invita a tener en cuenta que el desarrollo humano no se limita al crecimiento de músculos y huesos. La mente en principio pequeña, debe ser atendida en su despertar. ¿Si no cómo comprender el funcionamiento de las cosas, y a los humanos mismos? ¿Cómo adquirir valores que permitan compartir la vida en el planeta?

Me sitúo ante la pantalla de toque digital que ofrece un menú de opciones para enterar al usuario de sus sentimientos. ¿Sabías que molestarse y tener cólera le ocurre a todo el mundo? El asunto es controlar nuestras reacciones para no crear el caos entre los que nos rodean. Responde qué harías en tal situación y en esta otra…

Me gustó poner la mano sobre la esfera que recubre el paso de una corriente eléctrica sin peligro alguno y en general disfruté de juegos y situaciones que no podría terminar de enumerar. Entre otros, el ejercicio de convertirse en una ayuda efectiva en caso de emergencia. Se trata de llamar al 911. Sino, el juego del doctor y el paciente. El mandil del médico está colgado de una percha y los equipos para simular el examen de los ojos son reales. O entender qué es un menú saludable elaborando platos con objetos de madera. Papá y mamá pueden entrar a la cocina y preparar con el niño el menú del día. ¿Que tal ir de compras, y a la salida curiosear en la caja registradora? Todo un mercado con sus estantes a disposición de quien elija esta experiencia. ¿Y quieres hacer inmensas pompas de jabón?

Que un niño aprenda a estar en la vida, lo que se dice, que se porte bien, no tiene por qué ser una suma de nós. Sumen ustedes que el nacer provisto de una mente, no quiere decir tampoco que ésta vaya a crecer en armonía sin la mirada atenta de quienes lo tienen a cargo.

Así como urge un museo de los niños en Lima, el plan B sería conseguir una máquina del tiempo. Colocar entonces en ella a buena parte de nuestros políticos para hacerlos volver a la infancia. Una vez niños dejarlos comprobar que hay mayor gozo en encontrar soluciones creativas para ayudar a otros, que en robar (es un horror lo que está pasando con la ayuda a los damnificados en Pisco ).

Al volver a la adultez, quien sabe serían hasta más felices.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me muero de ganas de ir a este museo, qué ilusión jugar con todo... Sí, la creatividad va por el lado de explorar, tocar, oler, mirar y encontrar nuevas rutas. ¿Qué tal la música?
Sigue disfrutando y compartiéndolo con nosotros,
gracias!
Rocío

Lichi Garland dijo...

De verdad una ilusión.Disfruté harto. Que bueno tenerte de lectora, Rocío.Cariños.