jueves, junio 14, 2007

Oh, cultura en apuros

Hay quienes se alarman ante la vulgarización del lenguaje visual que se ve hoy en galerías de arte y hasta en museos. Lo popular ha sido acogido por la alta cultura. ¿Hay ciertamente razones para preocuparse? Valga al menos colocar la inquietud en suspenso. Una tendencia creciente de la curaduría local es creer que efervescen nuevas ideas. Una turbulencia que es necesario alentar. Precisamente, es éste el tema de la muestra que se abre hoy en el Museo de Arte de Lima (MALI), "Miradas de fin de siglo IV" curada por Rodrigo Quijano.


La simpatía de la crítica por la hibridez, proviene de una consideración que cabe extender a otros países de la Región. Nuestra relación con las metropolis ha sido durante largo tiempo de reverencia e imitación. ¿Acaso no podíamos crear algo propio? A considerar como una iniciativa milagrosa la incorporación de la imaginería popular a nuestra plástica. Asimismo, la puerta que abre el arte peruano hacia su autónoma posmodernidad.

El crítico G. Buntix ha señalado la experiencia de la agrupación "Estética de Proyección Social (E.P.S) Huayco" situada alrededor de los años ochenta, como el punto de partida de estos cambios. En sus pimentosas palabras, lo ocurrido fue el ofrecimiento de "una energía liberada por el vituperio que desestabiliza tanto la pacatería de la plástica local como las trasgresiones demasiado elegantes del domesticado pop cosmopolita".

He elegido estas imágenes, como una anticipación de la muestra que supongo veré en el MALI. Anticipo que así como simpatizo con los cambios, me identifico también con la diversidad de tendencias.
Para mí una cultura en apuros es aquella que no se identifca con la pluralidad.

Imágenes de E.P.S. Huayco Perú, tomadas del libro del mismo nombre de Gustavo Buntix, 2005.

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