lunes, junio 25, 2007

Clara mente

Me dice un lector que mis comentarios sobre el teatro del día viernes le han parecido muy complejos. ¡Vaya! No puedo afirmar que la observación me caiga como anillo al dedo. Según he leído alguna vez, sólo una mente clara puede escribir con claridad. Claramente. Intento reparar el estropicio abriendo un manual de puntuación (?). Miren ustedes, según el texto rescatado de mi biblioteca el signo en este lugar de la frase hace referencia al carácter dudoso que la palabra u oración tiene para quien escribe. ¿En visible acto de modestia doy a entender que no me entiendo a mi misma?
Supongo más bien, que sale a relucir mi inclinación por las asociaciones libres. Ningún manual del tipo puede ser garantía para lograr una comunicación simple. No hay que descartar sin embargo, que con ciertos temas no encajan las palabras que pone a disposición la prensa del espectáculo. Me refiero a la información sobre noticias rápidas, el dato banal. El tema de la pieza de danza teatro era la pareja y si éste no es considerado un asunto doble bomba ¡entonces qué! En cualquier caso, cuando la comprensión de un texto se hace difícil, no queda sino hacer de tripas corazón antes de convertir lo leído en una pregunta: ¿Qué dice que dice?

Les confieso que de pronto he comenzado a revisar las páginas del manual de puntuación y acentuación con humor (!). Transcribo las líneas que corresponden al signo exclamativo del cierre. Dice Abelardo Oquendo, autor del manual: Como sucede con la interrogación, el signo exclamativo de cierre no indica, necesariamente, punto, pero vale por él cuando está al fin de una oración, lo cual se sabe por la letra inicial mayúscula de la palabra que le sigue.

Ejemplos:
-¡Caramba!, me equivoqué.
-¡Vete al demonio!
-Iba muy tranquila, cuando de pronto, ¡zás!, le arrancharon la cartera.
-Cuando la vi - ¡ay Dios!- se me cayó el alma al suelo.
-¡Lárgate!

A veces una dosis extra de humor, aclara la mente.
Imagen: Zush

1 comentario:

Anónimo dijo...

BUENA LICHI POR TU CLARA MENTE. UNA OPTIMA CLASE DE LINGUISTICA. ME HIZO RECORDAR MOMENTOS CON LUIS JAIME CISNEROS ALLA POR LOS 65.

MARIELLA