martes, junio 19, 2007

El miedo como motivación

Patricia Piccinini (1965) imagina situaciones que atacan de manera directa nuestro afán clasificador. Sus piezas expanden los reinos animal, mineral y vegetal. Acaso el mundo sea alguna vez así, acaso no. Nacida en Sierra Leona y residente en Australia, la escultora y fotógrafa combina silicona, poliuretano, cuero y hebras de cabello humano para elaborar figuras que no tienen un contexto preciso.



Miles de ojos han pegado ya un vistazo a su obra con expresión de extrañeza. ¿Qué dicen ustedes? Me hace pensar en la abominable criatura del doctor Frankestein. La creadora del personaje, la inglesa Mary Shelley(1797-1851), escribió la historia cuando tenía cerca de veinte años en una serie de noches de tormenta, rayos, truenos y mucho miedo.

Al parecer los engendros de Piccinini tienen también el miedo como motivación. En su caso el miedo proviene no de la naturaleza sino de la sociedad actual.

Quien sabe la artista haya encontrado seguidores. Dicho puntualmente, no es mi caso. Su trabajo celebrado estos últimos años en China y en Venecia, desborda mi interés visual. No concedo aún cuando se diga, que enfila contra los desmanes anti ecología y las amenazas de la biotecnología. Por nada me gustaría estar en el pellejo de la mujer de aquí abajo. Qué miedo.

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