Recién leo el #1 de la revista Juanacha salida en noviembre último. La publicación rescata con minuciosidad arqueológica una actividad sepultada por los medios hace ya largo tiempo: el análisis y la crítica de la producción artística. Se esté o no de acuerdo con sus ideas, uno se libra del pertinaz mareo producido por la prensa cultural que le hace venias al disfuerzo. El denominador común de ese sector es dar a entender que estar en la última es saber cuantas veces ha salido de su casa rumbo al psiquiátrico Britney Spears, o cuantos suicidas frustrados visitaron Macchu Picchu el año que pasó. No Owen no fuiste sólo tú...
Jorge Villacorta se refiere a dos casos en los que la propuesta artística sale mal parada al confundirse con otros hechos. El primero es "El ojo que llora", monumento en homenaje a los desaparecidos en la guerra sucia que libraron el terrorismo y el ejército. A su juicio la obra de Lika Mutal tiene pocos méritos, pero el debate que suscitó logró que para ubicarse en el lado políticamente correcto hubiera que defenderlo. Un segundo caso es la exposición de la fotógrafa Mariana García Burgos. Maquilló a personalidades del mundo del espectáculo con la intención aparente de defender la situación de las mujeres golpeadas. En opinión de Villacorta el resultado fue insultante y ni la crítica ni las organizaciones feministas se pronunciaron.
Susana Torres narra su recorrido autodidacta en el mundo del arte y al recordar los años noventa menciona la camisa de fuerza en la que puede convertirse cualquier movimiento contracultural cuando exige un comportamiento poco menos que marcial a sus miembros. Dice: "Los tiempos eran tan densos que les faltaba un poco de humor. Era una de las cosas que no me gustaba mucho de la vida subterránea, era demasiado inflexible. Todos tenía que ser muy radicales, muy inteligentes, saberse toda la música. Decías: A mi me gusta Madonna y todo el mundo te pegaba..."
Por su parte Piero Quijano cuenta de la fama que le llegó, no durante los quince minutos que auguraba Warhol a todo ser viviente, sino durante casi tres semanas. Tras la censura que aplicó el Instituto Nacional de Cultura (INC) a sus caricaturas, la afluencia de público al espacio de La Culpable donde se repuso la muestra, atrajo al público. Hubo manifestaciones en pro del deslinde entre el poder político y el arte y el consiguiente ¡no a la censura!
Mario Montalbetti discurre sobre la inutilidad actual del humanismo a ojos de una administración universitaria a la que sólo le interesan metas y procedimientos. Aún así, anticipa su decisión de seguir ejerciendo el inútil oficio de profesor de linguística. Enfila contra el uso del power point en las clases (será que no ha visto más que los de algún Banco), pero se entiende que su queja es contra la trivialización.
Amén de otras secciones, como una crónica sobre un concierto popular con Los Destellos, libros o un recordatorio del Documenta 12 me oxigenó Juanacha. Ojalá siga hablando la dama en cuestión desde la vitalidad que propone, un lado B del pasado glorioso de otra Juanacha, doña Juanita de Ampato. Salvo error u omisión, a más de un pasado con reliquias queremos tener un presente.
5 comentarios:
mejor mira otra "nueva" foto inedita de cesar vallejo en:
http://okiepinokie.blogspot.com/2008/02/csar-vallejo-es-o-no-es-quien-aparece.html
saludos
Si quisieramos ver fotos de Vallejo atenderíamos las sugerencia de pepe; aun si pienso que a Vallejo es mejor leerlo... cuando se quiere por su puesto...
Pero el Sr pepe debería comprender que si entramos a la Vista flaca es para leer a Lichi, las novedades acerca del arte que nos presenta y su divertido y lúdico estilo ...
hola! qué buenos tus comentarios a la revista!!! definitivamente la idea era apartarse un poco del acartonado periodismo donde ya casi no hay ni crítica ni pensamiento. la dama seguirá hablando, prometido. muchos saludos.
Gracias por la alianza estimado/a anónimo/a. Dejemos "mejor" partir al señor pepe.
¡Esperaremos la próxima Juanacha!
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